Ayer se cumplieron setenta y cinco años de la salida clandestina de El Telémaco, un motovelero con capacidad para treinta personas en el que se hacinaron 170 hombres y una mujer, en su mayoría gomeros. No era el primero ni el último de los barcos clandestinos que salieron de Canarias, principalmente entre 1948 y 1951. Se calcula que unas veinte mil personas nacidas en el Archipiélago lograron alcanzar las costas americanas de esa manera. Antes de esa fase, apenas un centenar de canarios habían logrado salir de las Islas, la mayoría rumbo a las costas del continente africano por la persecución política del franquismo. El nuevo régimen había prohibido la salida de población desde 1938, a pesar del hambre y las penurias que se vivía, cobrando apenas cinco pesetas diarias por jornadas de más de doce horas de trabajo. Según el libro de Néstor Rodríguez Martín sobre esta emigración clandestina, el Paulino fue el primero de estos barcos en tratar de marchar a Venezuela, en una fecha tan tempr...