miércoles, 21 de enero de 2009

Una esperanza que se construye todos los días.


El pasado sábado me sentí especialmente orgulloso de mi pueblo. Miles de personas inundaron las calles de Santa Cruz para solidarizarse y denunciar las masacre sionista en Gaza y eso, entre noticias que nos sitúan a la cabeza en consumo de drogas, malos tratos, embarazos de menores, fracaso escolar, corrupción, caciquismo o desempleo es una señal de que a pesar de todo algo grande late en el corazón de miles de personas de Canarias que no tiene miedo a salir y expresarse por temas que ocurren al lado de sus hogares o a miles de kilómetros de sus casas.
Me gustó que mi hija cumpliera ese día seis meses y estuviera allí conmigo, rodeada de gente buena, la mejor gente de la Isla.
Tuve la ocasión de ver a amigos, muchos compañeros de partido y conocidos, e incluso a “el Mae” el veterano director de mi colegio que desde su más tierna juventud ha pertenecido a ese selecto grupo de humanos que conforman la izquierda consecuente dl planeta.
A él, emocionados ambos, le dije –“Mae, que bueno que quede tanta gente con sangre y corazón”-.
Fue una demostración de lo que la gente con sentimiento y ganas pueden hacer y un buen ejercicio preparatorio para lo que se pretende perpetrar en Granadilla con la nuevamente anunciada obra del Puerto.
El mensaje es ese, que somos muchos y estamos preparados para trabajar juntos por el bien común, siempre que seamos capaces de madurar, respetarnos y trabajar unidos.
Al día siguiente en El Salvador el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional ganó las elecciones al Congreso e importantes cabeceras municipales…la verdad que este fin de semana me ha devuelto un poco de alegría de ser humano.
A todos estos hombres y mujeres de cualquier parte del mundo que alguna vez se han sentido así, les dedico este hermoso tema llamado "Vamos a andar" (al fin y al cabo sólo nos falta eso) cantado por dos de los mejores cantantes de Cuba, Silvio Rodriguez y Santiago Feliú.

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