El
18 de julio de 1936 no solo se quebró la democracia, también se
vivió una hecatombe cultural que hizo retroceder varias décadas la
educación y diversas ramas del arte. Un ejemplo fue lo sucedido con
el extraordinario maestro y músico tinerfeño, Francisco Delgado
Herrera, que tuvo el dudoso honor de ser uno de los once maestros
víctimas mortales de esos primeros años de dictadura.
Francisco
había nacido el 3 de diciembre de 1875 en Santa Cruz de Tenerife,
este año se cumplirán 150 años de esa fecha. Desde niño
desarrolló su vida en La Laguna, donde recibió formación como
ebanista, además de iniciarse en el mundo de la música, algo que
marcó su vida. En la Banda de Música de La Orotava, donde ejerció
como primer clarinete, logró ampliar sus conocimientos y mejorar su
formación (1). Además de su pasión por la música, logró
formarse como maestro, oficio al que dedicó sus últimos años de
vida.
En
1907 formó parte en La Laguna de la creación de la sociedad
filarmónica “La Esperanza”, presidida por Fernando Rodríguez
Díaz, donde ejerció como vicepresidente (2), que sería parte de la
fundación de la Banda Municipal de La Laguna. Francisco ya ejercía
de profesor de música en Aguere, obteniendo “un brillante éxito
en un concurso abierto por la Revista Musical que se publica en
Madrid” por su vals Pálidas rosas (3).
El
autor musical fue sin duda uno de los más reconocidos de su
generación en el Archipiélago, pero además de su educación, la
prensa empieza a demostrar un alto grado de conciencia social y
sensibilidad con los más desfavorecidos, posiblemente fruto de su
propia existencia. A inicios de 1909 fue uno de los que contribuyeron
con la Cruz Roja lagunera para recaudar fondos ante el terremoto de
Mesina, que asoló Sicilia y Calabria, en Italia (4).
La
vida de Delgado Herrera estuvo también muy ligada al activismo
social y cultural, además del compromiso político, en unos ideales
que fueron evolucionando a lo largo de los años. Formó parte es de
la directiva del Casino Democrático Brisas del Teide (5), ubicado
también en La Laguna, una “nueva sociedad de instrucción y
recreo”, ligada a las corrientes republicanas más centristas,
presidido por el profesor del Instituto de Canarias, Isaac Cabrera.
En
los primeros años del siglo XX el nombre de Francisco Delgado será
habitual, al crear melodías de distintos géneros que triunfan en
las veladas del Ateneo o en las fiestas más populares de la Isla,
desde valses a zarzuelas, incluso entrando en el mundo de la ópera.
Su éxito hizo que incluso la revista madrileña “Nuevo Mundo” le
dedicara una foto en la que destacaba los éxitos del joven
compositor canario (6), algo nada frecuente en ese momento para
alguien de las Islas.
A
partir de 1912 empezó a ejercer como maestro, realizando una ruta
por distintos puntos de la Isla en esa etapa de interinidad inicial.
El primer año fue designado para ocupar plaza como interino en la
escuela de Igueste de San Andrés (7), en la capital tinerfeña. Al
año siguiente le tocará plaza en La Victoria (8) y el siguiente
ostentará la escuela de Valle de Guerra (9).
El
interés por el vínculo entre la cultura, la formación educativa y
los avances sociales se plasman en su designación como presidente de
la Sociedad “Juventud Obrera”, donde fijaron sus objetivos en
“difundir entre la clase obrera el mayor grado de cultura que nos
sea factible. Para ello crearemos Escuelas de Artes Decorativas,
Letras, Música, Pintura y Dibujo lineal”, que planteó colaborar
con el Ayuntamiento lagunero en sus tareas (10). A pesar de estas
tareas sociales, sus colaboraciones musicales y su labor como
maestro, logró preparar y sacar adelante la plaza de maestro en las
oposiciones celebradas en 1916, obteniendo el puesto de maestro en
Tacoronte (11). Su faceta musical seguirá creciendo en ese tiempo,
con motivo del 28 aniversario de la Banda la Fe participó en un
importante evento musical y poético en el Teatro Viana de La Laguna,
ofreciendo el cuplé oriental Zoraida (12).
