jueves, 17 de agosto de 2023

Un breve proceso contra Guillermo Ascanio por “inducción y provocación a la rebelión”

Guillermo Ascanio fue más que un gomero revolucionario con un destacado papel en la defensa del Madrid republicano, también dedicó tiempo al análisis y la reflexión sobre la situación política general. En el año 1930 se encontraba estudiando ingeniería en Barcelona, una ciudad con una intensa vida política. Allí escribe el artículo llamado “De Barcelona. Panorama político español”, que publicó en el Semanario Altavoz, medio que ayudó a conformar en su Isla natal.

Sus escritos demuestran que no era un estudiante más, mantenía un activismo político y social desde temprana edad, militando primero en las filas del republicanismo, más tarde en el socialismo y posteriormente ayudando a conformar las bases del Partido Comunista. Apenas cuatro años antes de sus estudios en Barcelona fue elegido por aclamación presidente de la Asociación de Estudiantes de Comercio de Santa Cruz de Tenerife (1). En 1927 ya ocupa el puesto de vicesecretario del Colegio Pericial Mercantil tinerfeño (2), al haber culminado sus estudios con excelentes resultados académicos. En ese momento, tan convulso en lo político y en lo económico, también compartirá sueños y aspiraciones con otros jóvenes de su generación, republicanos, socialistas y comunistas, que dan forma a la asociación Juventud Gomera y ponen en marcha el medio de expresión semanal, objeto central de la denuncia que comentamos (3).

Este breve proceso judicial, que pude estudiar recientemente en el Archivo Histórico Provincial, se inicia solo cuatro días después de salir la publicación a la calle, el 10 de noviembre de ese año de 1930, sirviendo la misma para la incautación de parte de la tirada por las autoridades, como veremos más adelante.    

¿Qué temas trató Guillermo para obtener esa respuesta?, Si atendemos al contenido del artículo vemos que trata de responder a un trabajo del doctor Marañón, donde frente al centralismo que propugnaba, Ascanio aborda el mismo desde la realidad del Archipiélago y el derecho a lograr una lograr una mayor autonomía, una “más libre esperanza”. Con respecto al derecho a avanzar en esa dirección, considera que “Canarias es un ejemplo. Habrá sí, la esclavitud menor que lleva en sí la vida de relación. Pero ésta la tienen también – unas con otras – las naciones. De modo que hay aquí una puerta a una más libre esperanza. Ya está reconocida en la Geografía: Canarias pertenece políticamente a España y geográficamente a África. Y aun pudiéramos añadir: Y económicamente al extranjero. Con ello queda dicho que hay mucho que centrar. Esta dispersión es la bancarrota de las islas ¿Se entenderá a dónde queremos ir a parar?” (4).

Además de la realidad territorial, Ascanio también se preocupa por el objetivo del proletariado en ese momento histórico de cambio, donde el surgimiento de la República parecía algo alcanzable. Lo resume de esta manera, siendo esta posición el eje del proceso contra su autor, que asegura que las clases trabajadoras debían “impedir esa estabilización. Los elementos proletarios deben partir de la suposición de que hoy, aunque es posible implantar un régimen socialista, sería completamente imposible sostenerlo. Pero entonces ¿cruzarse de brazos y dejar actuar a la burguesía? No, al contrario. Actuar con la máxima intensidad revolucionaria posible de manera que a la hora de estructurar el nuevo Estado no ocurra lo que quieren los republicanos de cambiar un nombre por otro y seguir como hasta aquí, sino que permita a las masas obreras imponer como situaciones legales, muchos de sus postulados”. Contrapone esto con la posición de la burguesía republicana moderada, que señala que “desean hacer una revolución de orden. Es decir, cambiar solamente el nombre de Monarquía por el de República y continuar la misma organización estatal”.  (5).

A partir de ese momento el Fiscal de la Audiencia inicia un procedimiento de denuncia “por inducción y provocación a la rebelión por medio de artículo publicado en el periódico de esta capital Altavoz” (6), sustentándolo en el llamamiento que hacía a una revolución proletaria, en un momento en el que la Dictadura de primo de Rivera no acababa de morir y la II República no terminaba de nacer.

Tras realizar toda una serie de averiguaciones, el 27 de enero de 1931, un auto manifiesta “que en el periódico “Altavoz” que se publica en esta capital y en el número correspondiente al día diez de noviembre último, firmado por Juan Pedro, director de dicha publicación, se reproduce un artículo de Barcelona, de Guillermo Ascanio, bajo el título Panorama político, y en su forma parece inducir a la rebelión o sedición, sin que se resulte debidamente comprobada la perpetración del delito”, siendo sobreseído por el Juzgado de Instrucción (7). De este proceso resulta curiosa la referencia a su primo Juan Pedro Ascanio, tipógrafo que en ese momento apenas contaba con dieciséis años, que también sería un prolífico autor de artículos hasta sus últimos años de vida y un activo militante comunista. Posiblemente sus conocimientos en la edición e impresión de prensa en papel fueron claves a la hora de impulsar esa publicación, que hasta ahora siempre se vinculaba con nombres de jóvenes más veteranos como Pedro García Cabrera, Ulises Herrera o Gabriel Mejías (8).

La prensa de la época también señala de forma testimonial este incidente, destacando que el número del Altavoz había sido “recogido y denunciado” por la autoridad gubernativa, debido al artículo ya comentado (9), con lo que el principal efecto fue la requisa de parte de los números de su escasa tirada.


Posiblemente la falta de un llamamiento explícito a cualquier violencia y la dificultad de llamar a declarar a Guillermo, que en ese momento posiblemente todavía se encontraba en Barcelona, hicieron que este procedimiento se archivara con gran rapidez, mucho más que otros similares de la misma época contra compañeros de lucha.   

 

No será el único ni el último incidente con la justicia que sufrirá Guillermo en su vida, su compromiso político y social lo convirtieron en una diana de las fuerzas conservadoras y reaccionarias a la hora del desarrollo de este tipo de procedimientos, que finalmente le costarán la vida en las tapias del Cementerio del Este de Madrid.

 

Fuentes consultadas

1.     1. El Progreso. 15 de abril 1926. Pp.2-3

2.     2. Gaceta de Tenerife. 30 de enero 1927. P2

3.     3. Ascanio Gómez, Rubens. Guillermo Ascanio, un gomero revolucionario: https://latadelgofio.blogspot.com/search?q=guillermo+ascanio

4.     4. Panorama político español: https://elaltavozdecanarias.wordpress.com/2019/03/26/panorama-politico-espanol/

5.     5. Idem

6.     6. Archivo Histórico Provincial de Tenerife. Expediente de la Audiencia Provincial. Ficha Nº327. Número de la Audiencia 685 Número de Juzgado 224.

7.    7.  Idem

8.  8. Ascanio Gómez, Rubens. Aproximación a la figura de Juan Pedro Ascanio García, un comunista inquieto: https://latadelgofio.blogspot.com/2017/11/aproximacion-la-figura-de-juan-pedro.html

9.     9. El Progreso. 24 de noviembre 1930. P3


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