Gracias a la investigadora Eliane Ortega me llegó un dato de este destacado marino republicano, ligado a Canarias por su matrimonio con una joven palmera, independiente y con inquietudes intelectuales, llamada Concepción Armenia Abdé Ramos, una familia que sufrió en sus carnes la Guerra Civil y un largo exilio, entre Túnez y México.
Álvaro había nacido en Cartagena, Murcia, en 1909, en el seno de una familia muy ligada a la vida militar, con firmes valores republicanos. Junto a su hermano, Eugenio Calderón, fue uno de los siete oficiales de la marina republicana que se negó a regresar a la España franquista (1). Su hermano mayor, Esteban, era un afiliado a la UGT y a la Agrupación Socialista en Cartagena desde 1930. Durante la Guerra Civil fue jefe de organización del Estado Mayor de la Flota republicana con la graduación de teniente coronel (2).
En enero de 1936 la prensa tinerfeña anunciaba el próximo matrimonio del marino Álvaro Calderón y Concepción Armenia Abdé, en una petición de mano donde estuvo presente su hermano Esteban (3).
Poco antes del anuncio de su boda había conocido al joven murciano, que ya ejercía de marino, como oficial de la armada. El 14 de abril de 1936 los periódicos locales señalan el enlace, celebrado en la parroquia de San Francisco de Asís de la capital tinerfeña (6). El 17 de abril ambos saldrán de Tenerife en el vapor Villa de Madrid (7), sin saber que poco después el mundo se derrumbaría bajo los pies de la pareja.
El 18 de julio de 1936 Álvaro estaba embarcado en Melilla, parece que en esa misma época Concepción estaba en Barcelona. La victoria del Frente Popular permitió que numerosos miembros de la armada, en especial de la marinería y de los mecánicos de estos buques, ligados a las organizaciones republicanas, pudieran retomar sus puestos. Eso explica que cuando el sector de los oficiales golpistas, ayudados por los legionarios y tropas regulares, trataron de hacerse con el control de la flota, se encontraron con una firme resistencia, que permitió que buena parte de los buques siguieran leales a la República. Álvaro era uno de los oficiales del Destructor Sánchez Barcáiztegui, el único en mantenerse leal al Gobierno en esa complicada situación, por lo que fue puesto al frente del barco, mientras la marinería detenía al resto de oficiales. Tras salir el puerto de Melilla, llegaron el 19 de julio a Málaga, donde los golpistas fueron apresados por las autoridades (8). La Gaceta de Madrid de septiembre de 1936 publica el reconocimiento de Calderón como Alférez, al mando del Sánchez Barcáiztegui (9), barco con el que participará en varias acciones bélicas.
Mientras la Guerra daba sus primeros pasos, dejando un rastro de muerte y destrucción, Concepción Armenia Abdé y Álvaro Calderón reciben la buena noticia de su embarazo. Su primer hijo, Álvaro Calderón Abdé, nació en una Barcelona asediada por los cañonazos del crucero italiano Eugenio di Savoia y el bombardeo de la aviación franquista, en 1937, que se llevó por delante unas 2500 víctimas mortales. Años después, la memoria familiar decía que mientras nacía, caían las bombas cerca del Hospital (10).
Los valientes marinos republicanos trataron de frenar el traslado de las tropas franquistas desde el Protectorado Español a los puertos andaluces, no sabían que los aviones de Hitler serían una ayuda clave en esta operación. Durante los siguientes meses se realizaron varios operativos contra los barcos fascistas, españoles e italianos. Uno de los momentos más sonados tuvo a Álvaro Calderón como uno de sus protagonistas, se trata de la batalla naval de Palos.
Con la llegada de 1939 la situación bélica es cada vez más complicada para las fuerzas republicanas. El avance franquista y el golpe interno de Casado acabó con cualquier esperanza de resistir hasta el estallido de la II Guerra Mundial. La flota republicana decidió no entregarse y por ello acuerdan trasladarse a la base francesa de Bizerta, en Túnez. Álvaro se debe separar de su mujer y su hijo, de apenas dos años, que se sumarán a la marea humana que acaba en manos de los franquistas, trasladándose al poco a Tenerife con sus familiares. Será el encargado de dirigir el destructor Ulloa, su hermano hará el viaje en el submarino C4, que también llegó a ser comandado por Álvaro durante la Guerra (14).
A partir del 12 de marzo de 1939 los refugiados empezarán a ser sacados desde Bizerta, tras permanecer varios días fuertemente vigilados por los franceses y sus tropas coloniales en el puerto tunecino. Fueron llevados hasta la estación de Ferryville, donde en en vagones para el transporte de animales, sin agua, sin mantas, sin retretes, tuvieron que recorrer 400 kilómetros, hasta el pueblo de Maknassy, y de allí, ocho kilómetros caminando hasta el campo de concentración de Meheri Zebbeus. Cuatro mil almas quedaron retenidas en una llanura con apenas espacios donde resguardarse, allí estaba Álvaro Calderón. Un joven marinero mallorquín escribió a su tío hablando del lugar donde estaban retenidos con estas esclarecedoras palabras “nunca creí llegar al extremo este, estoy convencido que ya no existe humanidad, nosotros que hemos luchado por una causa justa y noble (…) nos mandan a un campo de concentración a que terminemos de morirnos de asco” (15).
