martes, 14 de noviembre de 2023

Mancebías y prostitución en la Canarias colonial

Además de terrenos y agua, religión y poder, la llamada Conquista castellana aportó también su visión sobre el papel de las mujeres en la nueva sociedad. El 4 de marzo de 1519 el Cabildo aborda una actividad, que entienden debe incorporarse a la Villa de La Laguna. En el entorno de la actual plaza de Abajo deciden ubicar una mancebía, un prostíbulo en donde el Cabildo obtendría fondos. Un lugar de construcción “recia” con “aposento para el arrendador y padre de las tales mujeres y que estén seguras y mejor guardadas”. En esa edificación debían existir “diez casillas para las mujeres”, donde sus cuerpos serían objeto de una actividad económica que también surge en la nueva sociedad isleña. Probablemente no fue la primera, ya que el profesor Antonio Tejera recoge documentos de 1508 y 1512 ya nombran una mancebía en el entorno de la antigua calle Real, cerca de la actual calle La Carrera.

La profesora María Eugenia Monzón estudia esta parte de la historia de mujeres invisibles. En uno de sus artículos detalla las escalofriantes bases de esta práctica en las Mancebías. Para permanecer en la misma “se solicitaban avales ante el juez de su barrio que debía certificar que era mayor de 12 años, haber perdido la virginidad, ser de ignorado nacimiento, huérfana o estar abandonada de la familia, si todos los requisitos eran comprobados y estaban en “regla” el juez de barrio daba autorización para que pudiera ejercer la prostitución legalmente”.

Poco más de cien años después el peso de la Iglesia promueve que la monarquía decida eliminar las mancebías, pero evidentemente no con la prostitución. Los viajeros del siglo XVIII hablan con frecuencia de la existencia de muchas mujeres en los puertos canarios que en situaciones de extrema vulnerabilidad ejercen esta actividad en unas condiciones extremadamente duras.

Sobre una sociedad con un caciquismo atroz, con un tradicionalismo muy arraigado, la violencia se ceba sobre las mujeres, que también están excluidas de numerosas profesiones y de la más mínima formación reglada. La emigración masiva de hombres también es un fenómeno señalado como una causa de una enorme miseria entre la población femenina. El vicario santacrucero, Antonio Isidro Toledo, describe en 1779 que “muchas mujeres que por ser casadas y sus maridos ausentes en Indias, que es el principal destino a que aquí todos se dedican, y olvidados estos sus obligaciones, no las socorren o se quedan para siempre, que es lo más común que acontece, por cuyos motivos se ven expuestas a mil tropiezos”.

También las mujeres nacidas en Canarias fueron un objetivo de redes de trata y hasta de venta vinculadas con la emigración, donde las redes las captaban para emigrar a lugares como Cuba, acabando en ocasiones en alguno de los doscientos prostíbulos de La Habana. Investigadores como Hugh Thomas y Julio Hernández señalan que en el siglo XIX una parte destacada de las que eran obligadas a realizar esta actividad eran isleñas.

La violencia, el uso del cuerpo de las mujeres como un objeto, la explotación sexual y la trata, parte de un mal que unas veces institucionalizado y también parte de los “gloriosos aprendizajes” de la etapa colonial. Igual que con la brujería, se penaliza y se persigue a quien no se acomoda a los moldes de una sociedad donde, salvo una reducida élite o las que entran en los conventos, las mujeres son cuidadoras de un hogar y colaboradoras en tareas agrícolas o artesanales, que si no cubren estas expectativas, deciden romper con sus maltratadores o son abandonadas, son carne de cañón de las formas más elaboradas de explotación.


miércoles, 25 de octubre de 2023

Murallas de diálogo comunitario contra el racismo


A lo largo de la historia emigrar no ha sido una decisión fácil. Abandonar el entorno que conoces, la familia y las amistades, para embarcarte en un viaje que no se sabe bien cómo será, sabemos que no se toma a la ligera. En Canarias tenemos bien cerca esos testimonios, en nuestras familias o en los entornos más próximos podemos recabar decenas de esas experiencias y vivencias, a través de las que miles de personas que nacieron en nuestra tierra o han recalado a ella.

Nuestras ocho islas están ubicadas a apenas cien kilómetros de las costas del continente africano, esa es una realidad que pase lo que pase no cambiará. Somos un puente entre continentes y al mismo tiempo un Archipiélago que geoestratégicamente ha ocupado y ocupará un lugar en el que cualquier crisis humanitaria o ambiental se vivirá con especial intensidad. Cualquier persona que diga que “con su brazo fuerte” esto se acabaría en dos días o miente para tratar de pescar votos o no se entera de nada.

Nos encontramos en una de las fronteras socioeconómicas más desiguales del planeta. Níger con una renta de 590 dólares por habitante y una esperanza de vida de 61 años, Gambia con 772 dólares por habitante y 62 años, Mali con 873 dólares y 58 años o Senegal con 1636 dólares y 68 años de esperanza, frente a un Estado español donde se alcanzan, a pesar de la fragilidad, los 30.103 dólares per cápita y los 82 años de esperanza de vida, por no hablar de otros países de Europa. La desigualdad sin duda es un elemento clave de esta realidad. Mientras los países del continente africano tengan una enorme población juvenil sin expectativas de una vida digna, mientras sus recursos naturales se rifen en los grandes espacios de poder económico del occidente y el cambio climático se desate con más crueldad sobre los que menos culpa tienen, poco o nada se podrá hacer para impedir que miles de personas se jueguen la vida cruzando el océano o el desierto.

En 2021 vivimos la apertura de los campamentos de Las Canteras y Las Raíces. En el ayuntamiento de La Laguna trabajamos para lograr articular una respuesta digna, cortar las voluntades de los que querían señalar a los migrantes como un problema y abordar las indignas condiciones de acogida de estos espacios elegidos por el Ministerio. La clave fue el diálogo y el trabajo comunitario, esa fue la única muralla que quisimos levantar. Hoy estos dos espacios vuelven a ser claves en la red de lugares donde atender a la población en tránsito, albergando en unas muy precarias condiciones a unas 3800 personas.

Los macrocentros no son una solución, lo hemos dicho antes y lo decimos ahora, una red de espacios de atención temporal descentralizada y no sobrepoblada sería una mejor alternativa. Para eso haría falta una respuesta conjunta de ayuntamientos y cabildos, que en 2021 no fue posible.

Tampoco es adecuado que no se faciliten circuitos legales y seguros para el tránsito de personas desde sus países de origen. La Unión Europea vive una paradoja, por un lado, usa la mano de obra que llega en precario, pero por el otro no hace nada para regularizar lo que ahora es clandestinidad, vulnerabilidad y muerte. Los discursos de odio y los bulos han sustituido a los derechos humanos y los argumentos reales. Muchos países de la UE son partícipes directos del desastre ambiental y humanitario que se vive en África, pero sus gobiernos cada vez más están copados de ultras que hacen del odio al pobre su bandera. Canarias, primer lugar de llegada, frontera marítima, se queda entre la espada y la pared, entre unas normas incomprensibles que bloquean cualquier dinámica de cuotas regulares y con derechos, mientras la huida desesperada se produce desde los países emisores.

En esta situación se puede elegir un camino, criticar al otro o arremangarse y ponerse a trabajar desde todas las administraciones. Creo que la segunda opción es la única válida. Mientras crece la voluntad de sacar rédito político, convirtiendo la emigración en una batalla, perdemos tiempo para consensuar, con políticas que acompañen esta realidad, pensadas en luchar contra los bulos, la mejora de la acogida, la convivencia y el diálogo entre las comunidades. En La Laguna demostramos que era posible y ahora nos preocupa mucho que no se esté apostando por este camino, y este viernes la prensa muestra que el Parlamento también lo ha logrado articular, aunque sea tarde.

El próximo dos de noviembre habrá un pleno a petición de CC y PP para abordar la situación migratoria, no nos parece mal, aunque desde Unidas se puede hemos pedido un esfuerzo de diálogo y consenso previo. Hoy en día no sabemos si el Gobierno local del PSOE hará algún esfuerzo al respecto, espero de corazón que sí. No entendemos que todavía no se haya querido convocar a los partidos con presencia en el salón de plenos, que, a diferencia de 2021, no hayamos impulsado espacios donde consensuar una declaración lo más unánime posible para ese pleno. Tampoco nos parece lógico que los representantes de miles de laguneros y laguneras debamos enterarnos por la prensa que hay 2100 personas en el CATE de Las Raíces, que no se hayan retomado espacios de información vecinal y política, como los que abrimos en el mandato pasado, que no tengamos datos de primera mano y aportemos nuestros conocimientos y experiencias a este respecto. Tampoco se ha reactivado la Mesa Municipal de la Acogida a las Personas Migrantes y Refugiadas, un espacio que impulsamos entre 2021 y el primer semestre de 2023 para poner en común recursos y trabajar de la mano de las entidades y colectivos que representan la voz de las personas migrantes, donde la oposición de aquel momento también jugó un importante papel.

Se puede hacer mucho, demostrando que hay una voluntad local de trabajo conjunto, al margen de las siglas, un gobierno responsable debe impulsar esa labor. Retomando programas que en el pasado mandato fueron ejemplo de buena praxis local para la Organización Internacional para las Migraciones en su informe de 2022. No podemos dejar que incidentes como las pintadas racistas del fin de semana, la maraña de bulos que se están lanzando en las redes o una total descoordinación política, sirva de abono a una quiebra de la convivencia. No se trata de colores políticos o de egos, se trata de responsabilidad colectiva. Todavía estamos a tiempo de lograr esa altura de miras que reclamamos y de seguir haciendo un municipio mejor.

Rubens Ascanio Gómez

Coportavoz de Unidas se puede en el Ayuntamiento de La Laguna

      


miércoles, 11 de octubre de 2023

El Sindicato de Estudiantes Canario en el libro "De Guajara a Tafira, travesías del movimiento estudiantil canario"

Extracto de la obra que elaboré junto a mi compañero de sueños, ideales y batallas, Samir Delgado, perteneciente al libro: "De Guajara a Tafira, travesías del movimiento estudiantil canario", editado en el año 2006:    

Las páginas que vienen a continuación no son una obra de tipo histórico o sociológico, no pretendo de momento actuar como científico, sé que pronto se tendrá que hacer esta tarea.

Modestamente he usado el archivo de mi cabeza y un puñado de documentos que conservo de los años de brega estudiantil. Tal vez, estas páginas estén más cerca de la autobiografía que de otro género. En todo momento he tratado de centrar mis vivencias personales y subjetivas, casi como si fuera una larga entrevista.

Espero servir de ayuda para futuros acercamientos históricos o sociológicos a los conflictos estudiantiles en el periodo 1997-2002, en especial para aquellos que hoy se ocupan de estos menesteres.

Tal vez, los amigos de los movimientos sociales encuentren alguna referencia útil. Lo que sobre todo he intentado hacer es un homenaje a muchas decenas, sino cientos, de compañeros y compañeras que han vivido intensamente su vida académica, intentando transformar el entorno que se encontraron.

Espero no haber olvidado nada importante, y que sean cómplices de esta subjetividad militante que ofrezco.    

                                                                     Rubens Ascanio

 


Un sindicato, una universidad.

 

El SEC aparece en Las Palmas de Gran Canaria a inicios de los noventa. Es en parte el reflejo del Sindicato de Estudiantes estatal que había logrado notoriedad tras las manifestaciones del 88 y 89 contra el modelo educativo socialista y sus políticas de empleo juvenil.

