sábado, 29 de agosto de 2009

José Manuel Soria llama gandules a los canarios o la baja productividad de los políticos canarios.


Hace un par de días estaba acabando el desayuno preparándome para otro día de trabajo mientras escuchaba las noticias de Radio Club Tenerife. En ese día era noticia que según un estudio reciente Canarias estaba a la cabeza de las zonas donde más trabajadores cobran menos de mil euros al mes. Paralelamente los medios recogían la petición que hacía Intersindical Canaria para que los presidentes del Gobierno Canario y del español no congelasen los salarios en las Islas para acortar la notable diferencia de salarios existentes entre Canarias y otras zonas del Estado Español, que puede llegar a los 2500 euros anuales.
Ante la noticia los periodistas de la radio preguntaron a José Manuel Soria, Vicepresidente de Canarias y Consejero de Economía, quien justificó esa diferencia salarial textualmente por la “baja productividad de los trabajadores en Canarias”.
Su respuesta recoge una idea que se ha ido gestando en los últimos años por parte de las élites empresariales de Canarias para justificar la diferencia salarial y de horarios con otras zonas del Estado Español. Esta explicación de la baja productividad significa que supuestamente los beneficios que los empresarios obtienen de cada trabajador o trabajadora por hora son menores en Canarias, vamos que trabajamos menos y peor. ¿Cómo es posible que el responsable de economía de Canarias nos llame gandules en nuestras caras?¿cómo puede ser un representante político elegido en Canarias tan irresponsable?. La respuesta está en que cada vez es más evidente que les importa bien poco lo que hagamos, pensemos o digamos, que ellos están más allá del bien y del mal.
José Manuel Soria ha demostrado para quien trabaja desde que fue elegido. El político del PP de forma conciente aplica en sus discursos y gestión un ideario basado en un neoliberalismo recalcitrante que en los últimos años ha demostrado tener los pies de barro. A pesar de ello Soria sigue ciegamente y a pies juntillas el discurso elaborado por los ideólogos neoliberales y neoconservadores como el que de la ex presidenta británica Margaret Tatcher dijo en 1987:
"Existen tres Inglaterras , la de las altas finanzas, la de las clases medias y la de los excluidos: yo gobierno para las dos primeras, y el que nada tenga que nada venga a pedirme, pues nada tengo que darle"
Él es la mejor muestra de cómo se pone en práctica esa aseveración. Frente a la diferencia salarial acentuada que sufren y padecen la mayoría de los canarios Soria no hace nada, simplemente la justifica llamándonos gandules y aplatanados, finamente, pero haciéndolo al fin y al cabo.
Para él no tiene nada que ver con las malas prácticas empresariales herederas de un colonialismo histórico basado en la rapiña de todos los recursos posibles hasta su completa liquidación o agotamiento. De eso sabemos bastante a lo largo de los últimos siglos, conocemos que ocurrió con la caña de azúcar, el vino, la cochinilla, el plátano, los tomates y recientemente con el turismo...la culpa es de los que han sufrido esas prácticas. Fruto de esa rapiña en cinco siglos varios millones de canarios y canarias emigraron en dirección América, donde la verdad que no dejamos fama de poco trabajadores.
Da lo mismo que tengamos un índice de precariedad laboral bastante superior a la media, que apenas se hagan esfuerzos en nuestra formación o en hacernos partícipes de las decisiones empresariales, que tengamos la cesta de la compra más cara, que de media trabajemos más horas o que producto de esos bajos sueldos tengamos a miles de personas que reciben unas jubilaciones miserables que apenas les permite subsistir (por desgracia una parte de los mismos votantes del PP).
Soria se coge una vez más de la mano de los sectores empresariales más recalcitrantes de las Islas y culpa a los trabajadores de cobrar poco porque aquí generamos menos beneficios, menos plusvalía que en otras partes.
Soria sigue el rastro dejado antes por la CEOE, la Cámara de Comercio o de Jorge Rodríguez Marín, Consejero de Empleo, Industria y comercio que el pasado 23 de agosto en La Provincia también señaló el “problema” de la baja productividad por hora trabajada de los canarios y canarias. También la Cámara de Comercio de Tenerife pidió hace un año una “revolución” contra la baja productividad, seguramente una de las pocas veces en que la palabra revolución ha gustado en la sede empresarial tinerfeña.
Al final resulta que la culpa de cobrar poco la tenemos todos y todas los que nos levantamos temprano para currar, para ganar la mayoría menos de mil euros. No protestemos hombre, porque en el fondo que nos quieren subir los sueldos, pero como trabajamos tan mal tenemos que hacer más horas y cobrar menos, vamos que no pueden hacer otra cosa. Es lo que tiene ser tan gandules. Eso sí, no puedo dejar de preguntarme como en otras latitudes trabajando menos horas son tan “rentables” y ganan tanto, Soria por la cuenta que le trae pensará que tendrán mejores genes.
Si al final como piensan estas lumbreras resulta que esto es un problema canario me imagino que también se reflejará en nuestra clase política, digo yo, parece que en este caso si que la poca productividad es bastante palpable. Las más de 244.000 personas en paro, 265.000 personas en empleos precarios y unos 775.000 bajo el umbral de la pobreza son la más clara demostración de que el Consejero de economía del Gobierno Canario tiene unos rendimientos laborales muy pobres, casi inexistentes en cuanto a los que menos tenemos se refiere.
Curiosamente apenas nadie se hizo eco de que el Consejero de Economía de Canarias llamara gandules a los trabajadores y trabajadoras canarias. Esa misma semana las cohortes mediáticas prefirieron dirigir sus “tropas” contra el grupo ecologista Ben Magec por utilizar la justicia para denunciar las ilegalidades cometidas en el futuro trazado del Tren del Sur de Tenerife. Ellos y ellas, atacados y vilipendiados por su trabajo serio y constante son la mejor prueba de las ganas y el esfuerzo que muchos ponemos cada día, son el reflejo de la sociedad a la que Soria y los suyos ni ve ni quiere ver.

2 comentarios:

Dailos González Díaz dijo...

Básicamente Soria dijo "Canarioz apladanadoz de mierda".

Ascanio dijo...

Si, probablemente, la verdad que el comentario y el acento es de lo más realista.