viernes, 27 de marzo de 2009

De condones, linces y Papas.


En las últimas semanas hemos vivido un renacer del ultra catolicismo más radical, por lo menos de cara al público.
Las propuestas sobre el aborto realizadas por la comisión Estatal, la dureza sobre el nacimiento de bebés tratados genéticamente para evitarles enfermedades a ellos o a sus hermanos y las declaraciones explosivas del Papa sobre los peligros del uso del condón han aliñado una buena ensalada.
Sabido es que la Iglesia Católica como tal es una institución extremadamente conservadora que no en vano mantiene usos y costumbres heredados de la época romana. Algunos historiadores consideran a la jerarquía católica como el más claro heredero del Imperio Romano y su pervivencia más clara, con un Papa a modo de emperador.
Por supuesto que también conocemos a ese otro sector de católicos que conforman los/as abnegados/as misioneros/as, que no dudan en repartir condones para frenar epidemias de transmisión sexual, las parroquias obreras como la de Entrevías en Madrid, los curas guerrilleros como Camilo Torres en Colombia, los ministros-cura-revolucionarios-escritores como Ernesto Cardenal en Nicaragua o los mártires de la Teología de la Liberación como Monseñor Romero en El Salvador...sin embargo debemos ser realistas, los que mandan pertenecen a los grupos más conservadores y ultras.
Muchos de los sectores “progres” dentro de la Iglesia se sintieron bastante defraudados cuando Ratzinger fue nombrado Papa.
Este cardenal alemán era el prefecto de la “Congregación para la Doctrina de la Fe”, organismo llamado anteriormente "Sagrada Congregación del Santo Oficio" y un poco antes "Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición".
Si, Ratzinger era una especie de Inquisidor y de alguna manera continúa siéndolo. Su labor en la persecución y depuración de los Teólogos de la Liberación fue destacada en el papado de Juan Pablo II y hoy continúa en esa tarea.
A mi personalmente no me molesta que la Iglesia opine, más aún como no creyente, ya que estoy en mi perfecto derecho de que lo que digan me entre por un oído y me salga por el otro.
Lo que me provoca indignación es que las opiniones de un colectivo numeroso, pero que es uno más de los que hay en la sociedad, es que sus opiniones deban ser asumidas y adoptadas por todos, convirtiéndose en leyes para todas las personas, sea cual sea sus creencias.
Consideran una aberración la selección de embriones para evitar graves enfermedades genéticas o que un hermano salve a otro con su cordón umbilical. Es antinatural, argumentan y no dicen nada de acciones tan “antinaturales” como las operaciones a corazón abierto, los trasplantes o los tratamientos médicos, eso si debió de ser un regalo de Dios (más aún si te lo hacen en una bendita clínica privada).
Quieren hacer leyes de su moral y su doctrina, pero que afecte no sólo al que escucha lo que se dice desde los púlpitos, sino a toda la ciudadanía.
El Papa se lanza a decir que el preservativo es malo y peligroso, que favorece al SIDA o a la promiscuidad y eso no me preocuparía si no lo dijera precisamente en un viaje a Camerún, país situado en un continente donde el SIDA ha dejado ya 10.000.000 de muertos (casi 6000 diarios).
Me preocupa que justamente, en este continente, azotado por la plaga del SIDA, sea donde más crezca el catolicismo a nivel del planeta y que la voz principal de esta religión se permita el lujo de anteponer los valores morales a los sanitarios.
Es cierto, con condón estás más tranquilo y favorece una sexualidad más libre, pero también evita que el cielo se te llene de almas ignorantes.
Es curioso que el Papa elija ese viaje para hablar de los preservativos, justo camino de África ¿no le parece extraño que en Europa, con la cantidad de católicos “oficiales” que hay nazcan tan pocos niños? ¿No será que esos católicos tan pálidos SI usan medios anticonceptivos?, porque si seguimos la estadística los matrimonios católicos debería de practicar sexo una vez y media en sus vidas (que es la media de nacimientos) y para fines reproductivos únicamente.
Las obsesiones de la jerarquía católica basadas en torno al sexo y la sexualidad llegan a su paroxismo cuando hablamos del aborto.
Es cierto es una técnica médica que creo que no es del agrado de nadie, sin embargo considero que es un derecho de las mujeres decidir sobre su maternidad.
Los ultras católicos españoles han salido clamando que los linces están más protegidos que los bebés, dentro de una doctrina anti ecologista tan del gusto de la derecha.
Sólo nos dan dos opciones, la castidad y la ilegalización de cualquier práctica abortiva o preventiva del aborto.
Les da igual saber que en los países que se persiguen estas prácticas muchas mujeres mueren fruto de abortos ilegales, les da igual que en la época de nuestras abuelas y bisabuelas ya usaran métodos “artesanales” para evitarse nuevos nacimientos, les da igual que los jóvenes desconozcan métodos anticonceptivos o lo que es una sexualidad sana, porque ellos creen en la virginidad hasta el matrimonio y punto.
Ahora los veremos, igual que cuando pronosticaban el fin de los tiempos conocidos a cuentas del matrimonio entre personas del mismo género, llenar las calles de sotanas, fotos de linces y bebés.
Al PSOE le devuelven una buena cachetada por su actitud miedosa y servil frente a una Iglesia que gracias a ellos tiene más recursos económicos, profesores de doctrina, edificios y clero todo pago a costa de las arcas públicas.
Puede sonar demagógico, pero la verdad es que se echa de menos una actitud tan beligerante de la jerarquía contra el hambre que mata a miles de niños y niñas en el mundo cada día (y no a cigotos) o contra la guerra que se lleva al cielo a tantos buenos católicos, musulmanes, judíos, hindúes, animistas....
La guerra es contra el condón, la píldora, el sexo, los gays, los científicos, las mujeres y los ginecólogos...jamás contra el empresario, el banquero, la farmacéutica, los ejércitos o la multinacional olvidando esa frase de Jesús que dice “antes entrará un camello por el ojo de una aguja que un rico en el reino de los cielos”.
Lo que no saben estos señores es que por cada calle que llenan para protestar por estas luchas doctrinarias y moralistas hay un banco de iglesia más vacío.

2 comentarios:

Víctor Yanes dijo...

pero que se habrá creído Drácula y toda su camarilla. Hasta los coj...de los curas y de la semana santa lagunera con sus propagandas antiabortistas, es decir, campaña fanática contra la calidad de la vida de los vivos, en este caso vivas, porque las que abortan son ellas. SI AL ABORTO, SI A LA VIDA EN PLAN CALIDAD

Javier dijo...

hola, he buscado un correo electronico en tu web, pero no lo he encontrado, para ponerme en contacto contigo, el mio es cazalinks@gmail.com tengo algo que proponerte