En varios institutos de Las Palmas se organizan grupos del SEC en torno a gente concienciada y politizada de la izquierda canaria. Con una base fundamentalmente de medias, el SEC logra tener una gran repercusión social e incluso sufre duras represiones sobre algunas de sus manifestaciones como las de 1993 en contra de la subida de Tasas. Era un modelo de trabajo riguroso y realmente de izquierdas, frente a los aires socialdemócratas de la otra organización estudiantil referente de la época UDECA, siempre estrechamente vinculada con el PSOE.

En 1995, el SEC hace el esfuerzo de convertirse en una organización de ámbito nacional. A finales de ese año, celebran una asamblea en Icod (Tenerife) donde asisten representantes de diversas organizaciones de izquierda. En ella se elabora un documento en defensa de una educación pública canaria de calidad donde el Hecho Nacional Canario queda claramente recogido, ese documento nos serviría a posteriori de base para la formación del SEC en Tenerife.

En el seno de la organización juvenil Azarug, dedicada desde 1992 a luchar por la independencia nacional y la transformación social, se venía valorando desde 1996 la necesidad de trabajar en la universidad e institutos, ante el importante número de afiliados que estaban estudiando en ese momento. Varios compañeros, en especial Rayco López, Miguel Hernández y Ruyman Afonso inician una serie de reuniones con ese objetivo en el ámbito universitario.

A inicios de Diciembre, nos invitaron a Dásil Domínguez, compañera de clase y amiga que compartía mis pensamientos políticos, y a mí en una de estas asambleas. En esa época trabajábamos en un proyecto llamado Colectivo de Recuperación Etnográfica Birmagen, y estábamos un tanto descolgados de Azarug, donde habíamos entrado a militar un año antes, cuando empezamos a estudiar la carrera de Historia en la Universidad de La Laguna.

Desde el instituto tenía un fuerte sentimiento de pertenencia a este país y grandes ganas de hacer algo por transformar una realidad que me preocupaba, de pérdida de identidad, deterioro medioambiental y social.

En Azarug me encontré a chicos y chicas de mi edad que sentían como yo que había que cambiar las cosas. Recuerdo perfectamente ese día. La reunión era a última hora en el Campus Central. En ese momento no disponíamos de lugares para poder reunirnos, así que optamos por hacer la reunión en una Jaima saharaui que estaba instalada enfrente de la biblioteca de Pedagogía.

Allí en círculo sobre las alfombras que cubrían el  suelo nos presentamos todos y todas. Éramos unos diez estudiantes, casi todos de letras. recuerdo como Rayco explicó el proyecto de montar un grupo estudiantil, de hacer unos estatutos y diversas cosas más...cargados de ideas y algunos también de nuevas ilusiones, quedamos para una próxima asamblea donde ver la cuestión del nombre del colectivo y algún documento más.

No fue hasta esa siguiente reunión cuando escuché por primera vez en mi vida el nombre del Sindicato de Estudiantes Canario y leímos el documento de Icod, en el que todos coincidimos. A partir de ahí, ya en las primeras semanas de 1997, es cuando podemos hablar del nacimiento como tal del SEC en la universidad de La Laguna.

Considero un acierto que desde una organización como Azarug se tomara la decisión de organizar a los estudiantes de la universidad, en un momento que a nivel general existía una enorme apatía e incluso desilusión. Al entrar en la universidad, creía que me iba a encontrar con un elevado ambiente cultural y político con asambleas, charlas y movilizaciones.

Por desgracia la realidad era bien distinta, en los paneles sólo se veían anuncios de fiestas de facultad, ofertas de foto tipo carné y las listas de libros de Lemus sobre los asuntos de la carrera. Encontrar a gente como Dásil, que igual que yo había ido recopilando información de organizaciones independentistas del pasado y, por supuesto, la fortuna de comprar la revista Añaza, publicada por Azarug, que me abrió la posibilidad de conocer y trabajar con los jóvenes mejor organizados de ese momento, fueron definitivas para poder aportar algo para cambiar ese panorama.

De alguna manera la caída del muro de Berlín era el símbolo de que la izquierda había fracasado y la desilusión ante las organizaciones sociales era total. La victoria de la derecha recalcitrante española en las elecciones de 1996 fue para muchos un momento decisivo, ya que se hacía necesario más que nunca el estar organizados frente a un neoliberalismo salvaje encarnado por el PP en España, y el gobierno nacional-insularista de Manuel Hermoso en Canarias.


Personalmente, creo que una de las luchas que más nos marcaron a los jóvenes de ese momento fue contra la Lanzadera y el radar en la Isla de El Hierro. Nos sirvió para que miles de canarios se sintieran en la obligación de organizarse en defensa de su país como territorio sostenible y plataforma de paz.

Cuando el presidente del Gobierno español cumplió su promesa de celebrar dos Consejos de ministros en Canarias, muchos pudimos comprobar en carne propia como desde la derecha se respondía a las movilizaciones, en ese momento embrionarias, con el envió de antidisturbios desde Las Palmas, cargas brutales, numerosos lesionados y detenciones arbitrarias.

En la universidad el movimiento asociativo estaba en franca decadencia. En el curso 94/95 se habían vivido movilizaciones en torno a los Colegios Mayores, a los que el equipo de gobierno liderado por Marisa Tejedor (actual Consejera de Industria del Gobierno Canario) había sometido a una subida del costo de sus plazas absolutamente desproporcionada.

Los colegiales, venidos de otras islas o de municipios alejados de La Laguna, se organizaron frontalmente opuestos a esta subida. Ocuparon sus plazas y no pagaron, lo que llevó a Tejedor a enviar a la seguridad, cortar la luz y el agua.

Colegios que, en ocasiones, habían mantenido rivalidades absurdas, colaboraban estrechamente e incluso establecían acciones duras como huelgas de hambre, encierros en el rectorado o grandes manifestaciones donde muchos estudiantes se solidarizaron.

En este momento es el grupo claustral de alumnado PIDE el que coordina gran parte de las movilizaciones desde su posición mayoritaria en el ámbito del alumnado. Esta situación acaba cuando gracias a un cambio histórico de fuerzas dentro del gobierno de la universidad, Tejedor es derrotada por el equipo de Matías López con un fuerte respaldo estudiantil, con un PIDE con una gran mayoría de claustrales. En su mayoría eran colegiales veteranos de la huelga y sin filiación política.

En mayo de 1997 se convocan unas nuevas elecciones. Desde el SEC nos planteamos, casi como un juego, el presentarnos. Logramos con un enorme esfuerzo presentar unas 300 firmas con fotocopia de DNI que avalaron una modesta plancha de veinticinco personas. Creo recordar que nos daban unas treinta mil pesetas para costear la campaña, lo que gracias a la experiencia organizativa que traíamos de Azarug, nos permitió lanzar una campaña con carteles y pegatinas con el lema EL 17 DE MARZO VOTA SEC.

En el logo usamos los colores de la bandera canaria en cada letra y estrellas verdes separándolas. También hicimos unos modestos dípticos con nuestras propuestas, que repartimos clase por clase por los campus.

Unas semanas antes, Rayco había vuelto a tomar contacto con la gente del SEC de Las Palmas. Estaban muy contentos de que por fin en Tenerife se hubiera creado un grupo hermano. Recuerdo las buenas impresiones que nos trajo Rayco de su visita al local del SEC en Las Palmas (creo recordar que en la Avenida Primero de Mayo).

Incluso, como forma de reivindicar nuestra idea de una Universidad Nacional Canaria, hicimos la presentación de nuestra campaña en Las Palmas. Mantuvimos reuniones con Juanma y Heriberto Dávila en el local de Azarug, donde nos contaban sus vivencias en los momentos en que el SEC contaba con mayor fuerza.

De estas reuniones obtuvimos buenas ideas y bastante material de campaña usado por el SEC de Las Palmas. Uno especialmente causó sensación en la universidad, donde se veía una cabrita blanca con un birrete y el lema "Sal del rebaño, únete al SEC" que también dejamos en un mural a las afueras de la facultad de Derecho.

Nunca había participado en una campaña para el claustro igual que el resto. Optamos por hacer de los "pasa clases" una de nuestras claves. Repartidos en grupos de cinco o siete, entrábamos en las clases, repartíamos nuestro programa y tratábamos de explicarlo, normalmente ante el desinterés de la mayoría. Era un contraste vernos llegar tras grupos bastante homogéneos como PIDE, que incluso repartían unos pins hechos en barro y pintados a mano por los colegiales que eran su base.

Nosotros llegábamos, unos con polos y zapatos, otros con pelo largo y camisetas del Che, presentándonos como un grupo nacionalista de izquierda….éramos claramente otra cosa y trescientos compañeros nos dieron su apoyo.

El SEC logró entrar en la universidad con sólo cinco clausúrales, los mismos que Gaudeamus, grupo del PP dentro de la universidad que desde un primer momento, demostraron sus credenciales firmemente democráticos, arrancándonos carteles o pintándolos (si esa es la escuela de muchos de los miembros de las Nuevas Generaciones del PP, imagínense lo que harán sus papás).

 

 No al claustro burocrático

 

Creo que realmente el SEC ha cambiado más a la institución que al contrario. Yo me enteré de los resultados desde la cama de un hospital de una duodenitis, no me extrañaría que fuera en parte causada por el "estrés electoral", y más a una persona extremadamente tímida como yo, poco acostumbrada a hablar en público.

En el claustro entró como cabeza de lista Yaiza Afonso, junto con Rayco, Miguel, Dásil y Héctor Navarro, todos militantes de Azarug. Una de las primeras intervenciones fue hecha por Miguel donde se refirió al lema de su camiseta "whema idles n aitiden n kanaria" sin duda la primera frase en guanche pronunciada en cinco siglos en una institución canaria.

Para nosotros fue toda una novedad contar con un espacio de trabajo como el Salón de Claustrales, poder pedir instalaciones universitarias, hablar en los claustros, elaborar propuestas...En este local casi todas las semanas se reunían los portavoces de los distintos grupos. Era interesante observar el odio cordial que mantenían por motivos, en la mayoría de los casos, personales. A nosotros desde un primer momento se nos miraba con bastante curiosidad y cierto respeto a nuestro discurso.

PIDE ejercía la labor de "anfitrión" en casi todas las reuniones, al ser mayoritarios de nuestro sector. Después teníamos como una especie de "oposición" a PEETEC, un modelo de grupo puramente nacido para el claustro y para "defender" a un sector concreto de los estudiantes, los de enseñanzas técnicas y científicas, frente a la "opresión de los de letras".

Después estaban otros grupos como IDEA vinculados a Coalición Canaria. Un experimento similar a este fue el Colectivo Libre de Estudiantes, que presumía de no estar politizado, a diferencia de otros, y que estaba encabezado por una chica llamada Dulce Xerach Pérez...efectivamente, la que fuera Viceconsejera de Cultura y Deportes del Gobierno Canario.

En estos momentos fueron Rayco, Yaiza y Miguel los que en mayor medida tuvieron una labor de diálogo y llegar a acuerdos. Recuerdo el buen trabajo hecho en los presupuestos universitarios, donde presentamos varias propuestas de marcado corte social. Junto con PIDE, presentamos una resolución en contra de la Lanzadera y el radar de el Hierro, que se convertiría después en todo un clásico de nuestro trabajo claustral.

Esta dinámica nunca ha sido bien entendida por los grupos conservadores de la universidad, que siempre han querido vetar cualquier propuesta que se saliera del espacio de las facultades, aunque después eran los primeros en presentar propuestas sobre la situación política vasca.