En
su labor como maestro también se implicó en las demandas laborales
y formativas necesarias para lograr avances importantes en una
sociedad donde el analfabetismo seguía siendo una enorme lacra para
las clases populares. En 1921 ya formaba parte de la Asamblea de
Magisterio como maestro de la escuela graduada de Tacoronte (13).
La
Banda de la Fe reconoció el apoyo y compromiso de Francisco Delgado
en un acto público celebrado en el Teatro Leal de Aguere, en
noviembre de 1923 (14), pero su acción generosa iba mucho más allá,
en 1925 también fue uno de los que acompañaba las labores del
Orfeón La Paz en sus primeros pasos, dirigiendo su agrupación de
bandurrias y guitarras (15), haciendo una labor similar al frente de
la orquesta del Círculo de la Amistad XII de enero de la capital
(16).
En
1927 el maestro, a sus cincuenta y dos años, además de una
reconocida labor, tiene una extensa familia. Prueba de ello fue la
solicitud de “subsidio que otorga el Estado a los empleados de
familias numerosas”, que hizo ese mismo año ante el Ministerio de
Trabajo (17). Su trayectoria le hizo merecedor de la presidencia, al
año siguiente, de la Asociación de Maestros Nacionales de la
Provincia (18), una de las labores centrales que le pondría en el
foco de la represión política desatada por los militares.
Poco
antes de la llegada de la II República, Francisco Delgado consiguió
un gran éxito con su poema musical «Schubertiada», dedicada al
famoso compositor austriaco, estrenado por la banda municipal de la
capital tinerfeña en la Plaza del Príncipe (19). En esos años el
compositor y maestro ya residía en Santa Cruz de Tenerife, donde
ejercía sus labores propias del magisterio, además de formar parte
de sociedades, como el Círculo de la Amistad, donde ejerció de
vocal en la directiva elegida para 1931 (20). En el final de la etapa
monárquica fue designado para ocupar tareas en el Patronato de
Protección Escolar, junto a la maestra Felicidad González y otros
(21). Con la llegada del nuevo tiempo político el papel político de
nuestro protagonista pudo salir más a la luz. La II República
llegaba con la ambición de lograr mejoras, en especial entre la
clase trabajadora. En los primeros meses de la misma, Delgado
aparecía entre los que contribuían con aportaciones económicas en
apoyo de las ayudas para el paro obrero (22).

Entre
su labor social de esta etapa destaca la Asociación al Servicio de
Tenerife (23), una “Institución puramente patriótica y
tinerfeña”, que pretende desarrollar una “constante labor de
regeneración insular y local”. Esta asociación, en la que
Francisco fue su representante en la capital, se marcó una “cruzada
contra el analfabetismo; la creación de bibliotecas populares e
itinerantes; el fomento del embellecimiento y ornato locales;
sostenimiento de campañas culturales; cooperación con instituciones
benéficas; protección, fomento y propagación del arbolado y las
aves” (24). En esta curiosa entidad, cofundada por Alfonso Ramos
Fresneda, gestor de profesión, y socio del Orfeón la Paz,
convivieron diversos sectores y tendencias, desde los republicanos a
algunos que acabaron ligados al primer franquismo.
En
el mes de septiembre de 1931 falleció en La Laguna el padre de
Francisco, Benito Delgado, con 86 años de edad (25). Ese mismo mes
fue designado para conformar el Consejo Provincial de Instrucción
Pública, junto a la ya mencionada maestra, Felicidad González (26),
que ejercieron, con breves parones, entre ese año y el verano de
1936 en el control y mejora de los servicios escolares. Al año
siguiente ya logró la plaza permanente en la “escuela nacional de
niños número 5 de esta capital (San Francisco)” (27), que poco
después pasa su sede a la calle Cruz Verde.

