El castigo contra Petronila Álvarez Regalado, víctima de la represión contra la familia Rodríguez Melo y Villa Loreto
Quizás Petronila Álvarez Regalado sea una de las mujeres de esta imagen, presas encerradas en la prisión de San Miguel por sus ideales. ¿Cuál era su delito?, en su caso, trabajar en Villa Loreto, en la lagunera Calle La Parra. Casi toda su vida trabajó como cocinera y una querida empleada en la casa de la familia Rodríguez Melo, una de las familias especialmente castigada por los franquistas. Desde el golpe militar habían detenido a su patrón, Luis Rodríguez Figueroa, intelectual y abogado de obreros y activistas, persona de ideas avanzadas, que siempre apoyó la idea republicana y cometió el pecado mortal de haber sido elegido por miles de personas en las elecciones de febrero de 1936, como uno de los diputados canarios del Frente Popular. Poco después sería el turno de varios de sus hijos, Guetón, Manlio y Layo, trasladados a la prisión flotante.
El Comisario de Orden Público informó en 1940, ante el Tribunal de Responsabilidades Políticas de Las Palmas, que Luis Rodríguez “arrastraba a las masas obreras al desorden y el sabotaje” y que había sido “defensor como abogado en casi todos los juicios y Consejos de Guerra por sucesos sangrientos o terroristas de carácter social”. Solo bastaba con eso para que su vida fuera vista como una molestia.
Villa Loreto era más que una simple edificación ecléctica y nunca acabada. La vivienda alojaba una de las mayores bibliotecas privadas de la Isla, además de acoger tertulias y reuniones, por no hablar de ser el lugar donde las Juventudes Comunistas tuvieron su primera sede, siendo varios de los hijos militantes de este espacio. El espacio lo tenía todo para que las milicias falangistas y de Acción Ciudadana lanzaran todo su odio.
Petronila era muy querida en la familia. Había nacido en el Puerto de la Cruz en 1902, desde hacía tiempo acompañaba la agitada vida de los Rodríguez Melo, que cariñosamente la llamaban La Pandorga. Era parte de su vida y persona de total confianza, eso la puso en el punto de mira. En octubre de 1936 todos los odios se sumaron y cayeron contra los habitantes de Villa Loreto.
Las autoridades franquistas acusaron a Petronila de haber dicho “en reiteradas ocasiones y en lugares públicos, tales como la plaza del Mercado de La Laguna y diversas tiendas donde hacía sus compras ha venido propagando noticias falsas y contrarias al movimiento militar”. Fue procesada en la Causa 180 de 1936, que se celebró el 8 de octubre en la sala militar del Cuartel de San Carlos de Santa Cruz. Siendo difundida la sentencia el 18 de octubre, siendo condenada “a 8 años de prisión mayor, por el delito de excitación a la rebelión”, siendo llevada a la Prisión Provincial, posiblemente la cárcel de mujeres.
Villa Loreto, rivalizando en altura y tamaño con la cercana iglesia de La Concepción, seguramente resultaba un testimonio molesto, y también tentador. El 21 de octubre la vivienda estaba casi totalmente indefensa. Las hijas más jóvenes de la familia Rodríguez Melo y la anciana madre de Luis Rodríguez la habitaban. En esos días en La Laguna el borrado del pasado republicano avanzaba. La prensa recogía que el Ayuntamiento había aprobado “dar el nombre de General Franco a la calle de Herradores y el de Santiago Cuadrado a la de Briones. También ha acordado restituir sus antiguos nombres a las de San Antonio, Santo Domingo y el Ciprés”. Los medios destacaban la entrada de las tropas golpistas en Oviedo, justo el mismo día que una turba de militantes de las organizaciones fascistas entraron a golpes a la casona de los Rodríguez. Una orgía de brazos en alto y proclamas franquistas acabó con montañas de libros ardiendo en las inmediaciones de la Plaza de La Concepción. Mientras la biblioteca de Luis Rodríguez se convertía en humo, seguro que más de uno se guardó algún valioso “recuerdo” del saqueo.
Petronila estaba entre rejas, señalada como de “ideas extremistas”. Los niños que vio crecer estaban lejos, unos tuvieron la fortuna de quedar en territorio republicano. Otros, detenidos. Las autoridades militares dejaron un documento señalando la liberación de Luis Rodríguez el 14 de octubre, nunca regresó a su casa. En esos mismos días de octubre, el diputado y su hijo Guetón fueron desaparecidos para siempre, muy posiblemente en el fondo del océano. Su familia mantuvo la esperanza durante algunos meses de volver a verlos.
El séptimo de los hermanos, Layo Rodríguez, a sus 21 años preso junto a otros “peligrosos” republicanos en el destacamento militar de Villa Cisneros, escribía el 3 de noviembre pidiendo información sobre su hogar, “en qué terminó lo de Petronila, lo mismo que lo de Guetón y sobre todo no se olviden de decirme cómo sigue papá...”. Tardaría en conocer el terrible escenario.
Desde Falange decían en un documento de 23 de diciembre de 1939 que dice que Villa Loreto ya estaba “adjudicada actualmente al Estado”. Un robo que se sumaba al saqueo y la matanza.
Mientras Petronila sufría la cárcel, la pérdida de personas con las que había compartido media vida y el señalamiento de la sociedad, el franquismo seguía apretando la soga en su cuello. El proceso de Responsabilidades Políticas Nº79 de 1939 fue a buscar hasta el último céntimo o propiedad que pudiera tener. El destrozo económico de la Guerra y las deudas que dejó con sus aliados alemanes e italianos iban a ser pagadas en parte por los rojos, ya fuera con sus bienes o como mano de obra esclava. La búsqueda en la Delegación de Hacienda, en los ayuntamientos y en cajas y bancos, concluye con que Petronila no tenía ningún bien que pudiera ser embargado. Su libertad y sus derechos serán los grandes perdedores de estas medidas arbitrarias e injustas.
Fuentes utilizadas
Studer Villazán, Luana. (2023). Voces silenciadas. La represión franquista sobre las mujeres en La Laguna. Ayuntamiento de La Laguna. Pp147-149
O´Shanahan, Leopoldo. Horror, errores y falacias sobre la Guerra Civil en Canarias. Noticias relacionadas con Luis Rodríguez Figueroa (Óscar Domínguez y Guetón). (2004). Islas Canarias. Baile del Sol. Pp81-83
Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Expediente de Responsabilidades Políticas. 721 de 1939 contra Luis Rodríguez Figueroa y otros.
Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Expediente de Responsabilidades Políticas. Expediente 160/1939 contra Petronila Álvarez Regalado
Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. Tribunal Represor de la Masonería y el Comunismo. Expediente 24378 de 1947 contra Luis Rodríguez Figueroa
Gaceta de Tenerife. 8 de octubre de 1936. p1
La Prensa. 17 de octubre de 1936 p1
La Prensa. 18 de octubre de 1936 p3




Comentarios