De esta época, me vienen a la memoria largas asambleas en clausúrales, donde a veces los debates entre grupos eran extremadamente tensos e infructuosos. De las mismas nos quedó una clara conciencia de que éramos positivamente diferentes, y paralelamente un desencanto por una actividad universitaria que a nivel institucional, considerábamos excesivamente burocrática, tediosa y con frecuencia bastante hipócrita. Muy pronto empezamos a ver de forma clara que en la universidad nuestra labor, junto con una actividad académica, estaría protagonizada por una fuerte actividad de tipo cultural y reivindicativa.

Uno de los primeros actos que recuerdo es el del XXX Aniversario de la muerte de Ernesto Che Guevara el 9 de octubre de 1997. Es el primer acto público importante del SEC en el que colaboré. Recuerdo en Tilelli, local de Azarug en Aguere, junto con Jeremi haciendo el primer cartel que era un montaje recortado y pegado de textos en Word y una foto poco habitual del Che. En el Salón de Actos de Magisterio la tarde del día 9 nos vimos una enorme cantidad de gente, que vino a ver los documentales que proyectamos y la charla del profesor Julio Hernández, experto en historia de América. Nos resultó emocionante el tener que abrir la parte alta del salón, para dar acogida a todos los que se interesaron por recordar a ese guerrillero heroico que siempre ha estado presente en las acciones del SEC.

Otros actos fundamentales en esta época fueron el concierto de Abril de 1998 contra proyectos como la Lanzadera, Veneguera y Tindaya. Al mes siguiente en las calles de Santa Cruz tuvimos una manifestación de veinte mil personas en apoyo de los herreños que luchaban contra la militarización de su Isla. En la misma llevamos una gran pancarta y repartimos trípticos en favor de la neutralidad de Canarias y por la salida del ejército español, que causó polémica en algunos de nuestros compañeros, no tan comprensivos con la cuestión nacional.

En esa época, llegaron Juanma y Josemi, dos veteranos compañeros del SEC de las Palmas que estaban realizando el doctorado en la ULL. Conformaron con otra gente del sindicato una especie de grupo o corriente ligado a Canarias Alternativa, colectivo un tanto “misterioso”, dedicado fundamentalmente a hacer análisis sobre la realidad sociopolítica canaria e integrarse en diversos movimientos sociales.

Con ellos tratamos de organizar movilizaciones por las subidas de tasas a inicios del curso 98-99, que fueron frenadas por ser consideradas por Juanma y otros poco oportunas y precipitadas.

Una gran movilización, unas de las primeras donde el SEC jugó un papel importante, fue en favor de unos accesos seguros para el campus de Guajara, tras dos violaciones de compañeras y un accidente que le costó la vida a un estudiante en la parada de guaguas. Inicialmente, algunas de las asociaciones de alumnos, especialmente de Psicología, Historia, Derecho y Económicas hicieron una protesta frente a la biblioteca de Guajara que fue multitudinaria. Por desgracia desde la administración, Castro Cordobez no hizo nada al respecto, con lo que desde el SEC convocamos una manifestación con muy pocos recursos.

Recuerdo compañeros como Ruyman Afonso, pasando clase por clase, gracias a su trabajo logramos que alrededor de quinientos estudiantes salieran de las aulas y cortasen el tráfico en el puente de Guajara, lo que provocó colas enormes. Una experiencia emocionante ocurrió dos noches antes, cuando con Miguel fuimos a pintar clandestinamente unos pasos de peatones en la zona de peor accesibilidad.

Recuerdo como nos quedamos las piernas y los zapatos pintados de blanco por el viento que nos lanzaba la pintura encima. A los dos días, unos trabajadores de tráfico pintaron encima unos pasos de peatones de verdad, fue una prueba de como a veces una acción acertada tiene efectos inmediatos resolviendo un problema. El anuncio a los pocos días de la manifestación de una dotación importante para mejorar los accesos fue una victoria moral del estudiantado de la que aprendimos mucho.

A finales del curso, tuvimos en Guajara una reunión importante desde mi punto de vista. En las mesas de la cafetería de Guajara nos encontramos Rayco, Miguel, Yaiza, Dásil y yo, que éramos los cinco claustrales del SEC (Héctor Navarro dejó su plaza algunos meses antes).

Había problemas, Rayco y Miguel, auténticos portavoces del SEC y los que llevaban gran parte del peso de la actividad sindical, nos anunciaron que se iban a estudiar fuera. Hubo un pequeño debate que terminó en que yo, en contra de mi opinión y de forma supuestamente provisional, ocuparía la portavocía del SEC (el peor anuncio que se le puede hacer a un gran tímido).

Nos fuimos a ese verano con una sensación agridulce de la actividad desarrollada. La mayoría, igual que el año anterior nos encontramos en el IV Encuentro Juvenil Canario montado desde Azarug, ese año en La Palma, donde reunimos a más de dos mil jóvenes de todo el país. Estos encuentros eran para nosotros auténticas escuelas de verano, donde aprendíamos valiosas lecciones sobre autogestión y trabajo en equipo.

En el curso siguiente a nivel claustral, nos sorprendió el anuncio de unas nuevas elecciones al claustro a fines de 1998, antes de los dos años correspondientes según los estatutos. Un poco fríos después de un verano largo y los exámenes de septiembre, nos estaba costando conseguir arrancar con las asambleas. En una de las primeras de Octubre, nos sorprendió la llegada de Juanma junto con personas que no conocía.

En esa asamblea una chica de Canarias Alternativa nos decía que el nombre del SEC ya estaba quemado y que a ella personalmente no le atraía meterse para nada en una organización como la nuestra. Esa intervención inicial, la verdad, es que nos desconcertó. No recuerdo quienes estábamos de la etapa anterior, estoy seguro que Patricia Díaz estaba conmigo en la reunión (me acuerdo bien porque actualmente estamos casados).

A continuación, Juanma hizo un largo alegato en favor de disolver el SEC y buscar un nuevo proyecto estudiantil, renovado y posiblemente, no vinculado tan estrechamente a un colectivo juvenil ascendente como Azarug, mientras los militantes de Canarias Alternativa iban terminando sus etapas estudiantiles.

En la reunión conocí a dos o tres compañeros con los que trabajé estrechamente en la siguiente etapa del SEC. Javier López, conocido en el ambiente lagunero como "el trosko", Manuel Hernández, hijo de un veterano militante comunista sureño y miembro de Juventudes Comunistas, y su compañero de la misma organización Moisés Tejera, un excelente compañero de Gran Canaria que estudiaba en la ULL.

Los tres nos sorprendieron en su defensa del proyecto del SEC y la necesidad de que se aprovechara el trabajo realizado y se siguiera fortaleciendo. La verdad es que sólo recuerdo que nos sentimos aliviados por este "apoyo sorpresa", y divertidos por la cara que se le quedó a Juanma con ese repentino giro de la tortilla política.

A partir de ahí, empieza una etapa que va de 1998 a 2002 aproximadamente, donde dentro del SEC se organiza una auténtico terreno neutral, donde organizaciones de izquierda, a veces con proyectos confrontados, se sientan, hablan y proyectan en conjunto una lucha tan importante como la estudiantil.

Hasta esa misma variedad ideológica, permitía una animada e incluso positiva tensión en las asambleas que aseguraba una buena participación. La llegada de otras organizaciones al seno del SEC fue motivo de debate e incluso con frecuencia se cuestionó esa situación. Fue una convivencia compleja, pero personalmente creo que fue el proyecto unitario más duradero y real de la izquierda canaria. Con los compañeros muchas veces compartíamos más allá de una sala de trabajo y reunión.

Fueron muchas las mañanas  con Javier y su "SEAT Panda" de una facultad a otra, pidiendo salas para hacer actos, pegando carteles, dando charlas, colocando pancartas...;

En ocasiones incluso, teníamos enfrentamientos de tipo organizativo, en una ocasión lo recuerdo por un gran mural de la bandera republicana que era de las JCC y que apareció en varias ocasiones pintorrejeado con lemas independentistas, con lo que se decidieron a tomarse la justicia por su mano e hicieron lo mismo con uno de Azarug. Había mosqueos, la mayor parte de las veces injustificados, pero ante todo hacia afuera éramos el SEC, los comunistas, los independentistas, los radicales, los rojos, los batasunos... un colectivo estudiantil poderoso.

Las elecciones de Diciembre de 1998 nos traen un SEC algo distinto, con alguna "cana" en lo político y ciertas acciones muy acertadas que nos ganaron importantes simpatías. Éramos el más claro ejemplo de un grupo que trabajaba todo el año, al que se podía acudir y que trataba de informar a pesar de ser pocos, frente a los más de 20.000 estudiantes de la U.L.L.

Unos meses antes, en el último claustro de esa etapa y por sorpresa, PIDE,  grupo mayoritario de más solera hace pública su retirada y disolución ya que no habían logrado superar el grave peligro de todos los movimientos estudiantiles, que es el de la renovación.

El trabajo electoral sirvió para unificar y cohesionar al sindicato. Tratamos de hacer una labor conjunta con grupos que se definían como de izquierdas, entre ellos el proyecto propugnado por Juanma y otros ex militantes del SEC con el rimbombante nombre de Asamblea por el Cambio Educativo y Social (ACES). formado principalmente por compañeras de la facultad de Pedagogía.

Con una plancha que casi duplicaba a la anterior, el SEC obtuvo catorce representantes, casi triplicando los resultados anteriores. Una buena forma de acercar a nuevos militantes fueron las asambleas abiertas del sindicato. En una de ellas, en Octubre de 1998, se nos incorporaron nuevos compañeros, muy activos desde entonces, como Samir Delgado.

En unas semanas se decidía la elección de un nuevo rector. Conjuntamente con ACES y ARTOS (grupo de Bellas Artes), elaboramos un documento de programa para llegar a acuerdos con el futuro rector. Existía la posibilidad de apoyar al grupo de Matías López o el de Marisa Tejedor. En la reunión con el equipo de Tejedor la verdad es que no acompañó ni el tiempo.

Ese día en un aula de la Torre de Química cayó en La Laguna una granizada tan grande, acompañada de rayos y truenos, que en los periódicos del día siguiente decían que había nevado. Las formas de la señora Tejedor en conflictos anteriores hicieron que la opción de darle apoyo no se planteara en nuestras asambleas.

Por otra parte teníamos a Matías López, rector gracias a los apoyos de PIDE en su momento y con el que habíamos colaborado en actos como el del XX aniversario del asesinato del estudiante gran canario Javier Fernández Quesada  en Diciembre de 1997, y que después seguiríamos recordando año tras año junto con colectivos como Intersindical Canaria.

El grupo del rector sabía que si mantenían a López a la cabeza del proyecto no obtendrían los apoyos necesarios. Encontraron un sustituto en José Gómez Soliño, que hasta entonces había ocupado actividades menores en el gobierno universitario. Soliño era poco conocido para nosotros, sólo sabíamos que era asturiano y filólogo.

Finalmente, tras largos debates internos e interminables reuniones donde tratábamos de consensuar objetivos comunes de trabajo, firmamos un documento de gobierno que se mantuvo cerca de dos años como base programática de ACES, ARTOS y SEC, hasta que el sindicato se quedó en solitario tras la desaparición de los grupos anteriores.

Personalmente, tengo una valoración positiva de la etapa de gobierno de Soliño, que casi coincide con la que ocupé la portavocía del sindicato. Demostró ser una persona próxima, honesta y dialogante hasta el extremo.

