Informe de Greenpeace: Canarias destrucción sin reservas.

Les dejo este interesante artículo de Patricia Álvarez de La Opinión de Tenerife donde se resumen gran parte de los resultados del informe anual sobre las costas de Canarias que elabora la organización ecologista Greenpeace y que nuevamente nos deja un muy mal lugar. Creo que su difusión nos puede ayudar a dejar en evidencia a nuestra clase política y concienciarnos de que hay que parar el proceso de deterioro medioambiental que estamos viviendo, nos va la vida en ello.
Destrucción sin reservas
PATRICIA ÁLVAREZ | SANTA CRUZ DE TENERIFE
La novena edición del informe "Destrucción a toda costa", elaborado por la organización ecologista Greenpeace, localiza 5 ENP (espacios naturales protegidos) en riesgo en el litoral de la provincia de Santa Cruz de Tenerife. Hasta 24.500 camas hoteleras, diez puertos, seis campos de golf, un centro comercial y un polígono industrial son algunas de las amenazas que se ciernen sobre estos espacios protegidos.
Sólo en la isla de Tenerife, el informe de Greenpeace localiza 4 EPN en peligro. El primero de ellos se encuentra en la franja marina Teno-Rasca que comprende los municipios de Arona, Adeje, Guía de Isora, Santiago de Teide y Buenavista del Norte. Esta zona se considera lugar de Importancia Comunitaria, Reserva Natural, Zona de Especial Protección para las Aves y Sitio de Interés Científico.
El rápido desarrollo turístico de la zona y la ocupación de la franja costera han provocado la degradación del área y la destrucción de hábitats marinos singulares. Además, el tráfico marítimo es intenso y los recursos pesqueros de la zona intensamente explotados durante todo el año.
La construcción del Puerto de Granadilla, todavía rodeado por la polémica, dañaría los bancos de arena sumergidos que cuentan con la presencia asociada de la fanerógama marina sebada. Precisamente, para evitar la desaparición de estas especies singulares, la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife debía elaborar un proyecto piloto de rehabilitación, que consistía principalmente en la replantación de esta especie marina.
El proyecto de un nuevo puerto también amenaza el entorno norte de la playa de San Juan en Fonsalía (Guía de Isora). Su construcción está motivada por la aparente imposibilidad de crecimiento del actual puerto de Los Cristianos y prevé el establecimiento de muelles para cuatro ferries, una marina para 220 embarcaciones de recreo y un área comercial.
A lo largo de este espacio protegido del litoral existen además muchos puntos de vertido y varios emisarios submarinos, algunos de ellos "no oficiales". Se estima que el volumen de agua residual que se vierte en el área es de más de 200.000 m3/día, y que menos de un 1% están legalizados o cumplen con la normativa vigente.
Las desaladoras de la zona también son fuente de vertidos perjudiciales, por ejemplo en Playa de la Abama, en Guía de Isora, que vierte sus residuos cerca de la cueva de los Cerebros y del sebadal de Playa San Juan, que se constituye como una zona de aguas abrigadas.
Otra zona de riesgo en Tenerife es el acantilado de la Culata, catalogado como Paisaje Protegido y Sitio de interés científico. Este espacio acantilado, que discurre paralelamente a la costa y destaca por su notable interés geológico, se ve amenazado por la construcción del denominado "anillo insular", la autopista circular que pretende rodear el conjunto de la isla. El anillo insular afecta a hábitats prioritarios protegidos por la Unión Europea como los brezales macaronésicos y los bosques de laurisilva.
El sebadal de San Andrés es también una zona, de gran diversidad biológica, en peligro. En el fondo marino de este espacio se encuentra uno de los sebadales más destacados del noroeste de Tenerife. Todo el espacio está delimitado por fondos arenosos marinos poco profundos que se extienden desde la dársena pesquera del puerto de San Andrés hasta la playa artificial de Las Teresitas.
El puerto de Santa Cruz de Tenerife supone una importante fuente de contaminación difusa para este área protegida. De hecho, la masa de agua del puerto de Santa Cruz se ha catalogado como "muy modificada", según los criterios que establece la Directiva Marco de Aguas.
Por otro lado, hay que mencionar la contaminación que provoca la refinería de Cepsa sobre este entorno protegido. Durante el mes de abril de 2009 se produjeron unos escapes de hidrocarburos que contaminaron la playa de Valleseco y que los vecinos vinculan al deterioro de las tuberías de conducción entre la refinería y los depósitos del muelle.
Sin ninguna duda, el gran enemigo de los sebadales del sur de Tenerife es la construcción del Puerto de Granadilla. Esta zona, que pertenece a los municipios de Arona, Granadilla de Abona y San Miguel de Abona, es Reserva Natural Especial, lugar de Importancia Comunitaria, Zona de Especial Protección para las Aves y Monumento Natural.