Los hermanos Calderón no formarán parte de ese contingente. Desde el campo de concentració pidieron consejo a Mariano Ruíz-Funes, que fue profesor, diputado y ministro de la II República, para ver la forma de salir de ese lugar y exiliarse en México. Este les recomendó dirigirse a la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE), fundada en julio de 1939 en Francia (17). Ambos aparecen en una lista de marinos sin recursos, ya que habían perdido todo al salir de Cartagena. A pesar de estas gestiones, ambos permanecerán en Túnez, sufriendo las duras condiciones del campo de Meheri Zebbeus hasta ser liberados con el avance de los aliados por el Norte de África.
Una vez con la libertad recuperada, residen en Túnez, aunque mantienen el objetivo de emigrar a México, donde había una amplia colonia de refugiados españoles por uno de los pocos países de habla hispana que fue abiertamente favorable a la República. El texto que me facilitó el inicio de esta pequeña investigación recoge el momento en el que Álvaro se dirige al cónsul francés en Tenerife para proceder a reunirse con su familia en Túnez, que les autoriza (18), antes de lograr salir rumbo al país latinoamericano. Concepción Abdé y su hijo, Álvaro, vivían en la Isla, durante los primeros años cuarenta. Supongo que no tuvo que ser fácil criarse en un entorno muy hostil a los valores que su padre había defendido. Su hijo recordará esa experiencia de vida en un poemario editado en 2012, donde el exilio tuvo un destacado papel, primero en Túnez y después en su residencia final, México (19), donde falleció en 2019.
Finalmente en 1946 Álvaro y su familia lograron entrar en México, a través de Nuevo Laredo, poco después que su hermano Eugenio y su familia. Allí realizará labores de encargado del restaurante Club Rex, mientras su hermano trabajará en la revista Confidencias (20).
La familia Calderón Abde echaran raíces en México, su hijo estudiará como ingeniero y allí nacerán sus nietos. Con la vuelta de la democracia a España, Álvaro vivirá una última batalla, pero será legal. El Boletín Oficial del Estado recoge en 1981 su victoria en el recursos contencioso-administrativo contra el acuerdo de la Sala de Gobierno del Consejo Supremo de Justicia Militar del 19 de septiembre de 1979, pare recuperar su puesto y que se fije como Coronel. Las semillas de Álvaro y la palmera Concepción, siguen su rumbo por el mundo, tras ese soplo huracanado de viento de la Guerra.
Fuentes consultadas
Fernández Díaz, Victoria. Aproximación al exilio republicano a través del exilio de los marinos de la Armada tras la guerra de España. Universidad de Valencia, Tesis doctoral. 2021 p 63
Perfil de Esteban Calderón: https://archivodemocracia.ua.es/es/exilio-republicano-africa/9.-biografias-y-testimonios/c.html
Gaceta de Tenerife. 1 de enero de 1936. p2
La Prensa. 28 de mayo de 1933 p3
Gaceta de Tenerife. 29 de enero de 1936 p8
Gaceta de Tenerife. 14 de abril de 1936 p2
La Prensa. 16 de abril de 1936 p3
Recuerdos del Pilar. Los hermanos Cervera Cabello: la tragedia del Baleares, y otras historias de amor y guerra (II): https://recuerdosdelpilar.com/2019/03/31/los-hermanos-cervera-cabello-la-tragedia-del-baleares-y-otras-historias-de-amor-y-guerra-ii/
Gaceta de Madrid. Nº. 274 30 Septiembre 1936 p 2069
La vida, buena o mala, es pura: https://www.tumblr.com/poiesisajena/15575190901/alvaro-calder%C3%B3n-la-vida-buena-o-mala-es-pura
Rolandi Sánchez-Solís, Manuel y Franco Fernández, Francisco José. Las últimas acciones de la marina republicana durante la Guerra Civil española de 1936-1939. Cuadernos Republicanos. n.º 94 Primavera-verano 2017. pp 159-163
Uniformes, medallas e insignias Guerra Civil española: https://www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?p=286129
Amanecer. 25 de junio de 1938 p3
Rolandi Sánchez-Solís, Manuel y Franco Fernández, Francisco José. Las últimas acciones de la marina republicana durante la Guerra Civil española de 1936-1939. Cuadernos Republicanos. n.º 95 Otoño 2017. pp 65-66
Fernández Díaz, Victoria. El campo de concentración de Meheri Zebbeus (I): https://exiliomarinosrepublicanos.blogspot.com/2017/02/el-campo-de-concentracion-de-meheri.html
Fernández Díaz, Victoria. Exilio de marinos: https://archivodemocracia.ua.es/es/exilio-republicano-africa/4.-el-exilio-de-marinos-y-aviadores.html
Fernández Díaz, Victoria. El exilio a México de los marinos de la armada de la II República española: https://exiliomarinosrepublicanos.blogspot.com/2019/10/el-exilio-mexico-de-los-marinos-de-la_30.html
Documento facilitado por Eliane Ortega
La vida, buena o mala, es pura. Op cit
Fernández Díaz, Victoria. 2021. Op cit p 173
Boletín Oficial del Estado. 21 julio 1981. p 16587
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