Extracto de la obra que elaboré junto a mi compañero de sueños, ideales y batallas, Samir Delgado, perteneciente al libro: "De Guajara a Tafira, travesías del movimiento estudiantil canario", editado en el año 2006: Las páginas que vienen a
continuación no son una obra de tipo histórico o sociológico, no pretendo de
momento actuar como científico, sé que pronto se tendrá que hacer esta tarea.
Modestamente he usado el
archivo de mi cabeza y un puñado de documentos que conservo de los años de
brega estudiantil. Tal vez, estas páginas estén más cerca de la autobiografía
que de otro género. En todo momento he tratado de centrar mis vivencias
personales y subjetivas, casi como si fuera una larga entrevista.
Espero servir de ayuda
para futuros acercamientos históricos o sociológicos a los conflictos
estudiantiles en el periodo 1997-2002, en especial para aquellos que hoy se
ocupan de estos menesteres.
Tal vez, los amigos de
los movimientos sociales encuentren alguna referencia útil. Lo que sobre todo he
intentado hacer es un homenaje a muchas decenas, sino cientos, de compañeros y
compañeras que han vivido intensamente su vida académica, intentando
transformar el entorno que se encontraron.
Espero no haber olvidado
nada importante, y que sean cómplices de esta subjetividad militante que
ofrezco.
Rubens Ascanio
Un sindicato, una universidad.
El SEC aparece en Las
Palmas de Gran Canaria a inicios de los noventa. Es en parte el reflejo del
Sindicato de Estudiantes estatal que había logrado notoriedad tras las
manifestaciones del 88 y 89 contra el modelo educativo socialista y sus
políticas de empleo juvenil.
En varios institutos de
Las Palmas se organizan grupos del SEC en torno a gente concienciada y politizada
de la izquierda canaria. Con una base fundamentalmente de medias, el SEC logra
tener una gran repercusión social e incluso sufre duras represiones sobre
algunas de sus manifestaciones como las de 1993 en contra de la subida de
Tasas. Era un modelo de trabajo riguroso y realmente de izquierdas, frente a
los aires socialdemócratas de la otra organización estudiantil referente de la
época UDECA, siempre estrechamente vinculada con el PSOE.
En 1995, el SEC hace el
esfuerzo de convertirse en una organización de ámbito nacional. A finales de
ese año, celebran una asamblea en Icod (Tenerife) donde asisten representantes
de diversas organizaciones de izquierda. En ella se elabora un documento en
defensa de una educación pública canaria de calidad donde el Hecho Nacional
Canario queda claramente recogido, ese documento nos serviría a posteriori de
base para la formación del SEC en Tenerife.
En el seno de la
organización juvenil Azarug, dedicada desde 1992 a luchar por la
independencia nacional y la transformación social, se venía valorando desde
1996 la necesidad de trabajar en la universidad e institutos, ante el
importante número de afiliados que estaban estudiando en ese momento. Varios
compañeros, en especial Rayco López, Miguel Hernández y Ruyman Afonso inician
una serie de reuniones con ese objetivo en el ámbito universitario.
A inicios de Diciembre,
nos invitaron a Dásil Domínguez, compañera de clase y amiga que compartía mis
pensamientos políticos, y a mí en una de estas asambleas. En esa época trabajábamos
en un proyecto llamado Colectivo de
Recuperación Etnográfica Birmagen, y estábamos un tanto descolgados de
Azarug, donde habíamos entrado a militar un año antes, cuando empezamos a
estudiar la carrera de Historia en la Universidad de La Laguna.
Desde el instituto tenía
un fuerte sentimiento de pertenencia a este país y grandes ganas de hacer algo
por transformar una realidad que me preocupaba, de pérdida de identidad,
deterioro medioambiental y social.
En Azarug me encontré a
chicos y chicas de mi edad que sentían como yo que había que cambiar las cosas.
Recuerdo perfectamente ese día. La reunión era a última hora en el Campus
Central. En ese momento no disponíamos de lugares para poder reunirnos, así que
optamos por hacer la reunión en una Jaima saharaui que estaba instalada
enfrente de la biblioteca de Pedagogía.
Allí en círculo sobre las
alfombras que cubrían el suelo nos
presentamos todos y todas. Éramos unos diez estudiantes, casi todos de letras.
recuerdo como Rayco explicó el proyecto de montar un grupo estudiantil, de
hacer unos estatutos y diversas cosas más...cargados de ideas y algunos también
de nuevas ilusiones, quedamos para una próxima asamblea donde ver la cuestión
del nombre del colectivo y algún documento más.
No fue hasta esa
siguiente reunión cuando escuché por primera vez en mi vida el nombre del
Sindicato de Estudiantes Canario y leímos el documento de Icod, en el que todos
coincidimos. A partir de ahí, ya en las primeras semanas de 1997, es cuando
podemos hablar del nacimiento como tal
del SEC en la universidad de La
Laguna.
Considero un acierto que
desde una organización como Azarug se tomara la decisión de organizar a los
estudiantes de la universidad, en un momento que a nivel general existía una
enorme apatía e incluso desilusión. Al entrar en la universidad, creía que me
iba a encontrar con un elevado ambiente cultural y político con asambleas,
charlas y movilizaciones.
Por desgracia la realidad
era bien distinta, en los paneles sólo se veían anuncios de fiestas de
facultad, ofertas de foto tipo carné y las listas de libros de Lemus sobre los
asuntos de la carrera. Encontrar a gente como Dásil, que igual que yo había ido
recopilando información de organizaciones independentistas del pasado y, por
supuesto, la fortuna de comprar la revista Añaza, publicada por Azarug, que me
abrió la posibilidad de conocer y trabajar con los jóvenes mejor organizados de
ese momento, fueron definitivas para poder aportar algo para cambiar ese
panorama.
De alguna manera la caída
del muro de Berlín era el símbolo de que la izquierda había fracasado y la
desilusión ante las organizaciones sociales era total. La victoria de la
derecha recalcitrante española en las elecciones de 1996 fue para muchos un
momento decisivo, ya que se hacía necesario más que nunca el estar organizados
frente a un neoliberalismo salvaje encarnado por el PP en España, y el gobierno
nacional-insularista de Manuel Hermoso en Canarias.
Personalmente, creo que
una de las luchas que más nos marcaron a los jóvenes de ese momento fue contra la Lanzadera y el radar en la Isla de El Hierro. Nos sirvió
para que miles de canarios se sintieran en la obligación de organizarse en defensa
de su país como territorio sostenible y plataforma de paz.
Cuando el presidente del
Gobierno español cumplió su promesa de celebrar dos Consejos de ministros en
Canarias, muchos pudimos comprobar en carne propia como desde la derecha se
respondía a las movilizaciones, en ese momento embrionarias, con el envió de
antidisturbios desde Las Palmas, cargas brutales, numerosos lesionados y
detenciones arbitrarias.
En la universidad el
movimiento asociativo estaba en franca decadencia. En el curso 94/95 se habían vivido
movilizaciones en torno a los Colegios Mayores, a los que el equipo de gobierno
liderado por Marisa Tejedor (actual Consejera de Industria del Gobierno
Canario) había sometido a una subida del costo de sus plazas absolutamente
desproporcionada.
Los colegiales, venidos
de otras islas o de municipios alejados de La Laguna, se organizaron frontalmente opuestos a
esta subida. Ocuparon sus plazas y no pagaron, lo que llevó a Tejedor a enviar
a la seguridad, cortar la luz y el agua.
Colegios que, en
ocasiones, habían mantenido rivalidades absurdas, colaboraban estrechamente e
incluso establecían acciones duras como huelgas de hambre, encierros en el
rectorado o grandes manifestaciones donde muchos estudiantes se solidarizaron.
En este momento es el
grupo claustral de alumnado PIDE el que coordina gran parte de las
movilizaciones desde su posición mayoritaria en el ámbito del alumnado. Esta
situación acaba cuando gracias a un cambio histórico de fuerzas dentro del
gobierno de la universidad, Tejedor es derrotada por el equipo de Matías López
con un fuerte respaldo estudiantil, con un PIDE con una gran mayoría de
claustrales. En su mayoría eran colegiales veteranos de la huelga y sin
filiación política.
En mayo de 1997 se
convocan unas nuevas elecciones. Desde el SEC nos planteamos, casi como un
juego, el presentarnos. Logramos con un enorme esfuerzo presentar unas 300
firmas con fotocopia de DNI que avalaron una modesta plancha de veinticinco
personas. Creo recordar que nos daban unas treinta mil pesetas para costear la
campaña, lo que gracias a la experiencia organizativa que traíamos de Azarug,
nos permitió lanzar una campaña con carteles y pegatinas con el lema EL 17 DE
MARZO VOTA SEC.
En el logo usamos los
colores de la bandera canaria en cada letra y estrellas verdes separándolas.
También hicimos unos modestos dípticos con nuestras propuestas, que repartimos
clase por clase por los campus.
Unas semanas antes, Rayco
había vuelto a tomar contacto con la gente del SEC de Las Palmas. Estaban muy
contentos de que por fin en Tenerife se hubiera creado un grupo hermano.
Recuerdo las buenas impresiones que nos trajo Rayco de su visita al local del
SEC en Las Palmas (creo recordar que en la Avenida Primero de
Mayo).
Incluso, como forma de
reivindicar nuestra idea de una Universidad Nacional Canaria, hicimos la
presentación de nuestra campaña en Las Palmas. Mantuvimos reuniones con Juanma
y Heriberto Dávila en el local de Azarug, donde nos contaban sus vivencias en
los momentos en que el SEC contaba con mayor fuerza.
De estas reuniones
obtuvimos buenas ideas y bastante material de campaña usado por el SEC de Las
Palmas. Uno especialmente causó sensación en la universidad, donde se veía una
cabrita blanca con un birrete y el lema "Sal del rebaño, únete al SEC"
que también dejamos en un mural a las afueras de la facultad de Derecho.
Nunca había participado
en una campaña para el claustro igual que el resto. Optamos por hacer de los
"pasa clases" una de nuestras claves. Repartidos en grupos de cinco o
siete, entrábamos en las clases, repartíamos nuestro programa y tratábamos de
explicarlo, normalmente ante el desinterés de la mayoría. Era un contraste
vernos llegar tras grupos bastante homogéneos como PIDE, que incluso repartían
unos pins hechos en barro y pintados a mano por los colegiales que eran su
base.
Nosotros llegábamos, unos
con polos y zapatos, otros con pelo largo y camisetas del Che, presentándonos
como un grupo nacionalista de izquierda….éramos claramente otra cosa y
trescientos compañeros nos dieron su apoyo.