Creo que supimos encontrar los puntos en común para obtener mejoras para todos, a pesar de que desde todos los puntos de vista teníamos visiones a veces contrapuestas. La mejor prueba de la correcta acción de la época de Soliño, es que todos los grupos del claustro vinculados al gobierno hemos logrado importantes resultados. La colaboración llegó a ser tan estrecha, que incluso multas de 300 euros que nos cayeron a varios compañeros del sindicato y a una reportera del semanario Liberación en una manifestación por Santa Cruz, nos fueron levantadas gracias a su mediación.

Un recuerdo que nos queda a todos y en especial a Soliño fue en su toma de posesión. Unos días antes, nos habían convocado alumnos de Matemáticas que necesitaban ayuda. Eran licenciados que ante la salida de listas para sustituciones en los institutos se encontraron con que de las ochocientas personas apuntadas, casi los primeros doscientos eran foráneos.

La situación era grave, de hecho la propuesta hecha por los matemáticos es que, al igual que pasa en Cataluña o Andalucía, se puntuara favorablemente el que se haya estudiado en una universidad canaria. Curiosamente uno de los portavoces era un chico andaluz que había estudiado aquí, y ahora se encontraba con esta situación de discriminación que ni él lograba explicar, esa es sin duda una peculiaridad de nuestro país canario.

Ante la situación, les sugerimos hacer una protesta. Decidimos aprovechar el acto de toma de posesión del rector, donde iban a participar el Presidente del Gobierno, Manuel Hermoso, y el Consejero de Educación. Fue uno de los últimos actos públicos de Hermoso y sin duda es uno de los que preferiría olvidar. Unos quince pibes y pibas nos colamos en el Aula Magna de Guajara con una pancarta amarilla enorme que decía:

“NUESTROS ABUELOS FUERON A CUBA, MIS PADRES A VENEZUELA. NO VAMOS A EMIGRAR, VAMOS A LUCHAR".

Cuando Hermoso fue a iniciar el discurso, nos levantamos formando una pitada que según los periódicos fue "monumental". Recuerdo la cara colorada y el temblor de manos que le dio, a parte del mosqueo que ya traía, porque no habían elegido a su amiga Tejedor.

Al salir del acto, seguimos hasta el coche al Presidente y al Consejero de Educación, José Mendoza. Hermoso optó por los insultos y las amenazas, se ve que no estaba acostumbrado a  gente que busca algo más que un bocadillo de chorizo perro cada cuatro años.

El Consejero, tal vez por venir de una tradición más de izquierdas, se paró a hablar con nosotros durante un buen rato. Una de las cosas que se me quedaron grabadas de ese día, fue cuando un compañero llamó “gandules” a varios militares presentes en el acto, uno, que creemos el Capitán General de Canarias, se echó la mano a la funda de la  pistola, y tuvo que ser contenido por un jefe de la Guardia Civil y un Almirante allí presentes.              

Una seña de identidad nuestra fue la realización también, junto con la actividad claustral, de una intensa acción cultural. Durante estos años han sido decenas los ciclos de cine, charlas, debates, etc...Esta actividad creo que no ha sido entendida por los grupos más conservadores de la universidad, que consideran que no se pueden mezclar las cuestiones sociales con las educativas.

En nuestra idea de universidad, creemos que nuestra acción debe ser de altavoz de lo que pasa en el exterior y como universitarios canarios nos afecta. Así, considero justo y necesario que un claustro, que a priori habla sólo de temas académicos, también se posicione sobre lo que ocurre en la sociedad donde vive y que le da sentido.

¿Cómo podemos los universitarios asistir silenciosos a la destrucción de nuestro medio, a la falta de empleo, a la brutalidad policial, a bombardeos y guerras ?.

Creo que se debe guardar un respeto a la población y demostrar que a parte de los presupuestos, el PIUC y las obras en los campus nos interesa saber y opinar, como comunidad de más de treinta mil personas, lo que le pasa a esa mayoría que no ha tenido la suerte o el deseo de tener una educación superior. 

A finales de mayo de 1998 tuvimos una nueva movilización a favor de unos accesos seguros en Guajara y Anchieta. Además añadimos una nueva exigencia, que era la de un bono estudiantil de Guaguas. El transporte público siempre ha sido algo  especialmente sensible para los estudiantes, que son en su mayoría los usuarios de este medio. Desde Anchieta hasta Guajara, recorrimos un amplio trayecto alrededor de quinientos estudiantes a pleno sol de mediodía.

En ese día, fue especialmente emocionante cuando una vez finalizada la marcha unos doscientos estudiantes nos colocamos en la parada de la autopista en Guajara y "ocupamos" tres guaguas de la 015 que une Santa Cruz con La Laguna.

Cuando estábamos todos dentro, apretados y sudorosos, la guagua cierra sus puertas y reanuda la marcha, sólo recuerdo el enorme grito de alegría de todos y la sonrisa en la boca de cada uno de los que allí estábamos.

Con el tiempo hemos logrado hacer realidad el sueño de un bono de guaguas estudiantil, igual al que existe en otras universidades del Estado. En primer lugar, conseguimos que para las elecciones autonómicas de 1999 casi todos los partidos recogieran en sus programas esta cuestión, aunque tardó más de cuatro años en hacerse efectiva.

De forma rápida obtuvimos (tal vez como compensación inicial) la llegada del trasbordo, que permitía ahorros de hasta un cincuenta por ciento y un aumento de cerca de quinientos millones de las antiguas pesetas en el presupuesto insular para transporte. En este caso hay que reconocer la labor hecha por el entonces rector José Soliño, quien no dejaba de mantenernos al tanto de sus entrevistas con las autoridades insulares y los avances que se estaban obteniendo.

Al equipo de Castro Cordobéz le hicimos un especial seguimiento en la cuestión de los accesos. A inicios del curso 98-99 en la Pasarela que se construyó sobre la autopista a la altura de Guajara celebramos una inauguración paródica. Samir con una máscara y con traje de presidente, cortó la cinta mientras Javier leía un comunicado ante los medios. Apenas una semana después, sin presencia de ninguna autoridad, se hizo la inauguración oficial de este acceso tan demandado.

La verdad es que creo que unos de los “méritos” del SEC ha sido el convertir a la universidad en un territorio hostil para los poderosos de las Islas. Para algunos, esto será motivo de animadversión hacia el sindicato, yo creo que es un motivo de orgullo que la Universidad de La Laguna sea uno de los pocos espacios donde el “construgobierno” de Coalición Canaria se sienta en minoría.

Una prueba de fuego por la que han pasado ya dos presidentes de gobierno y otros tantos consejeros de educación, han sido las inauguraciones de curso con presencia estudiantil. Un acto, hecho como inicio de curso, donde por tradición sólo asistían parte del profesorado con sus elegantes togas y lo más granado de las autoridades políticas, militares y religiosas de Canarias, se ha convertido en un auténtico mostrador desde el que diferentes colectivos del ámbito educativo, hacen visible su opinión al respecto del estado de este servicio.

Lluvias de confeti, estudiantes semidesnudos, ataúdes, barcos de emigrantes, pitadas o bloqueos, siempre en un ambiente festivo, es lo que se han encontrado Hermoso, Román o Martín.

Entiendo las úlceras estomacales generadas en los rectores cada vez que recibían la llamada del Presidente o Consejero para preguntar "qué les iban a hacer" ese año. Especialmente duros fueron los de los años 2000 y 2001 ante la llegada de la LOU.

Decidimos cerrarle el paso a la comitiva que estaban destruyendo la enseñanza pública canaria, hubo algún momento tenso e incluso algún profesor vinculado al PSOE nos dijo "son peores que los de Coalición", por arruinarles el bonito festín de canapés y croquetas frías que tenían preparado.

Curiosamente, nos criticaban por usar la resistencia activa pacífica como nos enseñó un viejito indio que ayudó a liberar el mayor territorio colonial que ha conocido el mundo. En frente, teníamos a Román Rodríguez, presidente canario que se jactaba en sus tiempos estudiantiles de haber tirado por las escaleras a un rector en una movilización, hay que ver las vueltas que da la vida.  

También ha sido seña de identidad del SEC un profundo sentimiento de solidaridad con otros movimientos y causas. En este sentido, entroncamos con una de las mejores tradiciones que nos llega del mayo del 68.

En huelgas de trabajadores hemos tratado de hacer llegar nuestro apoyo más o menos activo, y por supuesto los mejores ánimos. Este fue el caso de la huelga del PAS en favor de un nuevo Convenio Colectivo. Fue una lucha intensa, con encierros en el Rectorado a donde acudimos en varias ocasiones y con cierres de aulas. Nosotros mismos, fuimos protagonistas de un encierro espontáneo de cuarenta y ocho horas, con casi doscientos compañeros y compañeras.

Incluso hubo una pequeña manifestación el 10 de Diciembre de 1998 por Santa Cruz solicitando soluciones a la Consejería. Como sucede siempre, los sectores más reaccionarios y derechistas de la universidad la tomaron con el legítimo derecho a la huelga en algún medio de comunicación y en asambleas públicas. Esta actitud es una constante en las movilizaciones estudiantiles. En los periodos donde amplias mayorías estudiantiles se enfrentan a un tema, siempre existe ese remanente de estudiantes que "se oponen" al derecho de manifestación y sólo piensan en sus clases y notas.

Estos estudiantes individualistas (tal vez seres mejor adaptados a nuestra sociedad consumista que aquellos que luchamos por ideales), suelen contar con unos buenos aliados en los claustrales profesionales, para los que su cargo es una medalla para el expediente y una manera de sentirse importantes.

Esos son los primeros en poner el grito en el cielo, cuando algún tema extra académico se cuela en las aulas o en los debates institucionales.


Una afortunada decisión fue cuando decidimos iniciar a fines de 1998 un programa semanal, las noches de los miércoles, en Radio Popular Canaria. La "Hora del Estudiante", fue una auténtica "terapia" liberadora para muchos de nosotros. Con Silvia Ascanio a los controles del buque, Javier, Ruyman, Héctor Martín, Samir, Adán y yo mismo como locutores asiduos, fuimos algunos de los protagonistas de este altavoz estudiantil. Noche tras noche, entre andanadas de música Ska, Reggae, y muchos cantautores... informábamos modesta y a veces precipitadamente de los sucesos en el ámbito estudiantil.

Solíamos contar con entrevistados e incluso, llevamos a representantes  de conflictos como el de los Colegios Mayores que defendían una congelación del costo de sus habitaciones y una mejora general de la calidad de las instalaciones. En esta radio seguimos el día a día de la educación canaria por casi tres años, y vimos la evolución del Informe Bricall hasta la LOU.

Dentro de esta dinámica de hacer accesible la información que nos llegaba a todos los estudiantes como objetivo básico, se ha mantenido con diversos formatos un boletín distribuido tanto en mano como por las paredes llamado el SEC Informa, un intento, a veces poco pedagógico, de trasladar informaciones a nuestros compañeros que, a pesar de todo y casi por costumbre, suelen echar en cara en los pasa clases electorales que "no se les ha informado".

Esta queja típica debe ser tomada, en parte, como un aviso de una labor importante que queda por hacer, pero también como una clara señal de que hay muchos compañeros que a veces no miran más allá de sus libros de texto y de algún que otro programa televisivo de gran audiencia. El combate frente a ese desinterés o pasividad, creo que ha sido en parte un aliciente para muchos de nosotros, que tal vez miramos con una extraña añoranza al mayo del sesenta y ocho parisino.

Otro hecho feliz a partir de 1998 fue el nacimiento de todo un clásico en nuestra actividad, como fueron las Jornadas de Universidad y Movimientos Sociales que ya han cumplido siete ediciones (en su mayoría en el mes de mayo). Recuerdo con especial cariño las primeras jornadas elaboradas principalmente por Laura Morgenthaler, compañera de Filología que actualmente da clases en el centro de Europa (aunque su corazón se lo deje en sus islitas natales).

