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Juan Vara Terán y el dolor de la desmemoria tinerfeña


¿Para qué sirve la resistencia de CC-PP a aplicar la Ley de Memoria Histórica en la capital tinerfeña?...pues para mantener calles como la que hace más de cincuenta años mantiene un golpista responsable de cinco ejecuciones y varias muestras de brutales represiones, como el coronel de la Guardia Civil, Juan Vara Terán.

¿Qué mérito tuvo este militar para mantener una calle?. Pues haber sido el alcalde impuesto por los golpistas el 19 de julio, junto a Francisco La-Roche Aguiar (a este le tocó una Avenida) y otros destacados representantes de los poderes económicos y tradicionalistas, como Pedro Duque, Juan Pedro Alba (ambos antiguos concejales monárquicos), Manuel Cruz, Juan Yanes (también con una calle dedicada), Miguel Llombet, Francisco Rodríguez y Vicente Expósito.

Juan Vara ya tenía experiencia en aplicar la mano dura contra la población civil y los militantes de izquierda. Sus métodos los había entrenado en varias ocasiones, como los incidentes del 25 de noviembre de 1930, en los que se usó armamento contra los manifestantes en Santa Cruz, dejando muerto de un disparo al sastre Juan Agrella. También jugó un destacado papel en las medidas de control contra la gran Huelga General de enero de 1933 y en la detención y persecución de campesinos y obreros, en los Sucesos de Hermigua.


En julio de 1936, Juan Vara Terán se ofrece inmediatamente a preparar y a jugar un papel clave en el Golpe, desplegando a la Guardia Civil en la Isla. En esas primeras horas será responsable de la detención del último alcalde republicano chicharrero, José Carlos Schwartz, asesinado por sus captores algunas semanas después.

El nuevo gobierno, totalmente leal al franquismo, se dedicó activamente a depurar a los líderes sociales y vecinales vinculados al Frente Popular, además de empleados públicos señalados por los mismos motivos. Suyo es el escrito donde reclama que le manden diez o doce maestros y maestras, al haber depurado a 23 funcionarios por sus posiciones ideológicas.

Manuel Vázquez Moro
Isidro Navarro

Además de eso, Juan Vara es el responsable directo de los procesos judiciales en los que firmó la sentencia de muerte contra cinco destacados responsables de la II República. Alonso González Campos (teniente de la Guardia de Asalto que permaneció fiel al gobierno legítimo republicano), Manuel Vázquez Moro (gobernador civil de Santa Cruz de Tenerife), Isidro Navarro López (Radiotelegrafista y secretario del Gobierno Civil), Domingo Rodríguez Sanfiel (Presidente del Círculo de la Amistad XII de Enero), y Francisco Sosa Castilla (Presidente del Sindicato de Inquilinos y carpintero).

Domingo Rodríguez Sanfiel
La labor del primer alcalde franquista y de sus concejales fue la de promover la detención y justificar el asesinato de cientos de republicanos. En esos meses, entre septiembre de 1936 y el primer semestre de 1937, se sacaban entre quince y veinte personas cada noche de las prisiones franquistas de Fyffes y los barcos prisión, para desaparecer en alguna fosa o directamente en el fondo del océano.

Cincuenta años después de otorgarle una calle y a diecisiete años de la aprobación de la Ley de Memoria Histórica, esa calle sigue siendo un ejemplo claro de las razones y los motivos que justifican retirar honores a quien no los merece. Es casi imposible de entender que responsables políticos elegidos democráticamente amenacen con ir a los juzgados con tal de no aplicar un estudio de la Universidad de La Laguna donde se identifican 79 claros símbolos franquistas, que incumplen la Ley. Ojalá mas pronto que tarde se acabe con la desmemoria que algunos quieren seguir aplicando, para que no sepamos de dónde vienen sus valores políticos o los motivos de estos incumplimientos.


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