El SEC logró entrar en la
universidad con sólo cinco clausúrales, los mismos que Gaudeamus, grupo del PP
dentro de la universidad que desde un primer momento, demostraron sus
credenciales firmemente democráticos, arrancándonos carteles o pintándolos (si
esa es la escuela de muchos de los miembros de las Nuevas Generaciones del PP,
imagínense lo que harán sus papás).
No al claustro burocrático
Creo que realmente el SEC
ha cambiado más a la institución que al contrario. Yo me enteré de los resultados
desde la cama de un hospital de una duodenitis, no me extrañaría que fuera en
parte causada por el "estrés electoral", y más a una persona
extremadamente tímida como yo, poco acostumbrada a hablar en público.
En el claustro entró como
cabeza de lista Yaiza Afonso, junto con Rayco, Miguel, Dásil y Héctor Navarro,
todos militantes de Azarug. Una de las primeras intervenciones fue hecha por
Miguel donde se refirió al lema de su camiseta "whema idles n aitiden n kanaria" sin duda la primera frase en
guanche pronunciada en cinco siglos en una institución canaria.
Para nosotros fue toda
una novedad contar con un espacio de trabajo como el Salón de Claustrales,
poder pedir instalaciones universitarias, hablar en los claustros, elaborar
propuestas...En este local casi todas las semanas se reunían los portavoces de
los distintos grupos. Era interesante observar el odio cordial que mantenían
por motivos, en la mayoría de los casos, personales. A nosotros desde un primer
momento se nos miraba con bastante curiosidad y cierto respeto a nuestro
discurso.
PIDE ejercía la labor de
"anfitrión" en casi todas las reuniones, al ser mayoritarios de
nuestro sector. Después teníamos como una especie de "oposición" a
PEETEC, un modelo de grupo puramente nacido para el claustro y para
"defender" a un sector concreto de los estudiantes, los de enseñanzas
técnicas y científicas, frente a la "opresión de los de letras".
Después estaban otros
grupos como IDEA vinculados a Coalición Canaria. Un experimento similar a este
fue el Colectivo Libre de Estudiantes, que presumía de no estar politizado, a
diferencia de otros, y que estaba encabezado por una chica llamada Dulce Xerach
Pérez...efectivamente, la que fuera Viceconsejera de Cultura y Deportes del
Gobierno Canario.
En estos momentos fueron
Rayco, Yaiza y Miguel los que en mayor medida tuvieron una labor de diálogo y
llegar a acuerdos. Recuerdo el buen trabajo hecho en los presupuestos
universitarios, donde presentamos varias propuestas de marcado corte social.
Junto con PIDE, presentamos una resolución en contra de la Lanzadera y el radar de
el Hierro, que se convertiría después en todo un clásico de nuestro trabajo
claustral.
Esta dinámica nunca ha
sido bien entendida por los grupos conservadores de la universidad, que siempre
han querido vetar cualquier propuesta que se saliera del espacio de las
facultades, aunque después eran los primeros en presentar propuestas sobre la
situación política vasca.
De esta época, me vienen
a la memoria largas asambleas en clausúrales, donde a veces los debates entre
grupos eran extremadamente tensos e infructuosos. De las mismas nos quedó una
clara conciencia de que éramos positivamente diferentes, y paralelamente un
desencanto por una actividad universitaria que a nivel institucional,
considerábamos excesivamente burocrática, tediosa y con frecuencia bastante
hipócrita. Muy pronto empezamos a ver de forma clara que en la universidad
nuestra labor, junto con una actividad académica, estaría protagonizada por una
fuerte actividad de tipo cultural y reivindicativa.
Uno de los primeros actos
que recuerdo es el del XXX Aniversario de la muerte de Ernesto Che Guevara el 9 de octubre de 1997. Es el primer acto
público importante del SEC en el que colaboré. Recuerdo en Tilelli, local de Azarug en Aguere, junto con Jeremi haciendo el
primer cartel que era un montaje recortado y pegado de textos en Word y una foto
poco habitual del Che. En el Salón de Actos de Magisterio la tarde del día 9
nos vimos una enorme cantidad de gente, que vino a ver los documentales que
proyectamos y la charla del profesor Julio Hernández, experto en historia de
América. Nos resultó emocionante el tener que abrir la parte alta del salón,
para dar acogida a todos los que se interesaron por recordar a ese guerrillero
heroico que siempre ha estado presente en las acciones del SEC.
Otros actos fundamentales
en esta época fueron el concierto de Abril de 1998 contra proyectos como la Lanzadera, Veneguera y
Tindaya. Al mes siguiente en las calles de Santa Cruz tuvimos una manifestación
de veinte mil personas en apoyo de los herreños que luchaban contra la
militarización de su Isla. En la misma llevamos una gran pancarta y repartimos
trípticos en favor de la neutralidad de Canarias y por la salida del ejército
español, que causó polémica en algunos de nuestros compañeros, no tan
comprensivos con la cuestión nacional.
En esa época, llegaron
Juanma y Josemi, dos veteranos compañeros del SEC de las Palmas que estaban
realizando el doctorado en la ULL.
Conformaron con otra gente del sindicato una especie de grupo
o corriente ligado a Canarias Alternativa, colectivo un tanto “misterioso”,
dedicado fundamentalmente a hacer análisis sobre la realidad sociopolítica
canaria e integrarse en diversos movimientos sociales.
Con ellos tratamos de
organizar movilizaciones por las subidas de tasas a inicios del curso 98-99,
que fueron frenadas por ser consideradas por Juanma y otros poco oportunas y
precipitadas.
Una gran movilización,
unas de las primeras donde el SEC jugó un papel importante, fue en favor de
unos accesos seguros para el campus de Guajara, tras dos violaciones de
compañeras y un accidente que le costó la vida a un estudiante en la parada de
guaguas. Inicialmente, algunas de las asociaciones de alumnos, especialmente de Psicología, Historia, Derecho y Económicas hicieron una protesta frente a la
biblioteca de Guajara que fue multitudinaria. Por desgracia desde la administración,
Castro Cordobez no hizo nada al respecto, con lo que desde el SEC convocamos
una manifestación con muy pocos recursos.
Recuerdo compañeros como
Ruyman Afonso, pasando clase por clase, gracias a su trabajo logramos que
alrededor de quinientos estudiantes salieran de las aulas y cortasen el tráfico
en el puente de Guajara, lo que provocó colas enormes. Una experiencia
emocionante ocurrió dos noches antes, cuando con Miguel fuimos a pintar
clandestinamente unos pasos de peatones en la zona de peor accesibilidad.
Recuerdo como nos
quedamos las piernas y los zapatos pintados de blanco por el viento que nos
lanzaba la pintura encima. A los dos días, unos trabajadores de tráfico
pintaron encima unos pasos de peatones de verdad, fue una prueba de como a
veces una acción acertada tiene efectos inmediatos resolviendo un problema. El
anuncio a los pocos días de la manifestación de una dotación importante para
mejorar los accesos fue una victoria moral del estudiantado de la que
aprendimos mucho.
A finales del curso,
tuvimos en Guajara una reunión importante desde mi punto de vista. En las mesas
de la cafetería de Guajara nos encontramos Rayco, Miguel, Yaiza, Dásil y yo,
que éramos los cinco claustrales del SEC (Héctor Navarro dejó su plaza algunos
meses antes).
Había problemas, Rayco y
Miguel, auténticos portavoces del SEC y los que llevaban gran parte del peso de
la actividad sindical, nos anunciaron que se iban a estudiar fuera. Hubo un
pequeño debate que terminó en que yo, en contra de mi opinión y de forma
supuestamente provisional, ocuparía la portavocía del SEC (el peor anuncio que
se le puede hacer a un gran tímido).
Nos fuimos a ese verano
con una sensación agridulce de la actividad desarrollada. La mayoría, igual que
el año anterior nos encontramos en el IV Encuentro Juvenil Canario montado
desde Azarug, ese año en La
Palma, donde reunimos a más de dos mil jóvenes de todo el
país. Estos encuentros eran para nosotros auténticas escuelas de verano, donde
aprendíamos valiosas lecciones sobre autogestión y trabajo en equipo.
En el curso siguiente a
nivel claustral, nos sorprendió el anuncio de unas nuevas elecciones al
claustro a fines de 1998, antes de los dos años correspondientes según los
estatutos. Un poco fríos después de un verano largo y los exámenes de
septiembre, nos estaba costando conseguir arrancar con las asambleas. En una de
las primeras de Octubre, nos sorprendió la llegada de Juanma junto con personas
que no conocía.
En esa asamblea una chica
de Canarias Alternativa nos decía que el nombre del SEC ya estaba quemado y que
a ella personalmente no le atraía meterse para nada en una organización como la
nuestra. Esa intervención inicial, la verdad, es que nos desconcertó. No
recuerdo quienes estábamos de la etapa anterior, estoy seguro que Patricia Díaz
estaba conmigo en la reunión (me acuerdo bien porque actualmente estamos
casados).
A continuación, Juanma
hizo un largo alegato en favor de disolver el SEC y buscar un nuevo proyecto
estudiantil, renovado y posiblemente, no vinculado tan estrechamente a un
colectivo juvenil ascendente como Azarug, mientras los militantes de Canarias
Alternativa iban terminando sus etapas estudiantiles.
En la reunión conocí a
dos o tres compañeros con los que trabajé estrechamente en la siguiente etapa
del SEC. Javier López, conocido en el ambiente lagunero como "el
trosko", Manuel Hernández, hijo de un veterano militante comunista sureño
y miembro de Juventudes Comunistas, y su compañero de la misma organización
Moisés Tejera, un excelente compañero de Gran Canaria que estudiaba en la ULL.
Los tres nos
sorprendieron en su defensa del proyecto del SEC y la necesidad de que se
aprovechara el trabajo realizado y se siguiera fortaleciendo. La verdad es que
sólo recuerdo que nos sentimos aliviados por este "apoyo sorpresa", y
divertidos por la cara que se le quedó a Juanma con ese repentino giro de la
tortilla política.
A partir de ahí, empieza
una etapa que va de 1998 a
2002 aproximadamente, donde dentro del SEC se organiza una auténtico terreno
neutral, donde organizaciones de izquierda, a veces con proyectos confrontados,
se sientan, hablan y proyectan en conjunto una lucha tan importante como la estudiantil.
Hasta esa misma variedad
ideológica, permitía una animada e incluso positiva tensión en las asambleas
que aseguraba una buena participación. La llegada de otras organizaciones al
seno del SEC fue motivo de debate e incluso con frecuencia se cuestionó esa
situación. Fue una convivencia compleja, pero personalmente creo que fue el
proyecto unitario más duradero y real de la izquierda canaria. Con los
compañeros muchas veces compartíamos más allá de una sala de trabajo y reunión.