Con una foto en blanco y negro de una guagua de la II República llena de obreros de la UHP como base del cartel, trajimos estudiantes madrileños, vascos y gallegos e hicimos unas valiosas conferencias sobre empleo o medioambiente.

Estoy convencido, de que a veces cierto sano "egoísmo" nos lleva a hacer unas actividades poco frecuentes que a nosotros nos interesan, es una forma de modelar el medio en que vivimos según la imagen que nos gustaría que tuviera. La verdad que es una hermosa manera de hacer revolución.  

A nivel institucional, el sindicato siempre mostró una conducta irregular. Un hecho significativo han sido algunas de nuestras intervenciones, siempre cargadas de críticas a un sistema que hemos visto como demasiado burocrático e institucionalista.


La idea de una sociedad diferente es difícilmente identificable dentro de una institución cargada de cargos e individuos con grandes intereses personales o sectoriales, en especial los del profesorado. Las pancartas alusivas a sucesos actuales e incluso en ocasiones interrupciones de la actividad con protestas se combinaron con un trabajo institucional irregular. En los presupuestos, estatutos, reglamentos o comisiones siempre se trató de que la voz del SEC estuviera presente, en la medida de lo posible, ya que el periodo donde se podía trabajar sin problemas de exámenes era escaso.

Un apartado siempre duro ha sido el de la implantación de un movimiento estudiantil organizado en Medias (institutos y formación profesional). Es esta una tarea bien complicada desde mi punto de vista.

Suelen ser los compañeros de últimos años, los que se empiezan a interesar activamente por el cambio y los movimientos sociales, justo cuando les queda poco más de un año para terminar sus estudios. Es complicado que en un centro donde con suerte hay tres o cuatro estudiantes organizados se mantenga esta situación de forma prolongada. La misma dinámica hace que en poco tiempo y de forma  bastante irregular surjan líderes estudiantiles en Medias capaces de movilizar.

Muchas veces se encuentran en solitario y suelen "florecer" cuando llegan a  la universidad o entran en colectivos sociales. Entre 1999 e inicios del 2000 logramos tener un incipiente núcleo de Medias en Santa Cruz-Laguna.

La mayor muestra de su actividad quedó en una manifestación el nueve de Febrero de 1999, de cerca de mil estudiantes por las calles de Santa Cruz contra la selectividad, lo que para nosotros fue un gran éxito. Al poco tiempo los compañeros como Irma Mora o Emiliano Oliva, que ejercieron de líderes en esa movilización, entraron en la universidad donde continuaron su trabajo estudiantil.

En mi modesta opinión, en el caso canario es la filiación política de los estudiantes la que marca su pertenencia a este movimiento estudiantil, de hecho en Galicia y Euskadi existen unos fuertes colectivos estudiantiles en Medias gracias a una numerosa militancia política, en especial nacionalista, que se da casi desde el inicio de la adolescencia. 

En mayo de 2000 tuvimos momentos de intenso debate. Los que estábamos dentro de Azarug, empezábamos a trabajar para el I Congreso del Movimiento de Liberación Nacional Canario (MLNC) que se celebró en Diciembre de 2000 con un gran éxito. En los documentos del MLNC se articulaba el trabajo militante de años para Azarug (desde 1992) y el de muchas personas que a veces en  solitario desde asociaciones, partidos o sindicatos habían llevado una honesta labor.

Por supuesto, se nos planteó la posibilidad de participar en ese congreso como SEC y compañeros llevaban el tema a las asambleas de Azarug y más suavemente a las del SEC. Para tratar de arreglar la situación y aclarar la estrategia se optó por hacer el I Congreso del Sindicato de Estudiantes Canario en Tenerife para inicios de Mayo. Se presentaron documentos sobre estrategia, un balance que presenté yo y un documento ideológico-político que elaboró Javi. Este último texto era el más polémico ya que trataba la forma en que el SEC se iba a relacionar con las organizaciones del entorno y sobre todo con el MLNC.

En Azarug, a pesar de que el debate era bastante abierto sobre qué hacer, se optó por no usar la mayoría para romper el experimento que se inició dos años antes. Creo que hay pocas organizaciones políticas en el mundo que teniendo la posibilidad de hacerse con el control total de unas siglas, en ese entonces cada vez más conocidas y valoradas, opten por ceder en sus postulados. El congreso fue un éxito desde mi punto de vista. Estoy seguro que desde muchos puntos hubo gente decepcionada por las decisiones, pero hubo la madurez suficiente para no perder esa oportunidad de unidad y coherencia, que para mí y muchos otros representa el sindicato.

De hecho, jamás se ha expulsado a ninguna organización del SEC, han sido ellas las que por voluntad propia y en respuesta a estrategias concretas las que han optado por salir. Los documentos aprobados en 2000 fueron una muestra del espíritu de una izquierda que al igual que se divide y enfrenta, puede llegar a tener encuentros que en muchos casos favorecen la aparición de movimientos sociales de gran viveza. A pesar de los principios, a veces enfrentados a nivel de estrategia, en especial con la “cuestión nacional”, se supo mantener un trabajo unitario hacia el exterior.

Este periodo que va de 1997 a 2002 fue una escuela a todos los niveles. Junto con mi experiencia en Azarug, en especial el esfuerzo sobrehumano de los Encuentros Juveniles de verano, creo que han ayudado a ser la persona que soy hoy. Cuatro años de enorme intensidad donde pasamos de ser un grupo residual y minoritario, a convertirnos en legítimos portavoces del estudiantado canario.

Hemos visto nacer y morir muchas siglas y experimentos de organizaciones a nuestro alrededor, proyectos que en muchos casos morían a la misma velocidad con la que nacían. El SEC siempre ha ocupado un puesto de referencia, y ha seguido una línea coherente hasta hoy.

En ese periodo de especial unidad y pluralidad las asambleas internas o los congresos se convertían en pulsos ideológicos aunque en la calle éramos un bloque. Son estos además los años del PP y su acercamiento a los postulados más reaccionarios del neoliberalismo europeo sobre educación. Desde fines de 1999 empezamos a oír hablar del Informe Bricall, donde se trazaban algunas líneas de lo que luego sería la Ley Orgánica de Educación.

Compañeros como Marco Lojo se estudiaron el documento, y lo llevamos a asambleas por la universidad e incluso salimos en manifestaciones muy pequeñas, ya que la mayoría del estudiantado no le había visto las orejas al lobo. Sin embargo, fuimos ayudando a calentar motores para las grandes movilizaciones del 2001. Creamos una práctica de trabajo intenso y una importante red de contactos por los campus.

También intentamos de forma reiterada trabajar con compañeros de la Universidad de las Palmas (ULPGC), que iniciaron su trabajo con las siglas de Frente Estudiantil Canario (FEC) en 1998 y en vísperas del 2001 empezaron a denominarse SEC. En el inicio de curso de 2001 en Las Palmas, donde acudió la Ministra Pilar del Castillo, ya el SEC estaba con pancartas, megáfonos y pitos a las puertas del rectorado (una de las primeras veces que pasaba esto en la ULPGC, para sofoco del rector Manuel Lobo).

 "Pilar del Castillo es hija del caudillo"

El 16 de marzo de 2001 vivimos un nuevo proceso electoral, nuevamente sin cumplirse los dos años preceptivos entre convocatoria y convocatoria. El SEC presenta más de cien candidatos. Fue una campaña especialmente sucia por parte de un grupo vinculado al PP llamado GRITA, que se dedicó a ir por las clases llamándonos batasunos o cualquier otro apelativo facha. A pesar de la contra campaña, el SEC logra una amplia mayoría de 33 claustrales, para preocupación de los grupos conservadores de la universidad, e incluso para algún personaje de los que hacen artículos de opinión en los periódicos.

Habían ganado los chicos malos y la verdad es que lo celebramos bien por La Laguna con banderas tricolores y rojas. Una de las pocas repeticiones a nivel del claustro la protagonizó María Mejías, heredera de lo peor del sectorialismo de PEETEC en su grupo llamado EPUC. Esta compañera, aprendiz de estudiante profesional e íntima amiga de algunos de los personajes más lamentables para nuestra educación, como Urbano Medina (Director General de Universidades del gobierno canario), se sigue perpetuando en el claustro, siendo actualmente la quinta columna de CC en la ULL.

Creo que desde el SEC, siempre se ha tenido claro que nuestra labor militante, aun siendo importante, es secundaria con respecto a los estudios. Sacrificar horas lectivas e incluso alargar algo la época de estudiante no debe ser comparado con el trabajo de ciertos profesionales universitarios, a la caza de cualquier puesto y que ya peinando numerosas canas, siguen año tras año en el calor institucional.

En el 2001 nuestra labor de información a los estudiantes se vio de forma rápida superada por los medios de comunicación, que desde antes de verano estaban calentando el ambiente (sobre todo los vinculados a Polanco). Las asambleas informativas eran cada vez más numerosas, a veces de varios cientos de estudiantes en los momentos álgidos.

El inicio de curso 2001-2002 fue en todo el Estado bastante tenso. En Canarias el presidente Román y su Consejero de Educación Ruano fueron perseguidos por los estudiantes en los inicios de curso de ambas universidades. Entre el profesorado, en especial en aquellos más vinculados al PSOE se articularon asambleas.

Desde Medias a la universidad, todo el mundo parecía rechazar la LOU por ser una ley retrógrada, privatizadora de la educación y limitadora de los derechos democráticos estudiantiles. En Medias los compañeros de los últimos cursos empezaban a organizarse en comités de huelga por todas las Islas, especialmente contrarios a la idea de la Reválida que, aunque directamente no les afectaba a ellos, sí eran solidarios con sus compas de la ESO.

En el Salón de Claustrales, donde desarrollábamos nuestra actividad, empezamos a ver como las llamadas pidiendo información nos colapsaban. Por primera vez no éramos nosotros los que buscábamos a la gente para informar, directamente nos llamaban.

Institutos de Candelaria, La Orotava, La Laguna, El Paso (La Palma) o Tamaimo nos pedían información y a duras penas se la servíamos. Gracias al Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias (STEC)  y a Enseñantes Asamblearios (EA Canarias), pudimos mandar cientos de fax con “dosieres” sobre la LOU o calendarios de actividades.

Probablemente sin ese apoyo del profesorado hubiera sido mucho más difícil la movilización de finales de año. Era emocionante cuando veías a chicos de 16 ó 17 años que venían desde Tamaimo o Chío a las asambleas, y tomaban la palabra pera pedir "guerra" a la LOU.                

Las asambleas abiertas empezaron a sobrepasarnos y el desgaste de trabajo era grande. Casi no había un día, donde no hubiera alguna actividad sobre la LOU. Para colmo, los medios de comunicación se sumaron masivamente al proceso con entrevistas y debates. Realmente entre Octubre de 2001 hasta Marzo de 2002, son los extremos de una pirámide de actividad, cuyo cenit estuvo en los meses de Noviembre y Diciembre.

En La Laguna, una amplia mayoría de alumnos, PAS y profesorado estábamos opuestos a la LOU por diversos motivos. Incluso militantes del PP, miembros de Comisiones Obreras (que paradoja tan típicamente posmoderna), mostraban un moderado rechazo al texto que apenas había sido debatido con los rectores y mucho menos, con el resto de la comunidad.

