lunes, 24 de agosto de 2009
El PSOE y la teoría del café para todos.
La verdad que cuando trato con gente del PSOE siempre me ocurre como el que habla con alguien con doble personalidad. Cuando dialogas con algunos de sus militantes de base parecen por sus comentarios e ideas gente progre, enrolladillos, hasta con ganas de cambiar las cosas, sin embargo a la hora de la verdad su organización está trabajando de forma activa en el fomento de las desigualdades y en la defensa a ultranza del capitalismo más desenfrenado allí donde gobiernan.
En estos días el PSOE nos ha presentado a bombo y platillo la medida de los 420 euros para ayudar a las personas que se han quedado sin ingresos al terminar su prestación por desempleo. La medida a priori no parece mala, es incluso necesaria para que muchas familias no acaben en la pobreza severa. Sin embargo al día siguiente de su publicación en el BOE ya se podían poner numerosos peros a la medida. El primero es el de su presupuesto, el Gobierno Español va a destinar unos 642 millones de euros lo que es una cantidad que nos puede parecer nada desdeñable para el común de los mortales que sin embargo queda en un lugar ridículo puesto cuando los comparamos con los más de 200.000 millones de euros empleados en ayudar a empresas, cajas y bancos en los últimos meses.
Como no podía ser menos el debate generado a favor o en contra de la propuesta es intenso, curiosamente en su momento la polémica fue mucho menor y apenas se pusieron peros desde las organizaciones políticas mayoritarias a que el PSOE por ejemplo pusiera unos 30.000 millones de euros a disposición de los bancos que por sus oscuros negocios financieros estaban supuestamente en peligro de ruina y varias decenas de millones más destinados a diversos sectores empresariales, buena parte multinacionales. Ese es el más claro reflejo de la política social del PSOE que convierte al final lo de los 420 euros en calderilla limosnera para mantener contento a parte del electorado, eso sí, sólo a los que dejaron de recibir la prestación después del 1 de agosto.
La explicación a la poca coherencia e improvisación que nos presenta esta última propuesta claramente la podemos encontrar en unos dirigentes políticos que ven reducirse su potencial caudal de votos y empiezan a temblar. No se trata ni de justicia social, ni caridad ni de humanismo, sólo es parte de una burda estrategia de marketing electoral que hasta ahora, con las vacas gordas, se basaba en la alegre política del “café para todos”.
Las medidas efectistas de Zapatero poco antes de las anteriores elecciones españolas fueron la de la devolución de 400 euros del IRPF y el llamado cheque bebé. Sin ser por si mismas malas propuestas, sólo demuestran la escasa visión progresista que tienen los líderes del PSOE ya que se aplicaron a todo el mundo por igual, con lo que las cobra por igual un peón que un banquero, sin importar las rentas o bienes de los que disponga. Incluso en el caso concreto de la desgravación de los cuatrocientos euros beneficiaba realmente sólo a aquellos que tenían empleos estables y con una fuerte retención, ya que los sueldos más bajos apenas recibieron nada. Justicia social en estado puro, si me permiten la ironía.
El PSOE engaña y ha engañado a parte de los trabajadores y trabajadoras con medidas falsamente progresistas. En la realidad cuando únicamente se ha mojado y ha actuado con celeridad fue para inyectar 30.000 millones de euros de dinero público para salvar a entidades financieras privadas sin pedir apenas nada a cambio, algunas de ellas mientras anunciaban beneficios récords. Ni siquiera osaron a intervenir directamente sobre los bancos mediante nacionalizaciones parciales o totales como han hecho otros Estados nada sospechosos de “comunismo” como Suiza o Gran Bretaña.
Ahora ofrece 420 euros a regañadientes, casi de favor, porque dicen que no tienen dinero para más. En Canarias casi treinta mil personas sin ningún tipo de paga se verán afectadas por esa fecha de corte del 1 de agosto, teniendo el plus añadido de encabezar las cifras de desempleo del Estado Español, tener los salarios más bajos, una menor capacidad de ahorro, la cesta de la compra más cara, encabezar las cifras de endeudamiento familiar etc... No deja de ser sintomático el debate y la crispación generada con esta medida frente a los pocos han sido lo que han dicho algo cuando se establecieron las medidas de “café para todos” que costaron millones de euros del erario público.
Dentro de la estrategia para revertir el mosqueo social uno de los ministros saltó con la idea de subir los impuestos a los que más tienen...lo curioso es que tanto el que lo dijo como la pléyade de voces que le criticaron son de esos a los que habría que subirles los impuestos y que lo que siempre acaban haciendo es subir los impuestos indirectos que castigan a los que menos tienen. Esa situación hace que sea más que dudoso que se aplique.
Ya que estamos con ideas para sanar el presupuesto propongo algo más como medida anticrisis: que tal deducir del salario de cada alcalde, concejal de dedicación exclusiva, presidente, consejero o ministro 200 euros mensuales. Sería toda una muestra de “solidaridad” que no creo que les afecte demasiado a sus economías familiares. Calculando por encima sólo con los ayuntamientos en el Estado Español hay en torno a 8100 municipios, con una media de nueve concejales con sueldo y un alcalde se podría obtener al año más de 194 millones de euros. No está mal, seguro que ayudaría a engordar la arcancía que ya está supuestamente tan “vacía” de pagar tanto regalo caprichoso a los que más tienen. Con ese dinero más el que se puede obtener recuperando el impuesto de patrimonio, que eliminó el PSOE, seguro que se podrán establecer medidas reales de apoyo y fomento de los que nunca reciben nada.
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