Fueron muchas las
mañanas con Javier y su "SEAT
Panda" de una facultad a otra, pidiendo salas para hacer actos, pegando
carteles, dando charlas, colocando pancartas...;
En ocasiones incluso,
teníamos enfrentamientos de tipo organizativo, en una ocasión lo recuerdo por
un gran mural de la bandera republicana que era de las JCC y que apareció en
varias ocasiones pintorrejeado con lemas independentistas, con lo que se
decidieron a tomarse la justicia por su mano e hicieron lo mismo con uno de
Azarug. Había mosqueos, la mayor parte de las veces injustificados, pero ante
todo hacia afuera éramos el SEC, los comunistas, los independentistas, los
radicales, los rojos, los batasunos... un colectivo estudiantil poderoso.
Las elecciones de Diciembre
de 1998 nos traen un SEC algo distinto, con alguna "cana" en lo
político y ciertas acciones muy acertadas que nos ganaron importantes
simpatías. Éramos el más claro ejemplo de un grupo que trabajaba todo el año,
al que se podía acudir y que trataba de informar a pesar de ser pocos, frente a
los más de 20.000 estudiantes de la
U.L.L.
Unos meses antes, en el
último claustro de esa etapa y por sorpresa, PIDE, grupo mayoritario de más solera hace pública
su retirada y disolución ya que no habían logrado superar el grave peligro de
todos los movimientos estudiantiles, que es el de la renovación.
El trabajo electoral
sirvió para unificar y cohesionar al sindicato. Tratamos de hacer una labor
conjunta con grupos que se definían como de izquierdas, entre ellos el proyecto
propugnado por Juanma y otros ex militantes del SEC con el rimbombante nombre
de Asamblea por el Cambio Educativo y Social (ACES). formado principalmente por
compañeras de la facultad de Pedagogía.
Con una plancha que casi duplicaba a la anterior, el
SEC obtuvo catorce representantes, casi triplicando los resultados anteriores.
Una buena forma de acercar a nuevos militantes fueron las asambleas abiertas
del sindicato. En una de ellas, en Octubre de 1998, se nos incorporaron nuevos
compañeros, muy activos desde entonces, como Samir Delgado.
En unas semanas se decidía la elección de un nuevo
rector. Conjuntamente con ACES y ARTOS (grupo de Bellas Artes), elaboramos un
documento de programa para llegar a acuerdos con el futuro rector. Existía la
posibilidad de apoyar al grupo de Matías López o el de Marisa Tejedor. En la
reunión con el equipo de Tejedor la verdad es que no acompañó ni el tiempo.
Ese día en un aula de la Torre de Química cayó en La Laguna una granizada tan
grande, acompañada de rayos y truenos, que en los periódicos del día siguiente
decían que había nevado. Las formas de la señora Tejedor en conflictos
anteriores hicieron que la opción de darle apoyo no se planteara en nuestras
asambleas.
Por otra parte teníamos a Matías López, rector
gracias a los apoyos de PIDE en su momento y con el que habíamos colaborado en
actos como el del XX aniversario del asesinato del estudiante gran canario
Javier Fernández Quesada en Diciembre de
1997, y que después seguiríamos recordando año tras año junto con colectivos
como Intersindical Canaria.
El grupo del rector sabía que si mantenían a López a
la cabeza del proyecto no obtendrían los apoyos necesarios. Encontraron un
sustituto en José Gómez Soliño, que hasta entonces había ocupado actividades
menores en el gobierno universitario. Soliño era poco conocido para nosotros,
sólo sabíamos que era asturiano y filólogo.
Finalmente, tras largos debates internos e
interminables reuniones donde tratábamos de consensuar objetivos comunes de
trabajo, firmamos un documento de gobierno que se mantuvo cerca de dos años
como base programática de ACES, ARTOS y SEC, hasta que el sindicato se quedó en
solitario tras la desaparición de los grupos anteriores.
Personalmente, tengo una valoración positiva de la
etapa de gobierno de Soliño, que casi coincide con la que ocupé la portavocía
del sindicato. Demostró ser una persona próxima, honesta y dialogante hasta el extremo.
Creo que supimos encontrar los puntos en común para
obtener mejoras para todos, a pesar de que desde todos los puntos de vista
teníamos visiones a veces contrapuestas. La mejor prueba de la correcta acción
de la época de Soliño, es que todos los grupos del claustro vinculados al
gobierno hemos logrado importantes resultados. La colaboración llegó a ser tan
estrecha, que incluso multas de 300 euros que nos cayeron a varios compañeros
del sindicato y a una reportera del semanario Liberación en una manifestación
por Santa Cruz, nos fueron levantadas gracias a su mediación.
Un recuerdo que nos queda a todos y en especial a
Soliño fue en su toma de posesión. Unos días antes, nos habían convocado
alumnos de Matemáticas que necesitaban ayuda. Eran licenciados que ante la
salida de listas para sustituciones en los institutos se encontraron con que de
las ochocientas personas apuntadas, casi los primeros doscientos eran foráneos.
La situación era grave, de hecho la propuesta hecha
por los matemáticos es que, al igual que pasa en Cataluña o Andalucía, se
puntuara favorablemente el que se haya estudiado en una universidad canaria.
Curiosamente uno de los portavoces era un chico andaluz que había estudiado
aquí, y ahora se encontraba con esta situación de discriminación que ni él
lograba explicar, esa es sin duda una peculiaridad de nuestro país canario.
Ante la situación, les sugerimos hacer una protesta.
Decidimos aprovechar el acto de toma de posesión del rector, donde iban a
participar el Presidente del Gobierno, Manuel Hermoso, y el Consejero de Educación.
Fue uno de los últimos actos públicos de Hermoso y sin duda es uno de los que
preferiría olvidar. Unos quince pibes y pibas nos colamos en el Aula Magna de
Guajara con una pancarta amarilla enorme que decía:
“NUESTROS ABUELOS FUERON A CUBA, MIS PADRES A
VENEZUELA. NO VAMOS A EMIGRAR, VAMOS A LUCHAR".
Cuando Hermoso fue a iniciar el discurso, nos
levantamos formando una pitada que según los periódicos fue
"monumental". Recuerdo la cara colorada y el temblor de manos que le
dio, a parte del mosqueo que ya traía, porque no habían elegido a su amiga
Tejedor.
Al salir del acto, seguimos hasta el coche al
Presidente y al Consejero de Educación, José Mendoza. Hermoso optó por los
insultos y las amenazas, se ve que no estaba acostumbrado a gente que busca algo más que un bocadillo de
chorizo perro cada cuatro años.
El Consejero, tal vez por venir de una tradición más
de izquierdas, se paró a hablar con nosotros durante un buen rato. Una de las
cosas que se me quedaron grabadas de ese día, fue cuando un compañero llamó “gandules”
a varios militares presentes en el acto, uno, que creemos el Capitán General de
Canarias, se echó la mano a la funda de la
pistola, y tuvo que ser contenido por un jefe de la Guardia Civil y un Almirante
allí presentes.
Una seña de identidad nuestra fue la realización
también, junto con la actividad claustral, de una intensa acción cultural.
Durante estos años han sido decenas los ciclos de cine, charlas, debates, etc...Esta
actividad creo que no ha sido entendida por los grupos más conservadores de la
universidad, que consideran que no se pueden mezclar las cuestiones sociales
con las educativas.
En nuestra idea de universidad, creemos que nuestra
acción debe ser de altavoz de lo que pasa en el exterior y como universitarios
canarios nos afecta. Así, considero justo y necesario que un claustro, que a
priori habla sólo de temas académicos, también se posicione sobre lo que ocurre
en la sociedad donde vive y que le da sentido.
¿Cómo podemos los universitarios asistir silenciosos
a la destrucción de nuestro medio, a la falta de empleo, a la brutalidad policial,
a bombardeos y guerras ?.
Creo que se debe guardar un respeto a la población y
demostrar que a parte de los presupuestos, el PIUC y las obras en los campus
nos interesa saber y opinar, como comunidad de más de treinta mil personas, lo
que le pasa a esa mayoría que no ha tenido la suerte o el deseo de tener una
educación superior.
A finales de mayo de 1998 tuvimos una nueva
movilización a favor de unos accesos seguros en Guajara y Anchieta. Además
añadimos una nueva exigencia, que era la de un bono estudiantil de Guaguas. El
transporte público siempre ha sido algo
especialmente sensible para los estudiantes, que son en su mayoría los
usuarios de este medio. Desde Anchieta hasta Guajara, recorrimos un amplio
trayecto alrededor de quinientos estudiantes a pleno sol de mediodía.
En ese día, fue especialmente emocionante cuando una
vez finalizada la marcha unos doscientos estudiantes nos colocamos en la parada
de la autopista en Guajara y "ocupamos" tres guaguas de la 015 que
une Santa Cruz con La Laguna.
Cuando estábamos todos dentro, apretados y
sudorosos, la guagua cierra sus puertas y reanuda la marcha, sólo recuerdo el
enorme grito de alegría de todos y la sonrisa en la boca de cada uno de los que
allí estábamos.
Con el tiempo hemos logrado hacer realidad el sueño
de un bono de guaguas estudiantil, igual al que existe en otras universidades
del Estado. En primer lugar, conseguimos que para las elecciones autonómicas de
1999 casi todos los partidos recogieran en sus programas esta cuestión, aunque
tardó más de cuatro años en hacerse efectiva.
De forma rápida obtuvimos (tal vez como compensación
inicial) la llegada del trasbordo, que permitía ahorros de hasta un cincuenta
por ciento y un aumento de cerca de quinientos millones de las antiguas pesetas
en el presupuesto insular para transporte. En este caso hay que reconocer la
labor hecha por el entonces rector José Soliño, quien no dejaba de mantenernos
al tanto de sus entrevistas con las autoridades insulares y los avances que se
estaban obteniendo.
Al equipo de Castro Cordobéz le hicimos un especial
seguimiento en la cuestión de los accesos. A inicios del curso 98-99 en la Pasarela que se construyó
sobre la autopista a la altura de Guajara celebramos una inauguración paródica.
Samir con una máscara y con traje de presidente, cortó la cinta mientras Javier
leía un comunicado ante los medios. Apenas una semana después, sin presencia de
ninguna autoridad, se hizo la inauguración oficial de este acceso tan
demandado.
La verdad es que creo que unos de los “méritos” del
SEC ha sido el convertir a la universidad en un territorio hostil para los
poderosos de las Islas. Para algunos, esto será motivo de animadversión hacia
el sindicato, yo creo que es un motivo de orgullo que la Universidad de La Laguna sea uno de los pocos
espacios donde el “construgobierno” de Coalición Canaria se sienta en minoría.