José Gómez Soliño nos estuvo manteniendo informado de las reuniones de la CRUE (Conferencia de Rectores), mientras que por otro lado, entramos en contacto con compañeros de otras universidades del Estado para coordinar campañas y acciones. Dentro del SEC convivían dos sensibilidades, una muy proclive a mantener e incluso regularizar los contactos con otras organizaciones.

El sector nacionalista, representado por los compañeros relacionados con el MLNC (Movimiento de Liberación Nacional Canario) al cual yo pertenecía, no lo veíamos tan claro. Desde siempre hemos considerado secundario el contacto con realidades a priori muy lejanas a las nuestras y difícilmente equiparables. Mantuvimos dos reuniones, una en Granada y otra en Salamanca con organizaciones estudiantiles que nos sirvieron (por lo menos a nosotros) para confirmar que una virtual coordinación estudiantil a nivel del Estado Español era imposible.

En el caso de la de Salamanca, donde tuve la ocasión de participar junto con Guazimara Vera -portavoz del SEC en Las Palmas-, fue una de las últimas reuniones de coordinación que para muchos, una vez pasada la euforia anti LOU, sólo nos llevó a comprobar las duras repercusiones de la "derrota" de la movilización, una vez aprobada y aplicada la Ley, para el movimiento estudiantil.

Los intentos sobre todo de los compañeros de Juventudes Comunistas de establecer esa coordinadora se vieron frustrados por la escasa implicación de los compañeros de universidades de gran peso como la Complutense, la poca fuerza en los lugares con fuerza nacionalista (Cataluña, Euskadi, Galicia y en parte, por la delegación canaria de la que éramos cabeza visible).

Por otra parte desde, las Juventudes Socialistas a nivel del Estado se hicieron esfuerzos por rentabilizar su presencia en estas movilizaciones con su resucitación para el movimiento estudiantil. En La Laguna, vimos aparecer a ACEP, en gran parte formado por militantes y simpatizantes socialistas. 

En asambleas del SEC, donde nos apretábamos a veces más de cincuenta pibes y pibas, estábamos decididos a no dar nuestro brazo a torcer y aportar el trabajo necesario para acabar con la LOU.

Nos decidimos por seguir las convocatorias estatales de los días 7 y 14 de Noviembre, con pegadas masivas de carteles, reparto de panfletos, charlas informativas y actos. Llegamos a importantes sectores de nuestra universidad.

En Guajara se vivieron mañanas y tardes de asambleas donde compañeros como Eparquio Delgado, Marco o Lulett, trasladaban toda la información disponible y tratábamos de decidir "qué hacer" como dirían los viejos leninistas. 

En Anchieta, Ruyman Afonso, Jacob, Lucía y otros muchos buscaban clase por clase a la gente para ofrecerles información, a pesar de las reticencias de parte del profesorado.

El día 7 desde muy temprano estábamos ultimando el trabajo en claustrales. Los teléfonos fijos y móviles no paraban de sonar. Había tensión, era la primera prueba de fuego y las semanas habían sido extenuantes para la mayoría.

El día anterior, la LOU había entrado en el Senado para ser debatida lo que era un aliciente más. Empezaba a demostrarse que los años anteriores habían sido una escuela eficiente para lo que estaba por venir. Yo no me quise acercar a la puerta del Edificio Central de la universidad casi hasta la misma hora de la manifestación, temía un fracaso. Poco a poco, a medida que se acercaban las doce, entraban cada vez más compañeros que hablaban del montón de gente que había fuera, y no me engañaban.

En el exterior de la Central habían miles de compañeros y compañeras de Medias y universidad, la policía hablaba de cerca de diez mil (irónicamente hasta sobrepasaron las cifras que dimos los organizadores, sin duda un hecho insólito para la prensa). Carteles pintados con témperas o rotuladores, tambores, disfraces, pañuelos palestinos y libretas, todo era color en los aparcamientos de la universidad. Un poco antes de la una, decidimos a duras penas organizarnos y poner en marcha la manifestación.

Era una fiesta colorida y sobre todo joven, ya que pocos profesores se acercaron a la misma. Lidiando con la prensa, las pancartas, megáfonos, la Policía Local y el coche de cabecera logramos llegar a la Cruz de Piedra, subir Calvo Sotelo cubriendo apretadamente un carril de lado a lado. En la Calle Barcelona nos sentamos en silencio percatándonos del río humano que éramos,  para después continuar con las consignas por Heraclio Sánchez y la Avenida de la Trinidad. Había muchos estudiantes en los balcones, que con cacharros y pancartas nos animaban, incluso nos tiraban confetis como en una marcha yankee.

Al llegar al final de la Trinidad, donde estaba la sede del PP, algunos nos preocupamos de que se fuera a "armar". La subdelegada Pilar Merino, curiosamente, nos había obligado a seguir esa ruta. Cuando la gente empezó a pararse y algunos huevos volaron rumbo a las ventanas “peperas”, nos intentamos colocar de barreras (creo que el artículo que algunos querían ver al día siguiente era sobre lo malos, antidemocráticos y radicales que éramos), por fortuna la cosa sólo quedó en una anécdota. Finalizamos la marcha en la Plaza del Mercado de La Laguna.  

Las noticias que nos llegaban eran optimistas, cientos de miles de estudiantes en Canarias y España habían salido a la calle en defensa de la educación pública. Curiosamente, hacía menos de dos años el 9 de diciembre de 1999, apenas conseguimos movilizar a cuatrocientos universitarios por las calles de Santa Cruz pidiendo una enseñanza digna. De alguna manera, ese trabajo hecho favoreció que las redes de información y protesta contra la LOU recorrieran los campus y facultades.

Desde unas semanas atrás, nos habíamos decidido por abrir la lucha anti LOU a todos aquellos estudiantes sin filiación política, Delegaciones de Alumnos e incluso otros grupos estudiantiles.

En todos los lugares animábamos a que se formaran Comités de Huelga (tal vez inspirados por los compas de la UNAM mexicana que hacía poco, habían vivido una gran huelga de casi un curso entero en defensa de la enseñanza pública), y la verdad es que, salvo excepciones, en casi todas las facultades hubo alguno.

Todos los campus vieron sus paredes cubiertas de carteles, paneles informativos y pancartas. Decidimos abrir las asambleas a todo el estudiantado y en Magisterio o Guajara logramos juntar a varios cientos de compañeros para decidir juntos lo que íbamos a realizar. Esta actividad incluso, hizo que apenas pudiéramos pararnos a reflexionar sobre lo que estaba pasando y como iban caminando las cosas.

La siguiente convocatoria de movilización fue la del 14 de Noviembre. En esa también estábamos muy preocupados ya que con las prisas y los deseos de un sector del sindicato de secundar todas las movilizaciones estatales coincidió con el día de "la fuga". A pesar de todo la presencia en las calles laguneras volvió a ser masiva.

Los compas de institutos cercanos como La Laboral y el Viera tuvieron una magnífica labor en sus Comités de Huelga. Acordaron con los profesores las salidas y a los compañeros de la ESO, ya que era día de Huelga, les recomendaron que se fugaran ya que al tener menos de 16 años no les dejarían salir. Tuvimos noticias de que en un instituto de La Palma al no dejarlos salir se habían manifestado por las canchas del centro. En La Orotava y en el sur también hubo marchas.

Creo que incluso ayudó a este nuevo éxito la brutal carga policial que el día siete había tenido lugar en la Avenida Marítima de Las Palmas contra los estudiantes. Había un gran sentimiento de rabia y fraternidad. A pesar de nuestras peticiones de una nueva ruta que evitara la sede del PP, nuevamente nos obligaron a seguir el mismo camino.

Esta vez unos compañeros del Realejo hicieron una irónica escenificación de la carga de Las Palmas que provocó risas generales. Las protestas fueron aumentando progresivamente en todo el Estado. En algunas universidades, en especial la de Santiago de Compostela, se desarrollaron actos muy originales. Se importaron las cacharradas (llamadas en España caceroladas), y en La Laguna tuvimos noches de escandalera bajo las estrellas.

En el SEC, o por lo menos el sector más amplio dentro del mismo, quisimos prestar especial atención a la actitud de Coalición Canaria como colaboradora del PP en este proceso de la LOU. Román Rodríguez, Ruano y Urbano Medina se convirtieron en objetivos de nuestras campañas y ruedas de prensa.

Teníamos una visión clara de que los representantes políticos canarios estaban jugando una carta de apoyo al gobierno español a cambio de dinero, lo que era aún más repugnante que la labor propia e ideológica ejercida desde el PP.  Finalmente CC y PP fueron juntas de la mano en este proceso, sin contar con nadie más y con un amplio rechazo social.

Las encuestas demostraban como el gobierno popular y su Ministra de Educación se resentían en el apoyo electoral. A la larga las movilizaciones de la LOU iniciaron un camino que llevaría a la derrota del PP y a un claro oportunismo ejercido por el PSOE, que supo convertirse en el voto útil de una juventud tradicionalmente abstencionista, pero llena de rabia que participó en las marchas contra la LOU, la Huelga General, el “Prestige” y la guerra de Irak.

La aparición de grupos como ACEP en La Laguna, donde la militancia juvenil socialista era más que residual por muchos años, demuestra que a nivel de estrategia el PSOE trató de convertir luchas justas en defensa de la educación, la paz o el medioambiente en votos.

A día de hoy, cuando Zapatero aprueba la LOE para las Medias, con severas deficiencias, ningún grupo vinculado al PSOE levanta la voz o se organizan, se ve que prefieren unas militancias en los movimientos sociales, pero de baja intensidad. Para los compañeros de ACEP era mucho más sencillo llevar pancartas y panfletillos que currarse las manifestaciones. Preferían poner a caras bonitas como Patricia Hernández o Amada, antes que transformar sus conocimientos sobre el tema en un movimiento estudiantil coherente y duradero.

 

¡¡Todos a la consejería!!


 

En el SEC, tal vez de forma precipitada y poco meditada, optamos por dar un nuevo giro de tuerca a las protestas. En una asamblea de profesorado en la Central que había para el martes 20 de Noviembre, decidimos convocar a estudiantes. Era un día de bruma y lluvia muy poco favorable a cualquier acto. Tomamos los megáfonos y lanzamos la propuesta de ir a la Consejería de Educación a pedir explicaciones de porqué se estaba apoyando las políticas educativas del PP. Unos cien pibes y pibas mojados bajamos en la guagua rumbo a Santa Cruz. Había una mezcla de gentes de delegación, del sindicato y muchas personas a título individual.

A principio de curso, habíamos hecho una intentona de ver al consejero entrando diez compañeros del SEC en la Consejería, sólo obtuvimos una cita con Urbano Medina, que se dedicó a no decir nada en claro y a burlarse de los interlocutores estudiantiles. Esta vez éramos diez veces más y teníamos claro que no nos iban a engañar. Nadie se esperaba nuestra llegada a la Consejería, ya que no estaba avisado ni convocado, los medios de comunicación se enteraron sobre la marcha.

Llegamos a la sede de la Consejería, casi a la hora de cerrar. Tocamos a la puerta y a pesar de los intentos del segurita, con otros compas mantuve abierta la puerta hasta que pasó el último compañero. Una vez dentro ocupamos toda la recepción y solicitamos ver a Ruano. Por supuesto nos dijeron que no estaba, que nos teníamos que marchar...pero no nos fuimos. Sobre la marcha decidimos esperar allí hasta que nos recibiera y la situación se prolongó por doce días.

