El
7 de marzo de 1939 más de 4000 refugiados españoles, incluidas 21
mujeres y 4 niños, alcanzaban Túnez a bordo de la flota
republicana. Llegaban tristes, pero con los puños en alto. La
entrada de los franquistas en Cartagena y la cercanía del fin de la
guerra provocó la búsqueda de un puerto seguro, lo harían en
Bizerta. Varios habían recibido menos de un año antes una placa al
valor por sus acciones contra el crucero Baleares, uno de ellos se
llamaba Álvaro Calderón Martínez.
Gracias
a la investigadora Eliane Ortega me llegó un dato de este destacado
marino republicano, ligado a Canarias por su matrimonio con una joven
palmera, independiente y con inquietudes intelectuales, llamada
Concepción Armenia Abdé Ramos, una familia que sufrió en sus
carnes la Guerra Civil y un largo exilio, entre Túnez y México.
Álvaro
había nacido en Cartagena, Murcia, en 1909, en el seno de una
familia muy ligada a la vida militar, con firmes valores
republicanos. Junto a su hermano, Eugenio Calderón, fue uno de los
siete oficiales de la marina republicana que se negó a regresar a la
España franquista (1). Su hermano mayor, Esteban, era un afiliado
a la UGT y a la Agrupación Socialista en Cartagena desde 1930.
Durante la Guerra Civil fue jefe de organización del Estado Mayor de
la Flota republicana con la graduación de teniente coronel (2).
En
enero de 1936 la prensa tinerfeña anunciaba el próximo matrimonio
del marino Álvaro Calderón y Concepción Armenia Abdé, en una
petición de mano donde estuvo presente su hermano Esteban (3).
Concepción
Armenia había nacido en Santa Cruz de La Palma en 1917, su padre,
encargado de Transmediterránea, le había dado una vida acomodada
que se refleja en la prensa de la época, dominada por actos
sociales, aunque no temía ejercer de modelo de alguno de los
pintores de la época, como Alfredo Torres Edwards (4) o participar
en actos benéficos. La República llegó a sus vidas y sin dudas
abrió su mundo, no en balde en las elecciones de febrero de 1936
ella y su padre ejercieron en la mesa en la mesa electoral del
Distrito
segundo, Pilar, sección primera de Santa Cruz de Tenerife (5), algo
que solo fue posible tras la decisión de permitir el voto a las
mujeres tomada tres años antes.
Poco
antes del anuncio de su boda había conocido al joven murciano, que
ya ejercía de marino, como oficial de la armada. El 14 de abril de
1936 los periódicos locales señalan el enlace, celebrado en la
parroquia de San Francisco de Asís de la capital tinerfeña (6). El
17 de abril ambos saldrán de Tenerife en el vapor Villa de Madrid
(7), sin saber que poco después el mundo se derrumbaría bajo los
pies de la pareja.
Llegada del Destructor Sánchez Barcáiztegui a Málaga
El
18 de julio de 1936 Álvaro estaba embarcado en Melilla, parece que
en esa misma época Concepción estaba en Barcelona. La victoria del
Frente Popular permitió que numerosos miembros de la armada, en
especial de la marinería y de los mecánicos de estos buques,
ligados a las organizaciones republicanas, pudieran retomar sus
puestos. Eso explica que cuando el sector de los oficiales golpistas,
ayudados por los legionarios y tropas regulares, trataron de hacerse
con el control de la flota, se encontraron con una firme resistencia,
que permitió que buena parte de los buques siguieran leales a la
República. Álvaro era uno de los oficiales del
Destructor
Sánchez Barcáiztegui, el único en mantenerse leal al Gobierno en
esa complicada situación, por lo que fue puesto al frente del barco,
mientras la marinería detenía al resto de oficiales. Tras salir el
puerto de Melilla, llegaron el 19 de julio a Málaga, donde los
golpistas fueron apresados por las autoridades (8). La Gaceta de
Madrid de septiembre de 1936 publica el reconocimiento de Calderón
como Alférez, al mando del Sánchez Barcáiztegui (9), barco con el
que participará en varias acciones bélicas.
Mientras
la Guerra daba sus primeros pasos, dejando un rastro de muerte y
destrucción, Concepción Armenia Abdé y Álvaro Calderón reciben
la buena noticia de su embarazo. Su primer hijo, Álvaro Calderón
Abdé, nació en una Barcelona asediada por los cañonazos del
crucero italiano Eugenio di Savoia y el bombardeo de la aviación
franquista, en 1937, que se llevó por delante unas 2500 víctimas
mortales. Años después, la memoria familiar decía que mientras
nacía, caían las bombas cerca del Hospital (10).