Una prueba de fuego por la que han pasado ya dos
presidentes de gobierno y otros tantos consejeros de educación, han sido las
inauguraciones de curso con presencia estudiantil. Un acto, hecho como inicio
de curso, donde por tradición sólo asistían parte del profesorado con sus
elegantes togas y lo más granado de las autoridades políticas, militares y
religiosas de Canarias, se ha convertido en un auténtico mostrador desde el que
diferentes colectivos del ámbito educativo, hacen visible su opinión al respecto
del estado de este servicio.
Lluvias de confeti, estudiantes semidesnudos,
ataúdes, barcos de emigrantes, pitadas o bloqueos, siempre en un ambiente
festivo, es lo que se han encontrado Hermoso, Román o Martín.
Entiendo las úlceras estomacales generadas en los
rectores cada vez que recibían la llamada del Presidente o Consejero para
preguntar "qué les iban a hacer" ese año. Especialmente duros fueron
los de los años 2000 y 2001 ante la llegada de la LOU.
Decidimos cerrarle el paso a la comitiva que estaban
destruyendo la enseñanza pública canaria, hubo algún momento tenso e incluso
algún profesor vinculado al PSOE nos dijo "son peores que los de Coalición",
por arruinarles el bonito festín de canapés y croquetas frías que tenían preparado.
Curiosamente, nos criticaban por usar la resistencia
activa pacífica como nos enseñó un viejito indio que ayudó a liberar el mayor
territorio colonial que ha conocido el mundo. En frente, teníamos a Román
Rodríguez, presidente canario que se jactaba en sus tiempos estudiantiles de
haber tirado por las escaleras a un rector en una movilización, hay que ver las
vueltas que da la vida.
También ha sido seña de identidad del SEC un
profundo sentimiento de solidaridad con otros movimientos y causas. En este
sentido, entroncamos con una de las mejores tradiciones que nos llega del mayo
del 68.
En huelgas de trabajadores hemos tratado de hacer
llegar nuestro apoyo más o menos activo, y por supuesto los mejores ánimos.
Este fue el caso de la huelga del PAS en favor de un nuevo Convenio Colectivo.
Fue una lucha intensa, con encierros en el Rectorado a donde acudimos en varias
ocasiones y con cierres de aulas. Nosotros mismos, fuimos protagonistas de un
encierro espontáneo de cuarenta y ocho horas, con casi doscientos compañeros y
compañeras.
Incluso hubo una pequeña manifestación el 10 de Diciembre
de 1998 por Santa Cruz solicitando soluciones a la Consejería. Como
sucede siempre, los sectores más reaccionarios y derechistas de la universidad
la tomaron con el legítimo derecho a la huelga en algún medio de comunicación y
en asambleas públicas. Esta actitud es una constante en las movilizaciones
estudiantiles. En los periodos donde amplias mayorías estudiantiles se
enfrentan a un tema, siempre existe ese remanente de estudiantes que "se
oponen" al derecho de manifestación y sólo piensan en sus clases y notas.
Estos estudiantes individualistas (tal vez seres
mejor adaptados a nuestra sociedad consumista que aquellos que luchamos por
ideales), suelen contar con unos buenos aliados en los claustrales
profesionales, para los que su cargo es una medalla para el expediente y una
manera de sentirse importantes.
Esos son los primeros en poner el grito en el cielo,
cuando algún tema extra académico se cuela en las aulas o en los debates
institucionales.
Una afortunada decisión fue cuando decidimos iniciar
a fines de 1998 un programa semanal, las noches de los miércoles, en Radio
Popular Canaria. La "Hora del Estudiante", fue una auténtica
"terapia" liberadora para muchos de nosotros. Con Silvia Ascanio a
los controles del buque, Javier, Ruyman, Héctor Martín, Samir, Adán y yo mismo
como locutores asiduos, fuimos algunos de los protagonistas de este altavoz
estudiantil. Noche tras noche, entre andanadas de música Ska, Reggae, y muchos
cantautores... informábamos modesta y a veces precipitadamente de los sucesos
en el ámbito estudiantil.
Solíamos contar con entrevistados e incluso,
llevamos a representantes de conflictos
como el de los Colegios Mayores que defendían una congelación del costo de sus
habitaciones y una mejora general de la calidad de las instalaciones. En esta
radio seguimos el día a día de la educación canaria por casi tres años, y vimos
la evolución del Informe Bricall hasta la LOU.
Dentro de esta dinámica de hacer accesible la
información que nos llegaba a todos los estudiantes como objetivo básico, se ha
mantenido con diversos formatos un boletín distribuido tanto en mano como por
las paredes llamado el SEC Informa,
un intento, a veces poco pedagógico, de trasladar informaciones a nuestros
compañeros que, a pesar de todo y casi por costumbre, suelen echar en cara en
los pasa clases electorales que "no se les ha informado".
Esta queja típica debe ser tomada, en parte, como un
aviso de una labor importante que queda por hacer, pero también como una clara
señal de que hay muchos compañeros que a veces no miran más allá de sus libros
de texto y de algún que otro programa televisivo de gran audiencia. El combate
frente a ese desinterés o pasividad, creo que ha sido en parte un aliciente
para muchos de nosotros, que tal vez miramos con una extraña añoranza al mayo
del sesenta y ocho parisino.
Otro hecho feliz a partir de 1998 fue el nacimiento
de todo un clásico en nuestra actividad, como fueron las Jornadas de
Universidad y Movimientos Sociales que ya han cumplido siete ediciones (en su
mayoría en el mes de mayo). Recuerdo con especial cariño las primeras jornadas
elaboradas principalmente por Laura Morgenthaler, compañera de Filología que
actualmente da clases en el centro de Europa (aunque su corazón se lo deje en
sus islitas natales).
Con una foto en blanco y negro de una guagua de la II República llena de
obreros de la UHP
como base del cartel, trajimos estudiantes madrileños, vascos y gallegos e
hicimos unas valiosas conferencias sobre empleo o medioambiente.
Estoy convencido, de que a veces cierto sano
"egoísmo" nos lleva a hacer unas actividades poco frecuentes que a
nosotros nos interesan, es una forma de modelar el medio en que vivimos según
la imagen que nos gustaría que tuviera. La verdad que es una hermosa manera de
hacer revolución.
A nivel institucional, el sindicato siempre mostró
una conducta irregular. Un hecho significativo han sido algunas de nuestras
intervenciones, siempre cargadas de críticas a un sistema que hemos visto como
demasiado burocrático e institucionalista.
La idea de una sociedad diferente es difícilmente
identificable dentro de una institución cargada de cargos e individuos con
grandes intereses personales o sectoriales, en especial los del profesorado.
Las pancartas alusivas a sucesos actuales e incluso en ocasiones interrupciones
de la actividad con protestas se combinaron con un trabajo institucional
irregular. En los presupuestos, estatutos, reglamentos o comisiones siempre se
trató de que la voz del SEC estuviera presente, en la medida de lo posible, ya
que el periodo donde se podía trabajar sin problemas de exámenes era escaso.
Un apartado siempre duro ha sido el de la
implantación de un movimiento estudiantil organizado en Medias (institutos y
formación profesional). Es esta una tarea bien complicada desde mi punto de
vista.
Suelen ser los compañeros de últimos años, los que
se empiezan a interesar activamente por el cambio y los movimientos sociales,
justo cuando les queda poco más de un año para terminar sus estudios. Es
complicado que en un centro donde con suerte hay tres o cuatro estudiantes
organizados se mantenga esta situación de forma prolongada. La misma dinámica
hace que en poco tiempo y de forma
bastante irregular surjan líderes estudiantiles en Medias capaces de
movilizar.
Muchas veces se encuentran en solitario y suelen
"florecer" cuando llegan a la
universidad o entran en colectivos sociales. Entre 1999 e inicios del 2000
logramos tener un incipiente núcleo de Medias en Santa Cruz-Laguna.
La mayor muestra de su actividad quedó en una
manifestación el nueve de Febrero de 1999, de cerca de mil estudiantes por las
calles de Santa Cruz contra la selectividad, lo que para nosotros fue un gran
éxito. Al poco tiempo los compañeros como Irma Mora o Emiliano Oliva, que
ejercieron de líderes en esa movilización, entraron en la universidad donde
continuaron su trabajo estudiantil.
En mi modesta opinión, en el caso canario es la
filiación política de los estudiantes la que marca su pertenencia a este
movimiento estudiantil, de hecho en Galicia y Euskadi existen unos fuertes
colectivos estudiantiles en Medias gracias a una numerosa militancia política,
en especial nacionalista, que se da casi desde el inicio de la
adolescencia.
En mayo de 2000 tuvimos momentos de intenso debate.
Los que estábamos dentro de Azarug, empezábamos a trabajar para el I Congreso
del Movimiento de Liberación Nacional Canario (MLNC) que se celebró en Diciembre
de 2000 con un gran éxito. En los documentos del MLNC se articulaba el trabajo
militante de años para Azarug (desde 1992) y el de muchas personas que a veces
en solitario desde asociaciones,
partidos o sindicatos habían llevado una honesta labor.
Por supuesto, se nos planteó la posibilidad de
participar en ese congreso como SEC y compañeros llevaban el tema a las
asambleas de Azarug y más suavemente a las del SEC. Para tratar de arreglar la
situación y aclarar la estrategia se optó por hacer el I Congreso del Sindicato
de Estudiantes Canario en Tenerife para inicios de Mayo. Se presentaron
documentos sobre estrategia, un balance que presenté yo y un documento
ideológico-político que elaboró Javi. Este último texto era el más polémico ya
que trataba la forma en que el SEC se iba a relacionar con las organizaciones
del entorno y sobre todo con el MLNC.
En Azarug, a pesar de que el debate era bastante
abierto sobre qué hacer, se optó por no usar la mayoría para romper el
experimento que se inició dos años antes. Creo que hay pocas organizaciones
políticas en el mundo que teniendo la posibilidad de hacerse con el control
total de unas siglas, en ese entonces cada vez más conocidas y valoradas, opten
por ceder en sus postulados. El congreso fue un éxito desde mi punto de vista. Estoy
seguro que desde muchos puntos hubo gente decepcionada por las decisiones, pero
hubo la madurez suficiente para no perder esa oportunidad de unidad y
coherencia, que para mí y muchos otros representa el sindicato.
De hecho, jamás se ha expulsado a ninguna
organización del SEC, han sido ellas las que por voluntad propia y en respuesta
a estrategias concretas las que han optado por salir. Los documentos aprobados
en 2000 fueron una muestra del espíritu de una izquierda que al igual que se
divide y enfrenta, puede llegar a tener encuentros que en muchos casos
favorecen la aparición de movimientos sociales de gran viveza. A pesar de los
principios, a veces enfrentados a nivel de estrategia, en especial con la “cuestión
nacional”, se supo mantener un trabajo unitario hacia el exterior.