Fernando
Delgado militó en el socialismo. Prueba de ello es que formó parte
de la sección de enseñanza de la UGT, constituido formalmente su
directiva el 9 de julio de 1933, donde fue nombrado vicesecretario
(28), siendo su nombre frecuente en su órgano de comunicación
durante esos años, “Obreros de la Cultura”. En sus páginas
recogen la labor que realiza en ese año para las “fiestas de
septiembre” en La Laguna, organizando un festival infantil, a cargo
del “notable compositor musical, quien presentará unos
interesantes conjuntos musicales y gimnásticos” (29). El 28 de
diciembre de 1933 participó en el “congresillo” de la Federación
Tinerfeña de Trabajadores de la Enseñanza, presidiendo
la delegación de Santa Cruz de Tenerife, siendo nombrado presidente
de la Comisión Ejecutiva. Además, fue nombrado para participar en
el Congreso que se celebrará en 1934 en Las Palmas y se toman
“acuerdos conducentes al aplastamiento del fascismo y defensa del
proletariado” (30). Claramente el auge de los nazis en Alemania y
el gobierno de los sectores ultraconservadores, durante ese bienio de
la República española, marcó una preocupación que por un lado
favoreció la unidad de acción de cara a las elecciones de 1936 y
por otro fue el caldo de cultivo necesario para el futuro golpe
militar. Con la constitución del Frente Popular, en enero de ese año
fue nombrado vicepresidente de la Agrupación Socialista de Santa
Cruz (31). Ese último semestre de la II República fue intenso. Las
elecciones de febrero dieron un gran triunfo para la candidatura que
aglutinaba a las izquierdas, que sin duda Francisco celebró. Su
música también se consagraba. En 1935 había presentado su
composición, Calvario de Tacoronte, a un concurso
de convocado en Hamburgo, donde fue premiada. Siendo retransmitida
por Radio Berlín, e interpretada por la Orquesta de dicha Radio el
24 de marzo de 1936. Esta misma obra la interpretó la Orquesta de
Cámara de Canarias, bajo la batuta de Santiago Sabina, el 20 de mayo
de 1936 (32).
A
pesar de sus tareas políticas, Francisco no detuvo su apretada
agenda de participaciones en entidades y asociaciones del ámbito
cultural. Poco más de un mes antes del golpe militar Francisco había
sido elegido vicepresidente de la Masa Coral Tinerfeña (33), entidad
de gran arraigo republicano. Poco después se celebró la penúltima
sesión del Patronato de Protección Escolar. En el conviven personas
que tendrán caminos absolutamente divergentes, por un lado perfiles
como el de Susana
Villavicencio, inspectora-Jefe de Primera Enseñanza en Tenerife, una
de las más activas implicadas en la depuración del profesorado
durante el franquismo en la Isla (34). En el otro lado,
tres víctimas mortales del fascismo, el Gobernador Civil, Manuel
Vázquez Moro, fusilado en octubre de 1936, y Lucio Illada, en
representación de la Mancomunidad, fusilado en 1940, además de
Francisco Delgado (35).
El
18 de julio de 1936 llegó un tiempo nuevo. El mundo de la enseñanza,
la cultura, el arte, formaba parte de los sospechosos, a los que
había que depurar y perseguir. Francisco era ya todo un veterano,
con 61 años de edad, a pesar de su buena relación con diversos
sectores sociales, fue detenido el 8 de agosto (36) y trasladado a
los barcos prisión que se ubicaron en el puerto de Santa Cruz de
Tenerife. En septiembre de 1936 la noticia de la pérdida de su plaza
de maestro se publica en los medios del régimen. En la lista le
acompañan nombres de otros miembros de la FETE, como José Galán,
Robustiano Toledo y Víctor Pérez (37). Tres meses después de su
muerte, la Comisión Depuradora del Magisterio Primario de la
Provincia de Santa Cruz de Tenerife, le sigue reclamando informes y
expedientes (38), que ya nunca podrá ofrecer.
