domingo, 3 de octubre de 2021

Ángeles Machado la maestra innovadora

Este año 2021 se recordó el primer centenario de la llegada de una maestra ejemplar a La Guancha, la lagunera Ángeles Machado y Machado, que con apenas 21 años revolucionó la educación en el municipio norteño aplicando nuevos criterios pedagógicos y llevando la instrucción educativa a niveles poco vistos en nuestro Archipiélago en ese momento.

La trayectoria de Ángeles Machado está estrechamente ligada a la de su familia, en la que su madre, Tomasa Machado y su padre, el abogado Leocadio Machado, con amplia trayectoria intelectual, animó a sus hijas a formarse y a realizar estudios universitarios.

Su hermana mayor, Mercedes Machado, había sido una mujer pionera en el estudio de las leyes, la primera abogada de Canarias. Ella estudió magisterio y en julio de 1920 realiza las oposiciones a maestra en la Escuela Normal de La Laguna, obteniendo el sexto puesto de las 24 plazas disponibles, siendo designada como profesora de la escuela de niñas de La Guancha (1) y (2).

En julio de 1921, con la plaza en propiedad, se casa con su novio, Daniel Morales y Fernández Linch en La Laguna, que por esa época ya era un republicano activista, como otros de los invitados, como el padrino, el escritor y político regionalista y republicano, Benito Pérez Armas (3).

Ángeles no tarda en significarse por su labor pedagógica y modernizadora, a pesar de que en ese momento La Guancha era un lugar difícil de acceder, con grandes demandas de mejora y donde la educación era un auténtico lujo.

En esas décadas Canarias se mantenía en unas cifras que superaban ampliamente el 50% de analfabetismo, muy especialmente en las zonas rurales y entre la población femenina, que en la década de los veinte superaba el 69% de las mujeres y el 68% de los hombres, un caldo de cultivo perfecto para mantener el caciquismo histórico, que incluso llamó la atención de los medios de la época, que no entendían el atraso que en esta materia tenía Canarias con respecto a otros territorios del Estado (4).

En 1923 la prensa se refiere a su trabajo en su centro, por la “satisfacción que tiene este vecindario por la esmerada labor de la ilustrada maestra que regenta esta escuela” (5). No deja de estar presente en la vida política y social de la zona Norte de Tenerife y también celebra con alegría la llegada de nuevos espacios educativos, como la apertura de una escuela mixta en el núcleo guanchero de Santa Catalina en el año 1928, donde comparte escenario y discurso con otro maestro de la zona, Luis Diego Cuscoy, que posteriormente destacaría por su labor en la arqueología y la etnografía. La prensa describe el gentío “alegre y apiñado comentando jubilosamente la solemnidad” (6).

El histórico Florencio Sosa Acevedo, también maestro, activista político y articulista, dedicó un breve artículo a la labor de Ángeles en su colegio de La Guancha, narrando con gran detalle la dificultad para llegar hasta el centro educativo y el entorno rural donde se encontraba enclavado. En su texto describe como se ha creado un periódico mensual, hecho a pluma por las niñas, llamado “La Escuela”. También habla del piano que había en el colegio y que habían traído costosamente a lomos de animales hasta el lugar. Florencio Sosa explica que la escuela vive en ese mes una febril actividad, para poder desarrollar una excursión nunca vista hasta La Laguna y Santa Cruz, para la que el Ayuntamiento había colaborado con 150 pesetas. La comunidad en su conjunto se vuelca con esta actividad educativa poco frecuente, por la que “rompe los muros para invadir la calle saturándola con sus aromas, y para que la maestra y niñas, padres, madres, autoridades y pueblo invadan su estrecho recinto” (7).

La excursión de la joven maestra junto a sus 86 alumnas se desarrolla en julio de 1930 y también tiene un destacado eco en la prensa, que señala que La Guancha llevaba más de cuarenta años demandando una carretera que les conectara con el resto de los pueblos del Norte. Dos días dura esa auténtica exploración, que debe hacer noche en La Laguna y transcurre durante todo un fin de semana donde la mayor parte de las niñas vieron por primera vez las calles de la capital tinerfeña y de La Laguna. Visitan las rotativas de La Prensa, que destaca el inmejorable promedio de asistencia de ese colegio y el interés de las pequeñas por el trabajo de un diario, que habían conocido en su periódico escolar. El redactor comenta además que la escuela guanchera tiene 28 niñas en espera para poder recibir formación, “¿podrán durante la edad escolar ingresar en la escuela?. Muchas, de seguro, tendrán que conformarse con que su nombre figure en la lista de aspirantes. Y gracias, pues algunos son los miles de niños que en Tenerife no pueden tener siquiera esta dicha: la esperanza de ir a la escuela algún día” (8).

La extraordinaria experiencia escolar de esa excursión y los excelentes resultados de las alumnas hacen que la Junta Local de Primera Enseñanza proponga a Ángeles para ser reconocida por el “celo y laboriosidad demostrada en la enseñanza”. A este reconocimiento se suma el Ayuntamiento de La Guancha, que decide nombrarla hija adoptiva del municipio (9).