Este periodo que va de 1997 a 2002 fue una escuela
a todos los niveles. Junto con mi experiencia en Azarug, en especial el
esfuerzo sobrehumano de los Encuentros Juveniles de verano, creo que han
ayudado a ser la persona que soy hoy. Cuatro años de enorme intensidad donde
pasamos de ser un grupo residual y minoritario, a convertirnos en legítimos
portavoces del estudiantado canario.
Hemos visto nacer y morir muchas siglas y
experimentos de organizaciones a nuestro alrededor, proyectos que en muchos
casos morían a la misma velocidad con la que nacían. El SEC siempre ha ocupado
un puesto de referencia, y ha seguido una línea coherente hasta hoy.
En ese periodo de especial unidad y pluralidad las
asambleas internas o los congresos se convertían en pulsos ideológicos aunque
en la calle éramos un bloque. Son estos además los años del PP y su
acercamiento a los postulados más reaccionarios del neoliberalismo europeo
sobre educación. Desde fines de 1999 empezamos a oír hablar del Informe Bricall,
donde se trazaban algunas líneas de lo que luego sería la Ley Orgánica de
Educación.
Compañeros como Marco Lojo se estudiaron el
documento, y lo llevamos a asambleas por la universidad e incluso salimos en
manifestaciones muy pequeñas, ya que la mayoría del estudiantado no le había
visto las orejas al lobo. Sin embargo, fuimos ayudando a calentar motores para
las grandes movilizaciones del 2001. Creamos una práctica de trabajo intenso y
una importante red de contactos por los campus.
También intentamos de forma reiterada trabajar con
compañeros de la
Universidad de las Palmas (ULPGC), que iniciaron su trabajo
con las siglas de Frente Estudiantil Canario (FEC) en 1998 y en vísperas del
2001 empezaron a denominarse SEC. En el inicio de curso de 2001 en Las Palmas,
donde acudió la
Ministra Pilar del Castillo, ya el SEC estaba con pancartas,
megáfonos y pitos a las puertas del rectorado (una de las primeras veces que
pasaba esto en la ULPGC,
para sofoco del rector Manuel Lobo).
"Pilar del Castillo es hija del
caudillo"
El 16 de marzo de 2001 vivimos un nuevo proceso
electoral, nuevamente sin cumplirse los dos años preceptivos entre convocatoria
y convocatoria. El SEC presenta más de cien candidatos. Fue una campaña
especialmente sucia por parte de un grupo vinculado al PP llamado GRITA, que se
dedicó a ir por las clases llamándonos batasunos o cualquier otro apelativo
facha. A pesar de la contra campaña, el SEC logra una amplia mayoría de 33
claustrales, para preocupación de los grupos conservadores de la universidad, e
incluso para algún personaje de los que hacen artículos de opinión en los
periódicos.
Habían ganado los chicos malos y la verdad es que lo
celebramos bien por La Laguna
con banderas tricolores y rojas. Una de las pocas repeticiones a nivel del
claustro la protagonizó María Mejías, heredera de lo peor del sectorialismo de
PEETEC en su grupo llamado EPUC. Esta compañera, aprendiz de estudiante
profesional e íntima amiga de algunos de los personajes más lamentables para
nuestra educación, como Urbano Medina (Director General de Universidades del
gobierno canario), se sigue perpetuando en el claustro, siendo actualmente la
quinta columna de CC en la ULL.
Creo que desde el SEC, siempre se ha tenido claro
que nuestra labor militante, aun siendo importante, es secundaria con respecto
a los estudios. Sacrificar horas lectivas e incluso alargar algo la época de
estudiante no debe ser comparado con el trabajo de ciertos profesionales
universitarios, a la caza de cualquier puesto y que ya peinando numerosas canas,
siguen año tras año en el calor institucional.
En el 2001 nuestra labor de información a los
estudiantes se vio de forma rápida superada por los medios de comunicación, que
desde antes de verano estaban calentando el ambiente (sobre todo los vinculados
a Polanco). Las asambleas informativas eran cada vez más numerosas, a veces de
varios cientos de estudiantes en los momentos álgidos.
El inicio de curso 2001-2002 fue en todo el Estado
bastante tenso. En Canarias el presidente Román y su Consejero de Educación
Ruano fueron perseguidos por los estudiantes en los inicios de curso de ambas
universidades. Entre el profesorado, en especial en aquellos más vinculados al
PSOE se articularon asambleas.
Desde Medias a la universidad, todo el mundo parecía
rechazar la LOU
por ser una ley retrógrada, privatizadora de la educación y limitadora de los
derechos democráticos estudiantiles. En Medias los compañeros de los últimos
cursos empezaban a organizarse en comités de huelga por todas las Islas,
especialmente contrarios a la idea de la Reválida que, aunque directamente no les afectaba
a ellos, sí eran solidarios con sus compas de la ESO.
En el Salón de Claustrales, donde desarrollábamos
nuestra actividad, empezamos a ver como las llamadas pidiendo información nos
colapsaban. Por primera vez no éramos nosotros los que buscábamos a la gente
para informar, directamente nos llamaban.
Institutos de Candelaria, La Orotava, La Laguna, El Paso (La Palma) o Tamaimo nos pedían
información y a duras penas se la servíamos. Gracias al Sindicato de
Trabajadores de la Enseñanza
de Canarias (STEC) y a Enseñantes
Asamblearios (EA Canarias), pudimos mandar cientos de fax con “dosieres” sobre la LOU o calendarios de
actividades.
Probablemente sin ese apoyo del profesorado hubiera
sido mucho más difícil la movilización de finales de año. Era emocionante
cuando veías a chicos de 16 ó 17 años que venían desde Tamaimo o Chío a las
asambleas, y tomaban la palabra pera pedir "guerra" a la LOU.
Las asambleas abiertas empezaron a sobrepasarnos y
el desgaste de trabajo era grande. Casi no había un día, donde no hubiera
alguna actividad sobre la
LOU. Para colmo, los medios de comunicación se sumaron
masivamente al proceso con entrevistas y debates. Realmente entre Octubre de
2001 hasta Marzo de 2002, son los extremos de una pirámide de actividad, cuyo
cenit estuvo en los meses de Noviembre y Diciembre.
En La
Laguna, una amplia mayoría de alumnos, PAS y profesorado
estábamos opuestos a la LOU
por diversos motivos. Incluso militantes del PP, miembros de Comisiones Obreras
(que paradoja tan típicamente posmoderna), mostraban un moderado rechazo al
texto que apenas había sido debatido con los rectores y mucho menos, con el
resto de la comunidad.
José Gómez Soliño nos estuvo manteniendo informado
de las reuniones de la CRUE
(Conferencia de Rectores), mientras que por otro lado, entramos en contacto con
compañeros de otras universidades del Estado para coordinar campañas y
acciones. Dentro del SEC convivían dos sensibilidades, una muy proclive a
mantener e incluso regularizar los contactos con otras organizaciones.
El sector nacionalista, representado por los
compañeros relacionados con el MLNC (Movimiento de Liberación Nacional Canario)
al cual yo pertenecía, no lo veíamos tan claro. Desde siempre hemos considerado
secundario el contacto con realidades a priori muy lejanas a las nuestras y
difícilmente equiparables. Mantuvimos dos reuniones, una en Granada y otra en
Salamanca con organizaciones estudiantiles que nos sirvieron (por lo menos a
nosotros) para confirmar que una virtual coordinación estudiantil a nivel del
Estado Español era imposible.
En el caso de la de Salamanca, donde tuve la ocasión
de participar junto con Guazimara Vera -portavoz del SEC en Las Palmas-, fue
una de las últimas reuniones de coordinación que para muchos, una vez pasada la
euforia anti LOU, sólo nos llevó a comprobar las duras repercusiones de la
"derrota" de la movilización, una vez aprobada y aplicada la Ley, para el movimiento
estudiantil.
Los intentos sobre todo de los compañeros de
Juventudes Comunistas de establecer esa coordinadora se vieron frustrados por
la escasa implicación de los compañeros de universidades de gran peso como la Complutense, la poca
fuerza en los lugares con fuerza nacionalista (Cataluña, Euskadi, Galicia y en
parte, por la delegación canaria de la que éramos cabeza visible).
Por otra parte desde, las Juventudes Socialistas a
nivel del Estado se hicieron esfuerzos por rentabilizar su presencia en estas
movilizaciones con su resucitación para el movimiento estudiantil. En La Laguna, vimos aparecer a
ACEP, en gran parte formado por militantes y simpatizantes socialistas.
En asambleas del SEC, donde nos apretábamos a veces
más de cincuenta pibes y pibas, estábamos decididos a no dar nuestro brazo a
torcer y aportar el trabajo necesario para acabar con la LOU.
Nos decidimos por seguir las convocatorias estatales
de los días 7 y 14 de Noviembre, con pegadas masivas de carteles, reparto de
panfletos, charlas informativas y actos. Llegamos a importantes sectores de
nuestra universidad.
En Guajara se vivieron mañanas y tardes de asambleas
donde compañeros como Eparquio Delgado, Marco o Lulett, trasladaban toda la
información disponible y tratábamos de decidir "qué hacer" como
dirían los viejos leninistas.
En Anchieta, Ruyman Afonso, Jacob, Lucía y otros
muchos buscaban clase por clase a la gente para ofrecerles información, a pesar
de las reticencias de parte del profesorado.
El día 7 desde muy temprano estábamos ultimando el
trabajo en claustrales. Los teléfonos fijos y móviles no paraban de sonar.
Había tensión, era la primera prueba de fuego y las semanas habían sido
extenuantes para la mayoría.
El día anterior, la LOU había entrado en el Senado para ser debatida
lo que era un aliciente más. Empezaba a demostrarse que los años anteriores
habían sido una escuela eficiente para lo que estaba por venir. Yo no me quise
acercar a la puerta del Edificio Central de la universidad casi hasta la misma
hora de la manifestación, temía un fracaso. Poco a poco, a medida que se
acercaban las doce, entraban cada vez más compañeros que hablaban del montón de
gente que había fuera, y no me engañaban.
En el exterior de la Central habían miles de
compañeros y compañeras de Medias y universidad, la policía hablaba de cerca de
diez mil (irónicamente hasta sobrepasaron las cifras que dimos los
organizadores, sin duda un hecho insólito para la prensa). Carteles pintados con
témperas o rotuladores, tambores, disfraces, pañuelos palestinos y libretas,
todo era color en los aparcamientos de la universidad. Un poco antes de la una,
decidimos a duras penas organizarnos y poner en marcha la manifestación.