Los
datos dicen que murió menos de seis meses después, entre tantos
otros compañeros de las diversas fuerzas políticas y sindicales.
Algunos familiares aseguran que fue arrojado al océano, como tantos
otros, aunque hay un certificado militar que indica que falleció en
enero de 1937. Su desaparición puso fin a su creatividad y a su
implicación, enterró su cuerpo, pero además de eso su nombre, su
historia y sus obras. En los años cuarenta sus familiares recibieron
otra vez la cruel noticia de que su padre estaba siendo investigado
por el Juzgado
Instructor de Responsabilidades Políticas de Santa Cruz de Tenerife,
conservándose su expediente en el Archivo Histórico Provincial de
Las Palmas.
Hoy,
su memoria está emborronada. Pocos conocen la existencia de este
compositor y maestro. Una de sus obras más conocidas, Calvario de
Tacoronte, no se volvería a tocar hasta la década de los ochenta.
Habían pasado más de cuarenta años sin sonar esos acordes.
Fuentes
utilizadas
Álvarez
Martínez, Rosario. Semblanza del compositor Francisco Delgado
Herrea (1875-1937), artículo incluido en Memorias
del Contrabando. Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. (2015). p
44
La
Opinión. 3 de enero de 1907. p2
El
País. 9 de noviembre de 1908. p2
El
Defensor del Magisterio,
22 de enero de 1909, p6
El
Progreso. 10 de julio de 1909. p2
Nuevo
Mundo. 10 de noviembre de 1910. p29
La
Opinión. 1 de octubre de 1910. p2
Diario
de Tenerife. 24 de septiembre de 1913. p2
La
Opinión. 30 de mayo de 1914. p1
Gaceta
de Tenerife. 18 de enero de 1916. p1
La
Opinión. 17 de abril de 1916. p1
Gaceta
de Tenerife. 2 de diciembre de 1919. p2
Gaceta
de Tenerife. 11 de septiembre de 1921. p2
Gaceta
de Tenerife. 11 de noviembre de 1923. p2
Gaceta
de Tenerife. 13 de febrero de 1925. p1
La
Prensa. 24 de julio de 1925. p2
Gaceta
de Tenerife. 6 de agosto de 1927. p2
Eco
del Magisterio Canario.
7 de enero de 1928, p9
Gaceta
de Tenerife. 6 de agosto de 1930. p1
Gaceta
de Tenerife. 18 de diciembre de 1930. p1
Gaceta
de Tenerife. 11 de febrero de 1931. p3
La
Prensa. 31 de mayo de 1931. p1
Gaceta
de Tenerife. 18 de julio de 1931. p2
Alonso
Delgado, Víctor Lorenzo. Deporte,
Ocio y Sociabilidad en las Islas Canarias Occidentales (1850- 1936).
Tesis Doctoral
Universidad Ramón Llull. P195
La
Prensa. 9 de septiembre de 1931. p5
Las
Noticias. 18 de septiembre de 1931. p1
La
Prensa. 6 de marzo de 1932. p2
Obreros
de la Cultura. 15 de julio de 1933. p8
Obreros
de la Cultura. 30 de julio de 1933. p7
Obreros
de la Cultura. 1 de enero de 1934. p4
La
Prensa. 4 de enero de 1936. p3
Álvarez
Martínez, Rosario. (2015). Op cit p44
Gaceta
de Tenerife. 17 de junio de 1936. p2
García
Vera, Cristóbal. Las
oscuras razones de la burguesía canaria contra la recuperación de
la memoria histórica:
https://rebelion.org/las-oscuras-razones-de-la-burguesia-canaria-contra-la-recuperacion-de-la-memoria-historica/
La
Prensa. 28 de junio de 1936. p11
Álvarez
Abreu, Bruno Juan. Francisco Delgado Herrera. Pancho el de la Jueza:
https://efemeridestenerife.blogspot.com/2017/10/francisco-delgado-herrera-pancho-el-de.html
La
Prensa. 19 de septiembre de 1936. p3
La
Prensa. 11 de abril de 1937. p2