En su último libro mi abuela decía que “se envejece realmente cuando no se quiere aprender...y yo quiero envejecer aprendiendo siempre”. Casi hasta hoy este principio acompañó a Sara Cabrera García durante sus 85 años de existencia. Hoy por la mañana esta gomerita luchadora no ha podido más en su combate contra el cáncer, que libraba desde hace un puñado de años. Hace un tiempo recordaba en mi blog la figura de mi abuela como una mujer realmente adelantada a su tiempo, que pudo estudiar gracias al empeño de su familia y que además devoró la vida en todos sus aspectos. Sara ejerció de hija, estudiante, compañera, madre, empresaria, viajera, artesana, abuela, pintora, escritora...siempre rodeada de gente, casi sin tiempo para aprender y conocer todo lo que le hubiese gustado. Hace apenas dos semanas pude hablar con ella, aunque castigada por el avance de la enfermedad seguía aferrada a la vida, preocupada por sacarse las fotos con sus bisnietos y por lo mucho que le quedaba por hacer. Ho...