De los casi cien compañeros, finalmente nos quedamos a pasar la noche unos doce. Recuerdo en estos momentos a Bentor, músico de gran calidad, Ana de Magisterio con su cariño haciendo pulseras artesanales que nos regaló a todos, Fayna Brenes nuestra pequeña aprendiz de bióloga y hoy madre afanada, Ruymán Afonso noble compañero de Azarug, Banessa filósofa luchadora del sur turístico, Leonor (nuestra Leito) compañera de lucha entrañable, Gabi nuestro aprendíz de profesor arafero, Eparquio Delgado comprometido cantautor orotavense, Nacho y Yurena compañeros de amores y militancia, que han ayudado a mantener el sindicato hasta hoy...y muchas más personas y amigos, que incluso desde fuera, nos estuvieron acompañando los días de encierro.

 

Especialmente entrañable, era la presencia de un profe de la universidad, Pepe Ramos, de Filología, que día tras día, a veces sentado humildemente sobre un cartón, nos apoyaba intensamente.

Era bonito ver como la solidaridad y simpatía por nuestra causa era enorme. Incluso los seguritas eran a veces cómplices y nos facilitaban nuestra estancia. Era curiosa la imagen en la Consejería con varias casetas en el exterior, carteles pegados con la foto de Ruano y mientras, arriba pibes y pibas cantando temas anti LOU o usando megáfono, incluso llegamos a llamar a un programa de la radio en plena madrugada para explicar nuestra acción.

En la puerta, compañeros y compañeras se turnaban para traernos comida o agua, hasta alguna de las trabajadoras de la Consejería alguna mañana tempranito nos dejaba, casi clandestinamente, termos de chocolate y dulces.                              

En La Laguna la solidaridad recorría las aulas. Carteles con la foto de Ruano y variadas consignas de protesta aparecieron por la ciudad. Al gobierno canario no le quedó otra que recibir a una delegación de estudiantes. Ruano y el Director General de Universidades en una sala de Usos Múltiples recibieron, ante una nutrida representación de periodistas a los estudiantes.

Sus caras pasaron del blanco al rojo cuando se encontraron con diez compañeros con las bocas tapadas, que sólo escucharon una breve explicación sobre la LOU desde el punto de vista de los lacayos del PP. La protesta se había endurecido ante la falta de respeto de los representantes de CC, que como es habitual se negaban a la más mínima concesión. Ahora se pedía que el Consejero fuera a la universidad a explicar su postura.

El 28 de Noviembre había una nueva convocatoria de manifestación desde el Estado, habíamos visto como incluso los días que había convocatorias, que habíamos decidido no secundar, como la del 25 N, había institutos que recibían fax del Sindicato de Estudiantes Estatal y salían a la huelga.

Optamos por distinguirnos haciendo una marcha nocturna. La idea inicial es que esta manifestación terminara en la Consejería y marcara el fin del encierro. En los días previos, habíamos ido notando cada vez más el desgaste de un encierro donde apenas podíamos dormir sobre el suelo o los sillones de la entrada, y donde no disponíamos de un espacio adecuado para el aseo.

Los que estábamos dentro verdaderamente experimentamos una fuerte sensación de grupo y amistad. Hubo asambleas ante la puerta de la Consejería, donde algunos compañeros no entendían nuestros posicionamientos sobre el encierro, en especial sobre el momento donde se debía terminar. Había dos opciones, una era acabar el día de la manifestación, uniéndonos a los compas que llegasen, y la otra era continuar hasta que el Consejero aceptara las condiciones  que nosotros exigíamos.

Tuvimos largas charlas al respecto y decidimos todos continuar a pesar de que el cansancio ya era notable. Por mi parte, la falta de sueño, el exceso de humo de los fumadores empedernidos y la falta de mi tratamiento anti asma me provocó una crisis bastante fuerte. El Conserje se preocupó bastante con mi aspecto y llamó a una ambulancia que me llevó a urgencias donde me pusieron oxígeno y el tratamiento. Fue para mí un día duro, como si los hubiera abandonado a su suerte. No pude ir ni siquiera a la manifestación de esa tarde por Santa Cruz.

Nuevamente más de diez mil estudiantes llenaron la Plaza La Paz con un ataúd de le educación pública, velas y antorchas. Todos los que pudieron asistir la recuerdan con especial cariño. Jóvenes de luto, con velas y en silencio por las calles de la capital, era algo bastante insólito.

Al día siguiente, el asmático que les habla esta plantado en frente de la Consejería hablando entre las rejas de la entrada con mis compas. Corría el rumor de que se los iba a desalojar y la tensión crecía. Algunos compañeros no entendían el que se continuara con el encierro y más cuando algunos de los militantes más valiosos estaban "atrapados", cuando su labor hacía falta fuera. Esa noche volví a colarme en la Consejería, fue la última.

Dentro teníamos una percepción muy subjetiva de lo que estaba pasando y lo que se vivía en la Universidad, donde estaban apareciendo una serie de personas en las asambleas que tomaban cada vez más protagonismo lanzando modelos de funcionamiento diferentes a los que inicialmente habíamos hablado. Buscaban un nuevo tipo de organización más adecuado para ellos, que no estaban consolidados en los centros.

Nosotros estábamos desde hace tiempo trabajando en los Comités de Huelga por centros e institutos como la fórmula más cercana al estudiante. De alguna manera, tratamos de que a través de una coordinadora se estableciera las medidas a tomar y las acciones, previa consulta con la asamblea abierta.


En una de las asambleas, doce días después del encierro, los compas que quedaron salieron de vuelta a la universidad. En una gran asamblea en el Campus de Guajara, con el Aula Magna llena a rebosar de compañeros y compañeras, fueron recibidos con una enorme ovación por todo el sacrificio realizado. Fue uno de los momentos más emocionantes de la lucha contra la LOU en Canarias.

Una vez "reagrupadas" nuestras fuerzas universitarias volvimos a retomar la actividad en las asambleas abiertas. Se estaban realizando acciones de protesta en los puentes de la autopista para mantener la llama encendida, como la del día 30, que pretendía unir Anchieta con Los Rodeos como muestra de solidaridad con la marcha del día 1 de Diciembre.

En las asambleas el debate se enconaba, los "recién llegados" (muchos vinculados al PSOE), habían visto despejado el terreno mientras el SEC mantenía abierta la brecha de la Consejería. Un reducido grupo de profes como Alberto Enciso, persona entregada a los movimientos sociales hasta la médula, estaban secundando el salto a ninguna parte que pretendían algunos dar con la Asamblea. Compas de la Delegación de Alumnos de Psicología y de Bellas Artes con bastantes prejuicios hacia el SEC, así como un puñado de personas de las Juventudes Socialistas, se empeñaban en hacer una estructura a su imagen y semejanza, donde ellos sentirse cómodos.

Los militantes del sindicato hicimos piña, a pesar de nuestra múltiple adscripción política, todos entendimos que el modelo verdaderamente asambleario  que evitaba futuras manipulaciones, era el basado en la coordinación de los Comités de Huelga de las facultades, centros e institutos que desde hace tiempo, estaban funcionando perfectamente. Creo que ellos se veían en desventaja frente a la veteranía del SEC, ya que disponíamos de contactos en casi todos los comités.

El gran debate sobre la cuestión se celebró en el Aula Magna de Guajara en los primeros días de Diciembre. En la calle no habíamos dejado de tener actividad, una de ellas con escaso éxito por la complejidad organizativa que requerían, era la organización de filas de parados en el ICFEM a modo de protesta. Llegamos a la asamblea con la clara idea de trasladar nuestro modelo de trabajo y que este fuera aprobado nuevamente.

El debate fue largo y hasta frustrante para muchos que no entendían el contenido del mismo. Nacho fue el encargado de defender ante una pizarra la forma de trabajo que proponíamos mientras del otro lado, desde la mesa donde había un estudiante de Periodismo con unas actitudes muy poco dialogantes, se trataba de retrasar la toma de decisión.

Finalmente, la mayoría de la asamblea optó por la fórmula propuesta por el SEC ya que mucha gente venía de los Comités de Huelga. Esta acción nos costó que Iván, de la Delegación de Psicología, nos llamase fascistas en los medios.

Lo cierto es que los "super revolucionarios de la muerte" se marchitaron tan rápido como florecieron, y el sindicato a fecha de hoy sigue desarrollando su labor de representación. Al amigo periodista que hasta quiso marcharse de la asamblea tras perder la votación, y después nos llamó en Canal 7 "destructores del movimiento estudiantil",  no se le volvió a ver al pelo en nada más. Consiguió un puestito en la tele como ex portavoz estudiantil retirado y hace poco me lo vi en la tele, tras su etapa como jefe de deportes de la SER en Barcelona (no había cambiado mucho salvo en el acento y la chequera).

El mes de Diciembre sin duda, marcó el principio del fin de las movilizaciones. Tras el enorme esfuerzo desarrollado durante Octubre y Noviembre había un sentimiento de agotamiento, empeorado por las convocatorias de exámenes, que como todos sabemos, son un elemento paralizante del movimiento estudiantil. Cada vez había más gente que se quejaba del exceso de días de huelga entre el profesorado y el estudiantado.

También había desencanto ante la actitud del PP y su socio CC que ignoraba cualquier acción y mantenía el acelerado calendario de aprobación de la Ley. Por otra parte, teníamos a los medios de comunicación de Polanco, y a Zapatero agarrado a todas las pancartas de cabecera que podía con la complacencia de los sindicatos CC.OO y UGT.

El 1 de Diciembre los socialistas escenificaron su circo mediático en una gran manifestación por las calles de Madrid que nosotros y la mayoría estudiantil no secundamos e incluso criticamos, creo que alguno de los compas de ACEP se fue para allá (a lo mejor la senadora fue a mirar pisos de alquiler).

En los claustros, también se vivieron momentos duros, sobre todo por su enorme duración. Los escasos portavoces del oficialismo apenas daban la cara en las reuniones, estaban escondidos.


Desde que a finales del curso anterior se rechazara por mayoría la Ley, en casi todas las convocatorias había salido la cuestión de la LOU. El 28 de Noviembre (antes de los días de huelga del 29 y 30) se pidió la dimisión de Pilar del Castillo a propuesta del SEC, y que el Delegado del Gobierno en Canarias fuera nombrado persona non grata tras la brutal carga de Las Palmas.

Incluso, una de las convocatorias de manifestación se decidió en un claustro. La última de las grandes manifestaciones de la LOU, el día 14 de Diciembre. Ese viernes, la convocatoria conjunta de profesores, PAS y alumnado congregó a más de 3000 personas. Consideramos que el hecho de hacer la convocatoria un viernes fue aliciente para que muchos optaran por fugarse.

No nos gustó mucho que un concejal de CC como Gilberto Alemán leyera el manifiesto, y tampoco nos gustó la búsqueda descarada de la cabecera de compañeros claustrales que, hasta entonces, apenas habían hecho nada en este conflicto, salvo ir a votar a los claustros.

Cuando estábamos llegando cerca del final de la manifestación, decidimos romper la marcha para ir a la Consejería. Algunos profes se mosquearon un poco, pero hay que reconocer que muchos estudiantes nos siguieron en una marcha espontánea y lúdica, que acabó lanzando consignas contra la Consejería, en la misma puerta y escoltados por unos aburridos antidisturbios.

Finalmente, la apisonadora del PP en el Congreso de los Diputados español aprueba a fines de Diciembre la LOU, que sale en el BOE del día 21. El PP hábilmente aprovechó el periodo vacacional para asegurarse la calma y usó la vía rápida para llevar la Ley a una aplicación definitiva. Nos fuimos a las navidades con una sensación agridulce y serias dudas sobre lo que seguiría.

