Pocos sabrán que el penúltimo presidente de la República en el exilio tuvo un papel clave en la defensa de los acusados por los Sucesos de Hermigua. El 27 de junio de 1934 dos destacados abogados llegaron al puerto de Santa Cruz. Uno era el extremeño Juan Simeón Vidarte, el segundo, nuestro protagonista, el madrileño Luis Jiménez de Asúa. Ambos militantes socialistas tuvieron un papel muy activo en la defensa de algunos de los procesos judiciales que amenazaban a activistas sociales, sindicales y políticos durante la II República . Igual que ahora, la judicatura y el ejército no simpatizaba con los valores más avanzados de su tiempo político, aprovechando para aplicar con mano dura normas que venían de tiempos pasados. En este caso, Vidarte y Asúa llegaban para defender a los trabajadores acusados por los llamados Sucesos de Hermigua, que no sabrían que años después Luis Jiménez, se convertiría en presidente de las Cortes y más tarde, desde enero de 1962 hasta 1970, presidente de l...