El pasado sábado fui un eslabón más de una hermosa cadena y eso que las cadenas no suelen serlo. Esta lo era porque estaba conformada por cientos y cientos de personas buenas que se dieron cita esa mañana para evitar un nuevo episodio de política de baja calidad de los que nos tienen acostumbrados los trillizos que se reparten el poder en Canarias. La jornada convocada desde el creciente movimiento ecologista que cada vez toma más fuerza en Tenerife logró de forma original mostrar el rechazo ciudadano a que se descataloguen, si prospera la propuesta promovida por Coalición Canaria, a 226 de las 450 especies de flora y fauna de nuestro Archipiélago fuera del Catálogo, que quedarían disponibles para ser eliminadas bajo cualquier megainfraestructura presente o futura. La jornada fue un éxito arrollador, un éxito cívico y organizativo, una demostración visual de la existencia de una masa de población que no está dispuesta a comulgar con el poder que nos lleva a un modelo de especulación...