domingo, 29 de noviembre de 2009

Una cadena de dignidad entorno a un parlamento indigno.


El pasado sábado fui un eslabón más de una hermosa cadena y eso que las cadenas no suelen serlo. Esta lo era porque estaba conformada por cientos y cientos de personas buenas que se dieron cita esa mañana para evitar un nuevo episodio de política de baja calidad de los que nos tienen acostumbrados los trillizos que se reparten el poder en Canarias.
La jornada convocada desde el creciente movimiento ecologista que cada vez toma más fuerza en Tenerife logró de forma original mostrar el rechazo ciudadano a que se descataloguen, si prospera la propuesta promovida por Coalición Canaria, a 226 de las 450 especies de flora y fauna de nuestro Archipiélago fuera del Catálogo, que quedarían disponibles para ser eliminadas bajo cualquier megainfraestructura presente o futura.
La jornada fue un éxito arrollador, un éxito cívico y organizativo, una demostración visual de la existencia de una masa de población que no está dispuesta a comulgar con el poder que nos lleva a un modelo de especulación y corrupción, es una masa crítica que tiene un plan alternativo y está dispuesta a ponerlo en marcha, eso es lo que más miedo les provoca a algunos y nuestro mayor reto.
Pocos días antes la comunidad científica canaria volvió a demostrar su compromiso social con el cambio de modelo en Canarias diciendo bien claro que con ellos no se puede contar para justificar las salvajadas medioambientales del Gobierno de Canarias el sábado los científicos y profesores eran también parte de la cadena.
Rodeamos el parlamento, un parlamento que lucía en su entrada un cartel que decía “este parlamento permanecerá cerrado los sábados hasta nuevo aviso”...creo que el sábado han recibido un nuevo aviso, un aviso de que ya no se puede silenciar y trabajar de espaldas a la gente. A pesar del infumable despliegue de antidisturbios, que demuestra las expectativas que los poderosos tienen depositadas en nosotros y nosotras, las miles de manos que sostuvieron la cadena creo que tienen claro que modelo de Isla y de sociedad defienden, en las antípodas de los planes que imponen desde CC, PP y PSOE.
Digo en el título de este artículo que tenemos un parlamento indigno con parlamentarios que cobran sueldos de escándalo y se permiten dar lecciones de moralidad a los trabajadores, con “señorías” con causas penales pendientes, un Parlamento capaz de lanzar a la basura sin pestañear más de 60.000 firmas contra el Puerto de Granadilla o contra Veneguera, un Parlamento que recorta recursos para la sanidad o educación en la tierra que más lo necesita.
Decía Carl Sagan en un episodio de “Cosmos” que las señales radioeléctricas de la tierra quedaban flotando por el universo y tal vez algún día fuesen escuchadas en algún lejano planeta. Espero que las consignas y las poderosas energías de cambio generadas el sábado hayan quedado de alguna manera impregnadas alrededor de esa institución, espero que por algún milagro de la naturaleza reboten por las paredes bisoñas de ese edificio para que ese eco penetre en las mentes de esos profesionales de la política, no para que les cambie -eso sería demasiado difícil- sólo para que por la noche cuando reposen en sus casas despierten escuchándolo, sabiendo que están rodeados.
Foto: José Mesa

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