Tienen pánico, tienen miedo a
un partido que trabaja para la gente, que crece y avanza a costa de una vieja
política moribunda. En estos días algunos sacan como gran primicia una factura
legal por unos servicios jurídicos legales y que además se hace en un proceso
de concurrencia pública, de nuestro compañero Pedro Fernández Arcila, un
abogado que en el 2008 no tenía ningún cargo público y que simplemente
realizaba su trabajo profesional, con un enorme éxito además. Unos informes
pensados y hechos para parar agresiones a nuestro entorno como el puerto de
Granadilla y el plan de las Tabaibas, un instrumento que necesitaba un partido
que aceptó pactar con sus antagonistas para sacar a un cacique que era el
máximo defensor de estos proyectos, uno de los caciques del PSOE.