Llega la República y Ángeles Machado continúa su labor educativa en La Guancha, formando a nuevas estudiantes e incorporando actividades como la gimnasia y las coreografías, que incluso en ese momento incluyen los sones de La Marsellesa y el Himno de Riego, realizando además muestras con los materiales pedagógicos trabajados donde el pueblo acudió con “extrema simpatía” (10).

Con el nuevo tiempo llega la anhelada carretera que conectaba La Guancha con El Realejo Alto y se multiplican las actividades de mejora. Machado reclama públicamente al Patronato de Misiones Pedagógicas una biblioteca para las escuelas de la zona, corría el año 1932 (11). También crece la acción sindical del colectivo, celebrándose la Asamblea del Magisterio Canario en La Laguna, en la que decenas de maestros y maestras del Archipiélago reclaman la gratificación de residencia y otras mejoras en su actividad, dando traslado de sus reivindicaciones al gobierno y al “comité socialista y radical socialista” (12).

En abril de 1933 participa en el concurso oposición celebrado en Madrid para elegir Direcciones de Graduadas, regresando “tras larga ausencia” con su marido, el abogado Daniel Morales, que en mayo de ese mismo año había sido nombrado alcalde de La Guancha como republicano (13, 14). De este proceso queda en el puesto 50 y obtiene diversas designaciones, en lugares como Galdar y Sueca, en Valencia, tomando posteriormente posesión de la dirección de las escuelas graduadas de niños y niñas anexas a la Escuela Normal de Magisterio primario de La Laguna (15, 16 y 17).

A pesar de sus nuevos puestos y obligaciones la maestra no deja su labor innovadora, promoviendo la puesta en marcha de un nuevo peródico escolar llamado el “Periódico infantil” que dirige y que los medios del momento destacan y respaldan por su “gran interés pedagógico” (18).

El activismo pedagógico de Ángeles Machado la lleva a protagonizar un incidente con los medios conservadores, que en los días previos al aniversario de la República del año 1936 es señalada por haber manifestado una supuesta declaración a favor de pedir la inmediata incautación del Seminario, y el Colegio de Nava y Las Dominicas para implantar en ellos la enseñanza laica”. La propia acusada escribe una carta que se publica en La Gaceta y en La Prensa en la que explica que se había orquestado una campaña llena de falsedades contra su labor y que solo había hecho un escrito en el que “solicitaba la concesión del huerto, propiedad del Ayuntamiento, que linda con la escuela graduada de niños, para destinarlo a prácticas agrícolas de los escolares” (19). En las actas municipales del Ayuntamiento se encuentra efectivamente esta petición, reclamando la puesta en marcha de este huerto escolar, "que aparte de su valor educativo tendrá otro aún mayor, de poder destinar los productos agrícolas que se obtuvieran a beneficio de la Cantina Escolar" (20).

La querida maestra lagunera desaparece de la prensa durante meses, un escrito de 1937 nos indica que se encontraba en Bajamar enferma de gravedad, falleciendo a finales de agosto de de ese año (21). Dejó una vida corta pero intensa, donde decenas de niñas y niños conocieron de su mano una vida educativa poco frecuente, llena de innovaciones, donde inseminó muchos deseos de conocimiento en una sociedad azotada por el caciquismo y el analfabetismo. Reconocer su labor y se trayectoria es una necesidad, hoy La Guancha la recuerda en la vía pública, con un busto dedicado a su legado educativo y vital. En agosto del próximo año se cumplirán 85 años de su fallecimiento, tal vez una excelente ocasión de dar a conocer a esta gran pedagoga de corta vida.

Artículos utilizados:

  1. El Progreso Nº4600 27 de julio de 1920 P2

  2. El Progreso Nº4849 19 de mayo de 1921 P1

  3. La Prensa Nº3642 26 de julio de 1921 P.1

  4. González Pérez, Teresa. Analfabetismo y escolarización en Canarias. Revista Tebeto. Nº9. 1996

  5. La Gaceta de Tenerife Nº3992 12 de abril de 1923 P2

  6. La Prensa. Nº 3605 2 de febrero de 1928 P1

  7. La Prensa Nº 4334 10 de julio 1930 P1

  8. La Prensa Nº 4340 16 de julio de 1930 P1

  9. La Prensa Nº4352 30 de julio de 1930 P2

  10. La Prensa Nº 4651 30 de julio de 1931 P1

  11. La Prensa Nº 7206 20 de octubre de 1932 P. 3

  12. La Prensa Nº 8834 30 de noviembre de 1932 P2

  13. La Prensa Nº 8392 1 de julio de 1933 P5

  14. La Prensa Nº 8954 14 de mayo 1933. P2

  15. La Prensa Nº 9159 17 de enero de 1934 P3

  16. La Prensa Nº9278 7 de junio de 1934 P3

  17. La Prensa Nº9281 10 de junio de 1934 P5

  18. La Gaceta de Tenerife Nº7932 10 de febrero de 1935. P2

  19. La Prensa Nº 9818 17 de abril de 1936 P2

  20. Acta Pleno La Laguna. 11 de marzo 1936 p. 160 bis

  21. La Prensa Nº 10236 31 de agosto de 1937 P5