Los
valientes marinos republicanos trataron de frenar el traslado de las
tropas franquistas desde el Protectorado Español a los puertos
andaluces, no sabían que los aviones de Hitler serían una ayuda
clave en esta operación. Durante los siguientes meses se realizaron
varios operativos contra los barcos fascistas, españoles e
italianos. Uno de los momentos más sonados tuvo a Álvaro Calderón
como uno de sus protagonistas, se trata de la batalla naval de Palos.

En
la madrugada del 6 de marzo de 1938, la flota republicana se
preparaba para atacar a los cruceros franquistas, Canarias y
Baleares. Álvaro dirige las labores al frente del Destructor
Sánchez Barcáiztegui, junto al Lepanto y al Almirante Antequera, se
encargaron de disparar contra el Baleares, provocando el hundimiento
del crucero, el mayor éxito de la marina republicana de la contienda
(11). El recibimiento de los marinos participantes en esta acción
fue emocionante y una inyección de ánimo para una República que
pasaba por unos momentos muy duros. Como dijimos antes, por esta
acción, varios de los marinos implicados recibirán la placa al
valor de manos del gobierno de la II República (12). Su suegro,
Manuel Abdé, permanecía en esa época en Tenerife, paradójicamente,
en esos mismos meses es uno de los que colaborará públicamente en
la colecta para “la bandera estandarte para el cañonero Canarias”,
quizás movido por sus posiciones ideológicas, quizás por el papel
del marido rojo de su hija en la batalla de Palos (13). Muchas
familias vivirán fracturas de este tipo durante la Guerra.
Con
la llegada de 1939 la situación bélica es cada vez más complicada
para las fuerzas republicanas. El avance franquista y el golpe
interno de Casado acabó con cualquier esperanza de resistir hasta el
estallido de la II Guerra Mundial. La flota republicana decidió no
entregarse y por ello acuerdan trasladarse a la base francesa de
Bizerta, en Túnez. Álvaro se debe separar de su mujer y su hijo, de
apenas dos años, que se sumarán a la marea humana que acaba en
manos de los franquistas, trasladándose al poco a Tenerife con sus
familiares. Será el encargado de dirigir el destructor Ulloa, su
hermano hará el viaje en el submarino C4, que también llegó a ser
comandado por Álvaro durante la Guerra (14).
A
partir del 12 de marzo de 1939 los refugiados empezarán a ser
sacados desde Bizerta, tras permanecer varios días fuertemente
vigilados por los franceses y sus tropas coloniales en el puerto
tunecino. Fueron llevados hasta la estación de Ferryville, donde en
en vagones para el transporte de animales, sin agua, sin mantas, sin
retretes, tuvieron que recorrer 400 kilómetros, hasta el pueblo de
Maknassy, y de allí, ocho kilómetros caminando hasta el campo de
concentración de Meheri Zebbeus. Cuatro mil almas quedaron retenidas
en una llanura con apenas espacios donde resguardarse, allí estaba
Álvaro Calderón. Un joven marinero mallorquín escribió a su tío
hablando del lugar donde estaban retenidos con estas esclarecedoras
palabras “nunca
creí llegar al extremo este, estoy convencido que
ya
no existe humanidad, nosotros que hemos luchado por una causa justa y
noble (…) nos mandan a un campo de concentración a que terminemos
de morirnos de asco”
(15).

A
finales de marzo de 1939, las autoridades franquistas, con ayuda de
las francesas, animaron a una repatriación masiva de los llegados, a
los que se les aseguró que no sufrirían represalias. Casi la mitad
decide abandonar el campo de concentración, debido a las malas
condiciones que debían soportar. La sorpresa les llega al pisar
España, donde son encarcelados y al menos 23 de ellos, sometidos a
juicio y fusilados (16).
Los
hermanos Calderón no formarán parte de ese contingente. Desde el
campo de concentració pidieron consejo a Mariano Ruíz-Funes, que
fue profesor, diputado y ministro de la II República, para ver la
forma de salir de ese lugar y exiliarse en México. Este les
recomendó dirigirse a la Junta de Auxilio a los Republicanos
Españoles (JARE),
fundada en julio de 1939 en Francia (17). Ambos aparecen en una lista
de marinos sin recursos, ya que habían perdido todo al salir de
Cartagena. A pesar de estas gestiones, ambos permanecerán en Túnez,
sufriendo las duras condiciones del campo de Meheri Zebbeus hasta ser
liberados con el avance de los aliados por el Norte de África.
Una
vez con la libertad recuperada, residen en Túnez, aunque mantienen
el objetivo de emigrar a México, donde había una amplia colonia de
refugiados españoles por uno de los pocos países de habla hispana
que fue abiertamente favorable a la República. En el año 1942 el exministro republicano, José Giral, escribió a Carlos Esplá, Secretario General de la JARE, recomendando añadir a la lista de refugiados para asilarse en México a los hermanos Calderón y su familia, indicando que eran hermanos de su antiguo ayudante y que pertenecían a Izquierda Republicana (18).
