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Mostrando entradas de agosto, 2025

América González e Inocencio Delgado, dos víctimas políticas del atraco al tranvía de 1934

Foto coloreada y mejorada por Luana Studer América González, también nombrada como América Ladeveze, tomó conciencia siendo muy joven. Ella, junto a su compañero, Inocencio Delgado, su hermanastro Gilberto Alcalá García (nombrado en otras ocasiones como Gilberto Delgado), su cuñado Alfonso Martínez, todos tabaqueros, y su primo, el obrero metalúrgico Domingo García Pineda, fueron desaparecidos en los primeros meses de la dictadura. En abril de 1929 América e Inocencio se habían casado en la iglesia de La Concepción, en Santa Cruz de Tenerife. Los dos formaban parte activa de de las Juventudes Libertarias, en un momento en el que la CNT era el espacio sindical que más simpatías generaba entre la clase trabajadora de la capital tinerfeña.  América e Inocencio vivían en La Cuesta, en La Laguna. En septiembre de 1934 había estallado una gran huelga agrícola en el Valle de La Orotava. Los dos jóvenes anarquistas fueron algunos de los encargados de las tareas de solidaridad , acogie...

El Frente Antifascista de Canarias y el intento de liberar al Archipiélago de la dictadura

Hubo quienes quisieron liberar a Canarias del franquismo al inicio de la dictadura. Eran militantes, muchos de ellos anarquistas, que habían logrado escapar de las Islas o a los que el golpe les coincidió en las ciudades continentales. El cinco de agosto de 1936 algunos medios en el Madrid que había logrado impedir el paso de los fascistas se hacían eco de la constitución de un grupo de canarios que pretendían convocar a “todos los elementos antifascistas de las Islas Canarias al objeto de constituir una milicia”. La sede del Cabildo de Tenerife en Madrid fue el lugar escogido para reclutar a los paisanos, entre sus objetivos “marchar a aquellas Islas para reprimir el movimiento” (1). En Barcelona se produjo el mismo proceso pocos días después. En el Mundo Obrero se publicó un breve manifiesto en el que se afirmaba que “nosotros, los canarios residentes en Barcelona, estamos organizando una columna que saldrá para combatir el fascismo”. Su objetivo era claro, “liberar aquellas hermos...

A 85 años del fusilamiento de Pedro Hernández Lorenzo, Balbino San Millán y Juan Ramos Muñoz

"Compañeros, vamos a morir como mueren los hombres que han vivido para defender un ideal noble y generoso, libre e igualitario y han luchado por una sociedad nueva. Moriremos de pie, sin vendas en los ojos, para ver las caras a los enemigos de la justicia, la paz de los pueblos”. Esta es un fragmento de la carta de despedida elaborada por Balbino San Millán, Juan Ramos Muñoz y Pedro Hernández Lorenzo pocas horas antes de enfrentarse al pelotón de fusilamiento en la Batería Militar del Barranco del Hierro, en Santa Cruz de Tenerife. El 20 de agosto de 1940 vieron su último amanecer, la próxima semana se cumplirán 85 años de ese terrible suceso. Solo he podido encontrar imágenes de Balbino y de Pedro para ilustrar este texto, recopiladas por el investigador Ricardo García Luis. Ambos fueron declarados “Villeros de honor” a título póstumo de La Orotava en 2018, gracias al impulso y la labor del historiador José Manuel Hernández. En 1940 el mundo resonaba con la II Guerra Mundial,...

A setenta y cinco años del viaje del Telémaco.

Ayer se cumplieron setenta y cinco años de la salida clandestina de El Telémaco, un motovelero con capacidad para treinta personas en el que se hacinaron 170 hombres y una mujer, en su mayoría gomeros. No era el primero ni el último de los barcos clandestinos que salieron de Canarias, principalmente entre 1948 y 1951. Se calcula que unas veinte mil personas nacidas en el Archipiélago lograron alcanzar las costas americanas de esa manera. Antes de esa fase, apenas un centenar de canarios habían logrado salir de las Islas, la mayoría rumbo a las costas del continente africano por la persecución política del franquismo. El nuevo régimen había prohibido la salida de población desde 1938, a pesar del hambre y las penurias que se vivía, cobrando apenas cinco pesetas diarias por jornadas de más de doce horas de trabajo. Según el libro de Néstor Rodríguez Martín sobre esta emigración clandestina, el Paulino fue el primero de estos barcos en tratar de marchar a Venezuela, en una fecha tan tempr...