Era una fiesta colorida y sobre todo joven, ya que
pocos profesores se acercaron a la misma. Lidiando con la prensa, las
pancartas, megáfonos, la Policía Local
y el coche de cabecera logramos llegar a la Cruz de Piedra, subir Calvo Sotelo cubriendo
apretadamente un carril de lado a lado. En la Calle Barcelona
nos sentamos en silencio percatándonos del río humano que éramos, para después continuar con las consignas por
Heraclio Sánchez y la Avenida
de la Trinidad. Había
muchos estudiantes en los balcones, que con cacharros y pancartas nos animaban,
incluso nos tiraban confetis como en una marcha yankee.
Al llegar al final de la Trinidad, donde estaba la
sede del PP, algunos nos preocupamos de que se fuera a "armar". La
subdelegada Pilar Merino, curiosamente, nos había obligado a seguir esa ruta.
Cuando la gente empezó a pararse y algunos huevos volaron rumbo a las ventanas “peperas”,
nos intentamos colocar de barreras (creo que el artículo que algunos querían
ver al día siguiente era sobre lo malos, antidemocráticos y radicales que
éramos), por fortuna la cosa sólo quedó en una anécdota. Finalizamos la marcha en la Plaza del Mercado de La Laguna.
Las noticias que nos llegaban eran optimistas,
cientos de miles de estudiantes en Canarias y España habían salido a la calle
en defensa de la educación pública. Curiosamente, hacía menos de dos años el 9
de diciembre de 1999, apenas conseguimos movilizar a cuatrocientos
universitarios por las calles de Santa Cruz pidiendo una enseñanza digna. De
alguna manera, ese trabajo hecho favoreció que las redes de información y
protesta contra la LOU
recorrieran los campus y facultades.
Desde unas semanas atrás, nos habíamos decidido por
abrir la lucha anti LOU a todos aquellos estudiantes sin filiación política,
Delegaciones de Alumnos e incluso otros grupos estudiantiles.
En todos los lugares animábamos a que se formaran
Comités de Huelga (tal vez inspirados por los compas de la UNAM mexicana que hacía poco,
habían vivido una gran huelga de casi un curso entero en defensa de la
enseñanza pública), y la verdad es que, salvo excepciones, en casi todas las
facultades hubo alguno.
Todos los campus vieron sus paredes cubiertas de
carteles, paneles informativos y pancartas. Decidimos abrir las asambleas a
todo el estudiantado y en Magisterio o Guajara logramos juntar a varios cientos
de compañeros para decidir juntos lo que íbamos a realizar. Esta actividad
incluso, hizo que apenas pudiéramos pararnos a reflexionar sobre lo que estaba
pasando y como iban caminando las cosas.
La siguiente convocatoria de movilización fue la del
14 de Noviembre. En esa también estábamos muy preocupados ya que con las prisas
y los deseos de un sector del sindicato de secundar todas las movilizaciones
estatales coincidió con el día de "la fuga". A pesar de todo la
presencia en las calles laguneras volvió a ser masiva.
Los compas de institutos cercanos como La Laboral y el Viera
tuvieron una magnífica labor en sus Comités de Huelga. Acordaron con los
profesores las salidas y a los compañeros de la ESO, ya que era día de Huelga, les recomendaron
que se fugaran ya que al tener menos de 16 años no les dejarían salir. Tuvimos
noticias de que en un instituto de La
Palma al no dejarlos salir se habían manifestado por las
canchas del centro. En La
Orotava y en el sur también hubo marchas.
Creo que incluso ayudó a este nuevo éxito la brutal
carga policial que el día siete había tenido lugar en la Avenida Marítima de Las Palmas
contra los estudiantes. Había un gran sentimiento de rabia y fraternidad. A pesar de nuestras peticiones de una nueva ruta que
evitara la sede del PP, nuevamente nos obligaron a seguir el mismo camino.
Esta vez unos compañeros del Realejo hicieron una
irónica escenificación de la carga de Las Palmas que provocó risas generales. Las
protestas fueron aumentando progresivamente en todo el Estado. En algunas
universidades, en especial la de Santiago de Compostela, se desarrollaron actos
muy originales. Se importaron las cacharradas (llamadas en España caceroladas),
y en La Laguna
tuvimos noches de escandalera bajo las estrellas.
En el SEC, o por lo menos el sector más amplio
dentro del mismo, quisimos prestar especial atención a la actitud de Coalición
Canaria como colaboradora del PP en este proceso de la LOU. Román Rodríguez,
Ruano y Urbano Medina se convirtieron en objetivos de nuestras campañas y
ruedas de prensa.
Teníamos una visión clara de que los representantes
políticos canarios estaban jugando una carta de apoyo al gobierno español a
cambio de dinero, lo que era aún más repugnante que la labor propia e ideológica
ejercida desde el PP. Finalmente CC y PP
fueron juntas de la mano en este proceso, sin contar con nadie más y con un
amplio rechazo social.
Las encuestas demostraban como el gobierno popular y
su Ministra de Educación se resentían en el apoyo electoral. A la larga las
movilizaciones de la LOU
iniciaron un camino que llevaría a la derrota del PP y a un claro oportunismo
ejercido por el PSOE, que supo convertirse en el voto útil de una juventud
tradicionalmente abstencionista, pero llena de rabia que participó en las
marchas contra la LOU,
la Huelga General,
el “Prestige” y la guerra de Irak.
La aparición de grupos como ACEP en La Laguna, donde la militancia
juvenil socialista era más que residual por muchos años, demuestra que a nivel
de estrategia el PSOE trató de convertir luchas justas en defensa de la
educación, la paz o el medioambiente en votos.
A día de hoy, cuando Zapatero aprueba la LOE para las Medias, con
severas deficiencias, ningún grupo vinculado al PSOE levanta la voz o se
organizan, se ve que prefieren unas militancias en los movimientos sociales,
pero de baja intensidad. Para los compañeros de ACEP era mucho más sencillo
llevar pancartas y panfletillos que currarse las manifestaciones. Preferían
poner a caras bonitas como Patricia Hernández o Amada, antes que transformar
sus conocimientos sobre el tema en un movimiento estudiantil coherente y
duradero.
¡¡Todos a la consejería!!
En el SEC, tal vez de forma precipitada y poco
meditada, optamos por dar un nuevo giro de tuerca a las protestas. En una
asamblea de profesorado en la
Central que había para el martes 20 de Noviembre, decidimos
convocar a estudiantes. Era un día de bruma y lluvia muy poco favorable a
cualquier acto. Tomamos los megáfonos y lanzamos la propuesta de ir a la Consejería de Educación
a pedir explicaciones de porqué se estaba apoyando las políticas educativas del
PP. Unos cien pibes y pibas mojados bajamos en la guagua rumbo a Santa Cruz.
Había una mezcla de gentes de delegación, del sindicato y muchas personas a título
individual.
A principio de curso, habíamos hecho una intentona
de ver al consejero entrando diez compañeros del SEC en la Consejería, sólo
obtuvimos una cita con Urbano Medina, que se dedicó a no decir nada en claro y
a burlarse de los interlocutores estudiantiles. Esta vez éramos diez veces más
y teníamos claro que no nos iban a engañar. Nadie se esperaba nuestra llegada a
la Consejería,
ya que no estaba avisado ni convocado, los medios de comunicación se enteraron
sobre la marcha.
Llegamos a la sede de la Consejería, casi a la
hora de cerrar. Tocamos a la puerta y a pesar de los intentos del segurita, con
otros compas mantuve abierta la puerta hasta que pasó el último compañero. Una
vez dentro ocupamos toda la recepción y solicitamos ver a Ruano. Por supuesto
nos dijeron que no estaba, que nos teníamos que marchar...pero no nos fuimos.
Sobre la marcha decidimos esperar allí hasta que nos recibiera y la situación
se prolongó por doce días.
De los casi cien compañeros, finalmente nos quedamos
a pasar la noche unos doce. Recuerdo en estos momentos a Bentor, músico de gran
calidad, Ana de Magisterio con su cariño haciendo pulseras artesanales que nos
regaló a todos, Fayna Brenes nuestra pequeña aprendiz de bióloga y hoy madre
afanada, Ruymán Afonso noble compañero de Azarug, Banessa filósofa luchadora
del sur turístico, Leonor (nuestra Leito)
compañera de lucha entrañable, Gabi nuestro aprendíz de profesor arafero,
Eparquio Delgado comprometido cantautor orotavense, Nacho y Yurena compañeros
de amores y militancia, que han ayudado a mantener el sindicato hasta hoy...y
muchas más personas y amigos, que incluso desde fuera, nos estuvieron
acompañando los días de encierro.
Especialmente entrañable, era la presencia de un
profe de la universidad, Pepe Ramos, de Filología, que día tras día, a veces
sentado humildemente sobre un cartón, nos apoyaba intensamente.
Era bonito ver como la solidaridad y simpatía por
nuestra causa era enorme. Incluso los seguritas eran a veces cómplices y nos
facilitaban nuestra estancia. Era curiosa la imagen en la Consejería con varias
casetas en el exterior, carteles pegados con la foto de Ruano y mientras,
arriba pibes y pibas cantando temas anti LOU o usando megáfono, incluso
llegamos a llamar a un programa de la radio en plena madrugada para explicar
nuestra acción.
En la puerta, compañeros y compañeras se turnaban
para traernos comida o agua, hasta alguna de las trabajadoras de la Consejería alguna
mañana tempranito nos dejaba, casi clandestinamente, termos de chocolate y
dulces.
En La
Laguna la solidaridad recorría las aulas. Carteles con la
foto de Ruano y variadas consignas de protesta aparecieron por la ciudad. Al
gobierno canario no le quedó otra que recibir a una delegación de estudiantes.
Ruano y el Director General de Universidades en una sala de Usos Múltiples
recibieron, ante una nutrida representación de periodistas a los estudiantes.
Sus caras pasaron del blanco al rojo cuando se
encontraron con diez compañeros con las bocas tapadas, que sólo escucharon una
breve explicación sobre la LOU
desde el punto de vista de los lacayos del PP. La protesta se había endurecido
ante la falta de respeto de los representantes de CC, que como es habitual se
negaban a la más mínima concesión. Ahora se pedía que el Consejero fuera a la
universidad a explicar su postura.
El 28 de Noviembre había una nueva convocatoria de
manifestación desde el Estado, habíamos visto como incluso los días que había
convocatorias, que habíamos decidido no secundar, como la del 25 N, había
institutos que recibían fax del Sindicato de Estudiantes Estatal y salían a la
huelga.