El 23 de enero de 2002, con la gente desmovilizada y pensando en los exámenes de Febrero, el claustro asume la LOU y a propuesta del grupo del alumnado UN+ES se decide convocar nuevas elecciones para el 9 de Mayo. Casi de inmediato en nuestras asambleas el tema electoral se convirtió en una cuestión bastante "caliente". 

En esta situación, a pesar de ciertos cambios que se habían logrado respecto al anteproyecto o lo anunciado en el Informe Bricall, la sensación general era de derrota. Por los campus se vivía una saturación de movilizaciones y deseos de vuelta a la calma. A partir de Enero la lucha estudiantil se reduce a niveles mínimos.

Los exámenes aumentan esa parálisis con la que la Ministra y el Consejero contaban. El 7 de Marzo, tras el paréntesis académico, volvimos a salir a la calle esta vez incluyendo la peligrosa Ley Orgánica de Calidad de la Enseñanza (LOCE), que iba a afectar a los alumnos de primaria y secundaria.

Por razones obvias, las movilizaciones fueron sensiblemente inferiores a la LOU, e incluso, el profesorado estaba bastante dividido ya que el gobierno había aprendido del proceso anterior y ahora iba con pasos más lentos buscando apoyos. Apenas cuatrocientos salimos esa mañana por las calles de La Laguna, en muchos casos era la gente más activa de los Comités de Huelga y un grupito de ACEP, que volvió a usar una de nuestras acciones para repartir panfletillos.

En el sindicato, ante la división sobre que hacer ante el proceso electoral optamos por hacer una asamblea monográfica para el día 17 de Marzo donde tratar la cuestión. Se presentaron tres documentos, uno por parte de Javi que trataba de ser una posición media, otro por Luís Hernández y Marco, y el último que defendí yo mismo.

Los contenidos eran un análisis de lo que había pasado en las luchas contra la LOU, y cuál debería de ser nuestra estrategia ante las elecciones. Los documentos de Javi, Marco y Luís defendían que el SEC tras nuestra implicación en la lucha estudiantil no podía acatar la LOU y su resultado más inmediato, que eran las elecciones que modificarían y adaptarían a la nueva normativa a la ULL.

Mi documento entendía esa postura, aunque consideraba que era un error que después de todo el tiempo invertido y el enorme esfuerzo de militancia de los últimos años, dejáramos de estar presentes en los órganos de decisión de la universidad.

Consideraba que sin el espacio de trabajo institucional que ocupaba el SEC, los estudiantes perdían una organización reivindicativa y de base que les representara dejando el Claustro en manos de burócratas y estómagos agradecidos. Por un día entero en el Salón de Actos del Colegio Mayor San Agustín, discutimos y tratamos de obtener una postura que fuera aceptable para todos.

Finalmente, hubo que votar (a veces es la última medida que se puede tomar) y la mayoría aceptó participar en las elecciones de Mayo. En los discursos se trató de tranquilizar a la gente y evitar mayores tensiones, ya que juntos habíamos protagonizado momentos importantes del movimiento estudiantil canario.

Al día siguiente, tuve que ir a Salamanca donde se celebraba el Foro Social, ya que visitaban la ciudad representantes de cultura de varios puntos de Europa y estaría la Ministra.

En la misma ciudad, habría una asamblea de la Coordinadora Estatal del Movimiento Estudiantil (CEME), organización que intentaba coordinar el trabajo movilizador de los estudiantes en el Estado Español. Como indiqué anteriormente, estuve acompañado por Guazimara Vera, portavoz del sindicato en Gran Canaria. En la ciudad se había realizado un gran esfuerzo para mantener a toda la gente que se trasladó.

Las facultades se usaron de dormitorios enormes y se celebraron una gran cantidad de charlas y conferencias a las que no pudimos asistir, ya que paralelamente era la reunión de la CEME. En las asambleas conocimos otras realidades interesantes, y la percepción general era la de que tras un auge enorme de movilizaciones se vivía una absoluta parálisis del movimiento, que en muchos casos estaba casi desaparecido.

En la mayoría de casos se estaba debatiendo la cuestión electoral y se tenían también divisiones, aunque la dinámica general era la de participar desde la crítica e intentar hacer todo lo posible porque las decisiones tomadas fueran lo más progresistas posibles. Tuvimos especial buena relación con los compañeros de Santiago, vinculados al nacionalismo gallego, con los que defendimos la no institucionalización del CEME como una especie de órgano estudiantil estatal, ya que había sectores de nuestra organización que no veían bien la idea de coordinadoras estatales, al ser la realidad educativa canaria sensiblemente diferente.

La gente de Juventudes Comunistas de diferentes partes del Estado, que en su mayoría formaba las delegaciones, querían ese órgano a toda costa. Finalmente, se pospuso la toma de decisiones para asambleas posteriores y se acordó hacer una convocatoria de manifestación para finales de mes.

En Salamanca, vi similares problemas dentro de la izquierda e incluso en la asamblea previa a la gran manifestación antiglobalización, se demostró como a veces las pequeñas cosas son las que provocan roces y enfrentamientos innecesarios.

Compas anarquistas se enfrentaban con los independentistas de Castilla sobre los lemas, o si tal bandera iba alante o atrás. La manifestación al final fue bastante exitosa y fraternal, a pesar de la burrada de antidisturbios que había y del helicóptero que nos sobrevolaba día y noche.

Me gustó especialmente la solidaridad de los compañeros que habían pasado por la lucha contra la LOU, y que incluso nos abrían sus casas para que descansáramos, parecíamos veteranos de una guerra.

De vuelta a la isla, tuvimos nuevamente agitación en las reuniones. Teníamos bastante prisa por empezar a preparar la campaña, ya que en los primeros días de Abril debíamos entregar la candidatura.

Un grupo de compañeros aparecieron con una carta. Marco, Luís, Jonny, Javi,  Peter y Lucía entre otros, hablaban de que había manipulación en las tomas de decisión, que no podíamos participar y nos comunicaban que se iban del sindicato y que apostarían por el boicot a las elecciones como estrategia. Para mi fue una de las reuniones más duras y desagradables de mi etapa estudiantil, ya que demostraba una desconfianza hasta personal con respecto al trabajo propio y del resto de los compañeros.

Por fortuna, la mayoría teníamos una clara idea de que era necesario mantener el trabajo del SEC. Los especialistas en movimientos sociales se suelen referir a los picos y valles de las movilizaciones y cómo a veces, una vez pasados momentos de gran fuerza, se dan procesos de ruptura o desinflado de las organizaciones. El mejor ejemplo que podemos tener en el pasado es tras la Segunda Guerra Mundial, en Italia, donde tras el éxito inicial del Partido Comunista en la clandestinidad, capitalizando en gran parte la lucha antifascista, acaba dividido en facciones enfrentadas.

A inicios de abril presentamos una candidatura de casi cien personas donde la compañera Yurena González estaba de cabeza de lista. Sin duda para todos fue un gran alivio la aparición de Nacho y Yurena, con su gran compromiso militante con el sindicato. Que Yurena aceptara el puesto de cabecera fue una alegría personal.

Era la candidata que podía ser aceptada por todos los sectores. Estaba especialmente contento ya que, por primera vez en bastante tiempo, pasaba a un segundo plano y me centraba en acabar los últimos exámenes de carrera. Simbólicamente ocupé el número 33 de la lista recordando la cantidad de claustrales obtenida en las últimas elecciones, teníamos claro que la campaña sería dura para nosotros.

Los días previos al día nueve vivimos un intenso trabajo de pegada de carteles, pasadas por clase, reparto de programas, etc.. Mientras, teníamos a ex compañeros del SEC haciendo algunos actos en favor del boicot a las elecciones, pidiendo voto nulo en aquellas facultades donde siempre habíamos contado con más apoyos. En otro lugar estaba ACEP, con su campaña centrada en su patético enfrentamiento con el sindicato. Nosotros no caímos en argumentos infantiles y optamos por hacer una campaña limpia, hablando claro y defendiendo los valores que siempre habíamos llevado a todas partes.

En nuestro cartel se veía una pancarta contra la LOU llena de gente y el lema de: "SEGUIMOS LUCHANDO, TRABAJANDO, SOÑANDO....".

Creo que decía mucho de nuestra intención. Recuerdo la noche antes del día de reflexión, llegamos a la Central y estaban los de ACEP empapelando suelo y paredes. Les saludamos y con chulería una de las chicas nos dijo que no le arrancáramos los carteles. Por supuesto que nos mosqueamos, y les dijimos que se estuviera tranquila que teníamos cosas mejores que hacer, ella nos replicó diciendo que ellos iban a ganar las elecciones y que estaba muy tranquila. La verdad es que ni siquiera con el odio visceral de los peperos habíamos visto una campaña tan sucia, y encima iban de progres por la vida. Creo que el principal propósito para ACEP era el de enfrentarse a nosotros, antes incluso que el de realizar un trabajo en el claustro. Tal vez era otro de los productos de la efervescencia de la LOU.

El día nueve, desde bien temprano, ocupamos nuestros puestos en las mesas electorales. Recuerdo que usamos unas camisas amarillas con las letras “UNETE al SEC” que provocaron algunos mosqueos entre los compas de ACEP, que incluso pedían a las compañeras que se las quitaran. La gente del comité del boicot optó por una batucada por la zona de Derecho que algunos creían que era obra nuestra, y nos pedían que la parásemos.

A la noche fuimos todos al Salón de Grados de Guajara, estaban personas de casi todos los grupos de PAS, profesorado y alumnado. Retransmitían el recuento e iban dando los resultados mesa a mesa. Fue una noche emocionante, teníamos muchas posibilidades de perder. Poco a poco iban llegando recuentos de mesas, en primer lugar empezaron las de Ciencias, que en general nunca nos fueron muy favorables, al estar tentados por el sectorialismo de EPUC. El ambiente era de tensa espera. Los pibes de ACEP nos miraban sonrientes, se veían ganadores.

Con casi todas las mesas escrutadas se veía una tendencia donde quedábamos en segundo lugar por detrás de EPUC. Ruyman y otros intentaban animar el ambiente aplaudiendo y cantando alguna consigna. Faltaban mesas importantes. Cuando parecía que no iban a producirse novedades, llegaron los datos del Centro Superior de Educación. Eparquio estaba delante y se volvió para decir "señores hemos ganado", todos nos burlamos, no nos lo creíamos. Empezamos a apretarnos delante de la pantalla gigante y las cifras nos daban la victoria de nuestro sector por un puñado de votos.

Nuevamente, éramos los ganadores entre los estudiantes, la ovación fue enorme. Empezamos a cantar consignas y saltar, les dedicamos un sonoro cántico de "independencia" a los compas de ACEP presentes. Los pobres no hacían más que mirar la pantalla y repetir "no puede ser", se les bajó la moral, el efecto Zapatero no había llegado a la Universidad.

Habíamos pasado de 33 a 25 claustrales, pero teniendo en cuenta que habíamos vivido la salida de algunos compañeros hacia el Boicot, la campaña sucia de ACEP y la actitud de parte del profesorado que pedía el voto para otros (especialmente en ciertas facultades de ciencias), para nosotros se había convertido en una victoria fenomenal. En el bodegón Méndez,  todos lo celebramos, emocionadísimos.

Estábamos convencidos de que a pesar de que las condiciones eran tan complicadas, nuestro trabajo de años había calado en la mayoría de los estudiantes que fueron a votar. No sé hasta que punto nos afectaron el boicot o las campañas sucias, pero lo cierto es que en la noche electoral nos sentimos moralmente apoyados, hasta por aquellos que ya no sentían al sindicato como proyecto propio.