Además de atentar contra uno de los mayores bosques de sebadales sumergidos de la isla, la construcción del Puerto supondría la desaparición de seis kilómetros de las mejores playas naturales de la isla (el Médano, la Jaquita, la Pelada y la Tejita) y el peligro directo de contaminación marina al resto de la costa, con grave riesgo de mareas negras.
A pesar de los informes desfavorables procedentes de las direcciones generales del Ministerio, de Costas y de Conservación de la naturaleza, el Ministerio de Medio ambiente calificó el proyecto del Puerto en 2003 como "ambientalmente viable".
La Comisión Europea, por su lado, ha reconocido los graves impactos medioambientales del puerto, aunque emitió un dictamen favorable al mismo, al estimar que no existían otras alternativas de crecimiento portuario en la isla.
Sin embargo, Greenpeace asegura que existen hasta ocho alternativas diferentes de crecimiento portuario en el vecino puerto de Santa Cruz de Tenerife, que ya está integrado en la ciudad y no funciona al 100% de su capacidad.
Como arma fundamental para defender todos estos espacios, Greenpeace considera esencial la implicación y la acción coherente por parte de las administraciones competentes.
Paraíso de corrupción
Y a en el informe "Destrucción a toda costa" publicado el año pasado por la organización ecologista Greenpeace, Canarias aparecía como una de las Comunidades Autónomas con más alcaldes y concejales implicados en tramas de corrupción urbanística.
El reciente informe del 2009 confirma estos datos y da cuenta de las irregularidades ocurridas en zonas como Arona donde la Justicia investiga una supuesta trama de corrupción en torno a la concesión de licencias urbanísticas, Granadilla de Abona, con motivo del Plan Médano Park, Santa Cruz de Tenerife, con el caso de Las Teresitas y el Parque marítimo César Manrique, o San Sebastián de la Gomera, por la construcción ilegal de un hotel en el parque natural de Majona.
Estas irregularidades también ocurren en otras zonas de la provincia de Las Palmas de Gran Canaria, como Corralejo y El Cotillo (Fuerteventura), Firgas, Mogán, Telde y Santa Brígida (Gran Canaria)y Arrecife, Teguise y Yaiza (Lanzarote).
En total, 21 casos en los que la justicia investiga presuntos delitos de prevaricación urbanística, tráfico de influencias, cohecho o malversación de caudales públicos. Un ejemplo, según Greenpeace, de la política deficiente del Gobierno autonómico. de contenido del traído y llevado desarrollo "sostenible" en Canarias.
El ladrillo y el golf amenazan a La Palma
La Palma fue la primera de las Islas Canarias en contar con una Reserva de la Biosfera, en 1983. Su total inclusión en la Reserva ha permitido incorporar todos los espacios de calidad ambiental y extender los principios de sostenibilidad a todas las zonas urbanas o rurales que han soportado una mayor transformación, que son las que pueden generar mayor carga sobre los ecosistemas.
Sin embargo, la construcción y la ampliación de infraestructuras de transporte se convierten en grandes amenazas para estos espacios protegidos. Entre los nuevos proyectos, hay cinco campos de golf con complejos hoteleros asociados, diez proyectos turísticos en zonas rústicas y seis puertos deportivos, muchas veces instigados por El Plan Territorial Especial de Ordenación de la Actividad Turística de La Palma (PTE).
Existen tres zonas que corren especial riesgo en la isla. La primera es Llanos de Aridane, lugar de Importancia Comunitaria de la Red Natura 2000 y Paisaje Protegido de Tamanca, para el que proyecto Aridane Golf es la principal amenaza.
Sin embargo, a pesar de que el proyecto haya sido paralizado por dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, el propio Ayuntamiento lo ha incluido de nuevo en su Plan General de Ordenación. A esto hay que añadir la contaminación ya existente en esta zona, derivada de las prácticas agrícolas.
La segunda zona con especial vulnerabilidad es Punta Gorda donde se prevé de nuevo la construcción de un campo de golf y un hotel asociado de 250 camas. Este proyecto repercutiría sobre el paisaje del municipio, más concretamente sobre la zona de las Lomaditas, que linda con el Monumento Natural de la Costa de Hiscuagán, además de afectar al turismo rural que ha ido floreciendo en el municipio precisamente por diferenciarse de otras zonas más explotadas de las islas. No obstante, su Ayuntamiento continúa defendiendo la creación de estas instalaciones porque "forman parte de la filosofía turística de la isla".
Por último, en Breña Alta, destaca la instalación de la Central Diésel Los Guinchos, perteneciente a la empresa Unelco. Esta planta realiza vertidos de salmuera y de aguas oleaginosas además de casi 200 kilos de zinc al año, lo que de acuerdo con la Directiva Marco de Aguas es considerado por el Gobierno de Canarias como una presión significativa para sus aguas.