Optamos por distinguirnos haciendo una marcha
nocturna. La idea inicial es que esta manifestación terminara en la Consejería y marcara el
fin del encierro. En los días previos, habíamos ido notando cada vez más el
desgaste de un encierro donde apenas podíamos dormir sobre el suelo o los
sillones de la entrada, y donde no disponíamos de un espacio adecuado para el
aseo.
Los que estábamos dentro verdaderamente experimentamos
una fuerte sensación de grupo y amistad. Hubo asambleas ante la puerta de la Consejería, donde
algunos compañeros no entendían nuestros posicionamientos sobre el encierro, en
especial sobre el momento donde se debía terminar. Había dos opciones, una era
acabar el día de la manifestación, uniéndonos a los compas que llegasen, y la
otra era continuar hasta que el Consejero aceptara las condiciones que nosotros exigíamos.
Tuvimos largas charlas al respecto y decidimos todos
continuar a pesar de que el cansancio ya era notable. Por mi parte, la falta de
sueño, el exceso de humo de los fumadores empedernidos y la falta de mi
tratamiento anti asma me provocó una crisis bastante fuerte. El Conserje se
preocupó bastante con mi aspecto y llamó a una ambulancia que me llevó a
urgencias donde me pusieron oxígeno y el tratamiento. Fue para mí un día duro,
como si los hubiera abandonado a su suerte. No pude ir ni siquiera a la
manifestación de esa tarde por Santa Cruz.
Nuevamente más de diez mil estudiantes llenaron la Plaza La Paz con un ataúd
de le educación pública, velas y antorchas. Todos los que pudieron asistir la
recuerdan con especial cariño. Jóvenes de luto, con velas y en silencio por las
calles de la capital, era algo bastante insólito.
Al día siguiente, el asmático que les habla esta
plantado en frente de la Consejería
hablando entre las rejas de la entrada con mis compas. Corría el rumor de que
se los iba a desalojar y la tensión crecía. Algunos compañeros no entendían el
que se continuara con el encierro y más cuando algunos de los militantes más
valiosos estaban "atrapados", cuando su labor hacía falta fuera. Esa
noche volví a colarme en la
Consejería, fue la última.
Dentro teníamos una percepción muy subjetiva de lo
que estaba pasando y lo que se vivía en la Universidad, donde
estaban apareciendo una serie de personas en las asambleas que tomaban cada vez
más protagonismo lanzando modelos de funcionamiento diferentes a los que
inicialmente habíamos hablado. Buscaban un nuevo tipo de organización más
adecuado para ellos, que no estaban consolidados en los centros.
Nosotros estábamos desde hace tiempo trabajando en
los Comités de Huelga por centros e institutos como la fórmula más cercana al
estudiante. De alguna manera, tratamos de que a través de una coordinadora se
estableciera las medidas a tomar y las acciones, previa consulta con la
asamblea abierta.
En una de las asambleas, doce días después del
encierro, los compas que quedaron salieron de vuelta a la universidad. En una
gran asamblea en el Campus de Guajara, con el Aula Magna llena a rebosar de
compañeros y compañeras, fueron recibidos con una enorme ovación por todo el
sacrificio realizado. Fue uno de los momentos más emocionantes de la lucha
contra la LOU en
Canarias.
Una vez "reagrupadas" nuestras fuerzas
universitarias volvimos a retomar la actividad en las asambleas abiertas. Se
estaban realizando acciones de protesta en los puentes de la autopista para
mantener la llama encendida, como la del día 30, que pretendía unir Anchieta
con Los Rodeos como muestra de solidaridad con la marcha del día 1 de Diciembre.
En las asambleas el debate se enconaba, los
"recién llegados" (muchos vinculados al PSOE), habían visto despejado
el terreno mientras el SEC mantenía abierta la brecha de la Consejería. Un
reducido grupo de profes como Alberto Enciso, persona entregada a los
movimientos sociales hasta la médula, estaban secundando el salto a ninguna
parte que pretendían algunos dar con la Asamblea. Compas
de la Delegación
de Alumnos de Psicología y de Bellas Artes con bastantes prejuicios hacia el
SEC, así como un puñado de personas de las Juventudes Socialistas, se empeñaban
en hacer una estructura a su imagen y semejanza, donde ellos sentirse cómodos.
Los militantes del sindicato hicimos piña, a pesar
de nuestra múltiple adscripción política, todos entendimos que el modelo
verdaderamente asambleario que evitaba
futuras manipulaciones, era el basado en la coordinación de los Comités de
Huelga de las facultades, centros e institutos que desde hace tiempo, estaban
funcionando perfectamente. Creo que ellos se veían en desventaja frente a la
veteranía del SEC, ya que disponíamos de contactos en casi todos los comités.
El gran debate sobre la cuestión se celebró en el
Aula Magna de Guajara en los primeros días de Diciembre. En la calle no
habíamos dejado de tener actividad, una de ellas con escaso éxito por la
complejidad organizativa que requerían, era la organización de filas de parados
en el ICFEM a modo de protesta. Llegamos a la asamblea con la clara idea de
trasladar nuestro modelo de trabajo y que este fuera aprobado nuevamente.
El debate fue largo y hasta frustrante para muchos
que no entendían el contenido del mismo. Nacho fue el encargado de defender
ante una pizarra la forma de trabajo que proponíamos mientras del otro lado,
desde la mesa donde había un estudiante de Periodismo con unas actitudes muy
poco dialogantes, se trataba de retrasar la toma de decisión.
Finalmente, la mayoría de la asamblea optó por la
fórmula propuesta por el SEC ya que mucha gente venía de los Comités de Huelga.
Esta acción nos costó que Iván, de la Delegación de Psicología, nos llamase fascistas
en los medios.
Lo cierto es que los "super revolucionarios de
la muerte" se marchitaron tan rápido como florecieron, y el sindicato a
fecha de hoy sigue desarrollando su labor de representación. Al amigo
periodista que hasta quiso marcharse de la asamblea tras perder la votación, y
después nos llamó en Canal 7 "destructores del movimiento
estudiantil", no se le volvió a ver
al pelo en nada más. Consiguió un puestito en la tele como ex portavoz
estudiantil retirado y hace poco me lo vi en la tele, tras su etapa como jefe
de deportes de la SER
en Barcelona (no había cambiado mucho salvo en el acento y la chequera).
El mes de Diciembre sin duda, marcó el principio del
fin de las movilizaciones. Tras el enorme esfuerzo desarrollado durante Octubre
y Noviembre había un sentimiento de agotamiento, empeorado por las
convocatorias de exámenes, que como todos sabemos, son un elemento paralizante
del movimiento estudiantil. Cada vez había más gente que se quejaba del exceso
de días de huelga entre el profesorado y el estudiantado.
También había desencanto ante la actitud del PP y su
socio CC que ignoraba cualquier acción y mantenía el acelerado calendario de
aprobación de la Ley. Por
otra parte, teníamos a los medios de comunicación de Polanco, y a Zapatero
agarrado a todas las pancartas de cabecera que podía con la complacencia de los
sindicatos CC.OO y UGT.
El 1 de Diciembre los socialistas escenificaron su
circo mediático en una gran manifestación por las calles de Madrid que nosotros
y la mayoría estudiantil no secundamos e incluso criticamos, creo que alguno de
los compas de ACEP se fue para allá (a lo mejor la senadora fue a mirar pisos
de alquiler).
En los claustros, también se vivieron momentos
duros, sobre todo por su enorme duración. Los escasos portavoces del oficialismo
apenas daban la cara en las reuniones, estaban escondidos.
Desde que a finales del curso anterior se rechazara
por mayoría la Ley,
en casi todas las convocatorias había salido la cuestión de la
LOU. El 28 de Noviembre (antes de los días
de huelga del 29 y 30) se pidió la dimisión de Pilar del Castillo a propuesta
del SEC, y que el Delegado del Gobierno en Canarias fuera nombrado persona non grata tras la brutal carga de Las
Palmas.
Incluso, una de las convocatorias de manifestación
se decidió en un claustro. La última de las grandes manifestaciones de la LOU, el día 14 de Diciembre. Ese
viernes, la convocatoria conjunta de profesores, PAS y alumnado congregó a más
de 3000 personas. Consideramos que el hecho de hacer la convocatoria un viernes
fue aliciente para que muchos optaran por fugarse.
No nos gustó mucho que un concejal de CC como
Gilberto Alemán leyera el manifiesto, y tampoco nos gustó la búsqueda descarada
de la cabecera de compañeros claustrales que, hasta entonces, apenas habían
hecho nada en este conflicto, salvo ir a votar a los claustros.
Cuando estábamos llegando cerca del final de la
manifestación, decidimos romper la marcha para ir a la Consejería. Algunos
profes se mosquearon un poco, pero hay que reconocer que muchos estudiantes nos
siguieron en una marcha espontánea y lúdica, que acabó lanzando consignas
contra la Consejería,
en la misma puerta y escoltados por unos aburridos antidisturbios.
Finalmente, la apisonadora del PP en el Congreso de
los Diputados español aprueba a fines de Diciembre la LOU, que sale en el BOE del
día 21. El PP hábilmente aprovechó el periodo vacacional para asegurarse la
calma y usó la vía rápida para llevar la
Ley a una aplicación definitiva. Nos fuimos a las navidades
con una sensación agridulce y serias dudas sobre lo que seguiría.
El 23 de enero de 2002, con la gente desmovilizada y
pensando en los exámenes de Febrero, el claustro asume la LOU y a propuesta del grupo
del alumnado UN+ES se decide convocar nuevas elecciones para el 9 de Mayo. Casi
de inmediato en nuestras asambleas el tema electoral se convirtió en una
cuestión bastante "caliente".
En esta situación, a pesar de ciertos cambios que se
habían logrado respecto al anteproyecto o lo anunciado en el Informe Bricall,
la sensación general era de derrota. Por los campus se vivía una saturación de
movilizaciones y deseos de vuelta a la calma. A partir de Enero la lucha
estudiantil se reduce a niveles mínimos.
Los exámenes aumentan esa parálisis con la que la Ministra y el Consejero
contaban. El 7 de Marzo, tras el paréntesis académico, volvimos a salir a la
calle esta vez incluyendo la peligrosa Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza (LOCE), que
iba a afectar a los alumnos de primaria y secundaria.
Por razones obvias, las movilizaciones fueron
sensiblemente inferiores a la LOU,
e incluso, el profesorado estaba bastante dividido ya que el gobierno había
aprendido del proceso anterior y ahora iba con pasos más lentos buscando
apoyos. Apenas cuatrocientos salimos esa mañana por las calles de La Laguna, en muchos casos era
la gente más activa de los Comités de Huelga y un grupito de ACEP, que volvió a
usar una de nuestras acciones para repartir panfletillos.