El texto que me
facilitó el inicio de esta pequeña investigación recoge el momento
en el que Álvaro se dirige al cónsul francés en Tenerife para
proceder a reunirse con su familia en Túnez, que les autoriza (19),
antes de lograr salir rumbo al país latinoamericano. Concepción
Abdé y su hijo, Álvaro, vivían en la Isla, durante los primeros
años cuarenta. Supongo que no tuvo que ser fácil criarse en un
entorno muy hostil a los valores que su padre había defendido. Su
hijo recordará esa experiencia de vida en un poemario editado en
2012, donde el exilio tuvo un destacado papel, primero en Túnez y
después en su residencia final, México (20), donde falleció en
2019.
Finalmente
en 1946 Álvaro y su familia lograron entrar en México, a través de
Nuevo Laredo, poco después que su hermano Eugenio y su familia. Allí
realizará labores de encargado del restaurante Club Rex, mientras
su hermano trabajará en la revista Confidencias (21).
Álvaro Calderón Abdé (1937-2019)
La
familia Calderón Abde echó raíces en México, su hijo estudiará
como ingeniero y allí nacerán sus nietos. Con la vuelta de la
democracia a España, Álvaro vivirá una última batalla, aunque será
legal. El Boletín Oficial del Estado recoge en 1981 su victoria en
el recursos contencioso-administrativo contra el acuerdo de la Sala
de Gobierno del Consejo Supremo de Justicia Militar del 19 de
septiembre de 1979, pare recuperar su puesto y que se fije como
Coronel. Las semillas de Álvaro y la palmera Concepción, siguen su
rumbo por el mundo, tras ese soplo huracanado de viento de la Guerra.
Ficha de emigrante de Concepción Armenia Abdé en México (Archivo PARES)
Fuentes
consultadas
Fernández
Díaz, Victoria. Aproximación
al exilio republicano a través del exilio de los marinos de la
Armada tras la guerra de España. Universidad de Valencia, Tesis
doctoral. 2021 p 63
Perfil
de Esteban Calderón:
https://archivodemocracia.ua.es/es/exilio-republicano-africa/9.-biografias-y-testimonios/c.html
Gaceta
de Tenerife. 1 de enero de 1936. p2
La
Prensa. 28 de mayo de 1933 p3
Gaceta
de Tenerife. 29 de enero de 1936 p8
Gaceta
de Tenerife. 14 de abril de 1936 p2
La
Prensa. 16 de abril de 1936 p3
Recuerdos
del Pilar. Los
hermanos Cervera Cabello: la tragedia del Baleares, y otras
historias de amor y guerra (II):
https://recuerdosdelpilar.com/2019/03/31/los-hermanos-cervera-cabello-la-tragedia-del-baleares-y-otras-historias-de-amor-y-guerra-ii/
Gaceta
de Madrid. Nº. 274 30 Septiembre 1936 p 2069
La
vida, buena o mala, es pura:
https://www.tumblr.com/poiesisajena/15575190901/alvaro-calder%C3%B3n-la-vida-buena-o-mala-es-pura
Rolandi
Sánchez-Solís, Manuel y Franco Fernández, Francisco José. Las
últimas acciones de la marina republicana durante la Guerra Civil
española de 1936-1939. Cuadernos
Republicanos. n.º 94 Primavera-verano 2017. pp 159-163
Uniformes,
medallas e insignias Guerra Civil española:
https://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?p=286129
Amanecer.
25 de junio de 1938 p3
Rolandi
Sánchez-Solís, Manuel y Franco Fernández, Francisco José. Las
últimas acciones de la marina republicana durante la Guerra Civil
española de 1936-1939. Cuadernos
Republicanos. n.º
95 Otoño 2017. pp 65-66
Fernández
Díaz, Victoria. El campo de concentración de Meheri Zebbeus (I):
https://exiliomarinosrepublicanos.blogspot.com/2017/02/el-campo-de-concentracion-de-meheri.html
Fernández
Díaz, Victoria. Exilio de marinos:
https://archivodemocracia.ua.es/es/exilio-republicano-africa/4.-el-exilio-de-marinos-y-aviadores.html
Fernández
Díaz, Victoria. El exilio a México de los marinos de la armada de
la II República española:
https://exiliomarinosrepublicanos.blogspot.com/2019/10/el-exilio-mexico-de-los-marinos-de-la_30.html
Archivo Histórico Nacional, DIVERSOS-JOSE_GIRAL,14,N.606
Documento
facilitado por Eliane Ortega
La
vida, buena o mala, es pura. Op cit
Fernández
Díaz, Victoria. 2021. Op cit p 173
Boletín
Oficial del Estado. 21 julio 1981. p 16587