En el sindicato, ante la división sobre que hacer
ante el proceso electoral optamos por hacer una asamblea monográfica para el
día 17 de Marzo donde tratar la cuestión. Se presentaron tres documentos, uno
por parte de Javi que trataba de ser una posición media, otro por Luís
Hernández y Marco, y el último que defendí yo mismo.
Los contenidos eran un análisis de lo que había
pasado en las luchas contra la LOU,
y cuál debería de ser nuestra estrategia ante las elecciones. Los documentos de
Javi, Marco y Luís defendían que el SEC tras nuestra implicación en la lucha
estudiantil no podía acatar la LOU
y su resultado más inmediato, que eran las elecciones que modificarían y
adaptarían a la nueva normativa a la
ULL.
Mi documento entendía esa postura, aunque consideraba
que era un error que después de todo el tiempo invertido y el enorme esfuerzo
de militancia de los últimos años, dejáramos de estar presentes en los órganos
de decisión de la universidad.
Consideraba que sin el espacio de trabajo
institucional que ocupaba el SEC, los estudiantes perdían una organización
reivindicativa y de base que les representara dejando el Claustro en manos de
burócratas y estómagos agradecidos. Por un día entero en el Salón de Actos del
Colegio Mayor San Agustín, discutimos y tratamos de obtener una postura que
fuera aceptable para todos.
Finalmente, hubo que votar (a veces es la última
medida que se puede tomar) y la mayoría aceptó participar en las elecciones de
Mayo. En los discursos se trató de tranquilizar a la gente y evitar mayores
tensiones, ya que juntos habíamos protagonizado momentos importantes del
movimiento estudiantil canario.
Al día siguiente, tuve que ir a Salamanca donde se
celebraba el Foro Social, ya que visitaban la ciudad representantes de cultura
de varios puntos de Europa y estaría la Ministra.
En la misma ciudad, habría una asamblea de la Coordinadora Estatal
del Movimiento Estudiantil (CEME), organización que intentaba coordinar el
trabajo movilizador de los estudiantes en el Estado Español. Como indiqué
anteriormente, estuve acompañado por Guazimara Vera, portavoz del sindicato en
Gran Canaria. En la ciudad se había realizado un gran esfuerzo para mantener a
toda la gente que se trasladó.
Las facultades se usaron de dormitorios enormes y se
celebraron una gran cantidad de charlas y conferencias a las que no pudimos
asistir, ya que paralelamente era la reunión de la CEME. En las asambleas
conocimos otras realidades interesantes, y la percepción general era la de que
tras un auge enorme de movilizaciones se vivía una absoluta parálisis del
movimiento, que en muchos casos estaba casi desaparecido.
En la mayoría de casos se estaba debatiendo la
cuestión electoral y se tenían también divisiones, aunque la dinámica general
era la de participar desde la crítica e intentar hacer todo lo posible porque
las decisiones tomadas fueran lo más progresistas posibles. Tuvimos especial
buena relación con los compañeros de Santiago, vinculados al nacionalismo
gallego, con los que defendimos la no institucionalización del CEME como una
especie de órgano estudiantil estatal, ya que había sectores de nuestra
organización que no veían bien la idea de coordinadoras estatales, al ser la
realidad educativa canaria sensiblemente diferente.
La gente de Juventudes Comunistas de diferentes
partes del Estado, que en su mayoría formaba las delegaciones, querían ese
órgano a toda costa. Finalmente, se pospuso la toma de decisiones para
asambleas posteriores y se acordó hacer una convocatoria de manifestación para
finales de mes.
En Salamanca, vi similares problemas dentro de la
izquierda e incluso en la asamblea previa a la gran manifestación
antiglobalización, se demostró como a veces las pequeñas cosas son las que
provocan roces y enfrentamientos innecesarios.
Compas anarquistas se enfrentaban con los
independentistas de Castilla sobre los lemas, o si tal bandera iba alante o
atrás. La manifestación al final fue bastante exitosa y fraternal, a pesar de
la burrada de antidisturbios que había y del helicóptero que nos sobrevolaba
día y noche.
Me gustó especialmente la solidaridad de los
compañeros que habían pasado por la lucha contra la LOU, y que incluso nos abrían
sus casas para que descansáramos, parecíamos veteranos de una guerra.
De vuelta a la isla, tuvimos nuevamente agitación en
las reuniones. Teníamos bastante prisa por empezar a preparar la campaña, ya
que en los primeros días de Abril debíamos entregar la candidatura.
Un grupo de compañeros aparecieron con una carta.
Marco, Luís, Jonny, Javi, Peter y Lucía
entre otros, hablaban de que había manipulación en las tomas de decisión, que
no podíamos participar y nos comunicaban que se iban del sindicato y que
apostarían por el boicot a las elecciones como estrategia. Para mi fue una de
las reuniones más duras y desagradables de mi etapa estudiantil, ya que
demostraba una desconfianza hasta personal con respecto al trabajo propio y del
resto de los compañeros.
Por fortuna, la mayoría teníamos una clara idea de
que era necesario mantener el trabajo del SEC. Los especialistas en movimientos
sociales se suelen referir a los picos y valles de las movilizaciones y cómo a
veces, una vez pasados momentos de gran fuerza, se dan procesos de ruptura o
desinflado de las organizaciones. El mejor ejemplo que podemos tener en el
pasado es tras la
Segunda Guerra Mundial, en Italia, donde tras el éxito
inicial del Partido Comunista en la clandestinidad, capitalizando en gran parte
la lucha antifascista, acaba dividido en facciones enfrentadas.
A inicios de abril presentamos una candidatura de
casi cien personas donde la compañera Yurena González estaba de cabeza de
lista. Sin duda para todos fue un gran alivio la aparición de Nacho y Yurena,
con su gran compromiso militante con el sindicato. Que Yurena aceptara el
puesto de cabecera fue una alegría personal.
Era la candidata que podía ser aceptada por todos
los sectores. Estaba especialmente contento ya que, por primera vez en bastante
tiempo, pasaba a un segundo plano y me centraba en acabar los últimos exámenes
de carrera. Simbólicamente ocupé el número 33 de la lista recordando la
cantidad de claustrales obtenida en las últimas elecciones, teníamos claro que
la campaña sería dura para nosotros.
Los días previos al día nueve vivimos un intenso
trabajo de pegada de carteles, pasadas por clase, reparto de programas, etc..
Mientras, teníamos a ex compañeros del SEC haciendo algunos actos en favor del
boicot a las elecciones, pidiendo voto nulo en aquellas facultades donde
siempre habíamos contado con más apoyos. En otro lugar estaba ACEP, con su
campaña centrada en su patético enfrentamiento con el sindicato. Nosotros no
caímos en argumentos infantiles y optamos por hacer una campaña limpia,
hablando claro y defendiendo los valores que siempre habíamos llevado a todas
partes.
En nuestro cartel se veía una pancarta contra la LOU llena de gente y el lema
de: "SEGUIMOS LUCHANDO, TRABAJANDO, SOÑANDO....".
Creo que decía mucho de nuestra intención. Recuerdo
la noche antes del día de reflexión, llegamos a la Central y estaban los de
ACEP empapelando suelo y paredes. Les saludamos y con chulería una de las
chicas nos dijo que no le arrancáramos los carteles. Por supuesto que nos mosqueamos, y les dijimos que
se estuviera tranquila que teníamos cosas mejores que hacer, ella nos
replicó diciendo que ellos
iban a ganar las elecciones y que estaba muy tranquila. La verdad es que ni
siquiera con el odio visceral de los peperos habíamos visto una campaña tan
sucia, y encima iban de progres por la vida. Creo que el principal propósito
para ACEP era el de enfrentarse a nosotros, antes incluso que el de realizar un
trabajo en el claustro. Tal vez era otro de los productos de la efervescencia
de la LOU.
El día nueve, desde bien temprano, ocupamos nuestros
puestos en las mesas electorales. Recuerdo que usamos unas camisas amarillas
con las letras “UNETE al SEC” que provocaron algunos mosqueos entre los compas
de ACEP, que incluso pedían a las compañeras que se las quitaran. La gente del
comité del boicot optó por una batucada por la zona de Derecho que algunos
creían que era obra nuestra, y nos pedían que la parásemos.
A la noche fuimos todos al Salón de Grados de
Guajara, estaban personas de casi todos los grupos de PAS, profesorado y
alumnado. Retransmitían el recuento e iban dando los resultados mesa a mesa.
Fue una noche emocionante, teníamos muchas posibilidades de perder. Poco a poco
iban llegando recuentos de mesas, en primer lugar empezaron las de Ciencias,
que en general nunca nos fueron muy favorables, al estar tentados por el
sectorialismo de EPUC. El ambiente era de tensa espera. Los pibes de ACEP nos
miraban sonrientes, se veían ganadores.
Con casi todas las mesas escrutadas se veía una
tendencia donde quedábamos en segundo lugar por detrás de EPUC. Ruyman y otros
intentaban animar el ambiente aplaudiendo y cantando alguna consigna. Faltaban
mesas importantes. Cuando parecía que no iban a producirse novedades, llegaron
los datos del Centro Superior de Educación. Eparquio estaba delante y se volvió
para decir "señores hemos ganado", todos nos burlamos, no nos lo
creíamos. Empezamos a apretarnos delante de la pantalla gigante y las cifras
nos daban la victoria de nuestro sector por un puñado de votos.
Nuevamente, éramos los ganadores entre los
estudiantes, la ovación fue enorme. Empezamos a cantar consignas y saltar, les
dedicamos un sonoro cántico de "independencia" a los compas de ACEP
presentes. Los pobres no hacían más que mirar la pantalla y repetir "no
puede ser", se les bajó la moral, el efecto Zapatero no había llegado a la Universidad.
Habíamos pasado de 33 a 25 claustrales, pero
teniendo en cuenta que habíamos vivido la salida de algunos compañeros hacia el
Boicot, la campaña sucia de ACEP y la actitud de parte del profesorado que
pedía el voto para otros (especialmente en ciertas facultades de ciencias), para
nosotros se había convertido en una victoria fenomenal. En el bodegón Méndez, todos lo celebramos, emocionadísimos.
Estábamos convencidos de que a pesar de que las
condiciones eran tan complicadas, nuestro trabajo de años había calado en la
mayoría de los estudiantes que fueron a votar. No sé hasta que punto nos
afectaron el boicot o las campañas sucias, pero lo cierto es que en la noche
electoral nos sentimos moralmente apoyados, hasta por aquellos que ya no
sentían al sindicato como proyecto propio.