martes, 16 de diciembre de 2008

Por un par de zapatos


Un par de zapatos parecen poca cosa en estos días, sin embargo, en Irak, donde unos simples zapatos se convierten en mudos testigos de calles y aceras bañadas de sangre y dolor, se pueden transformar en toda una imagen poderosa.
Los zapatos iraquíes comparten más bien poco con sus compañeros italianos, más acostumbrados a suelos de mármol o el parquet calentito, tampoco tienen nada que ver con los náuticos que caminan sobre cubiertas de yates o veleros, poco o nada comparten con los zapatos de tacón de pasarela o de alfombra roja…en humildad recuerdan a la sandalia de plástico de nuestros pescadores, a las lonas de las gentes del campo o a la recia bota de trabajo.
Poca atención les prestamos a los zapatos iraquíes, de vez en cuando los vemos en las noticias, silenciosos y abandonados, al lado de un charco de sangre o chamuscados por el fuego.
Por desgracia ya son 655.000 los pares de zapatos que no podrán acompañar a sus dueños/as en Irak por culpa de una guerra realizada con mentiras y pagada con petróleo.
Hace apenas unas horas, dos zapatos iraquíes han ocupado los noticieros de medio mundo, convirtiéndose en un símbolo para millones de humildes del planeta, esos zapatos van a ayudar a que mucha gente recuerde los ocho años del gobierno Bush como uno de los momentos políticos más oscuros e infectos de la historia de ese Imperio.
Esos dos zapatos iraquíes, zapatos de periodista, de joven, de civil… representan el punto y final para un mal gobernante, pero pueden ser el punto de inicio para que muchos zapatos más se muevan por el planeta, ayer en las calles de Bagdad y Basora miles de personas los lucían en sus manos como un nuevo símbolo, humilde, pero símbolo al fin y al cabo.

3 comentarios:

Francisco Malgosa dijo...

He leido este comentario que has realizado y considero que tienes toda la razon del mundo. Considero que el problema actual es, que para mover la sensibilidad de las personas todavia tengamos que recurrir a extravagancias y a penas de carcel.Es triste que los medios de comunicacion solamente solamente se mueven con estos hechos y no con la realidad de la calle
fmalgosa.blogspot.com

Ascanio dijo...

Cierto compañero, por desgracia un periodista tiene que recurrir a algo tan llamativo como lanzar sus zapatos al presidente de la primera potencia planetaria y acabar con sus huesos rotos en la carcel para que se vuelva a prestar atención a lo que ocurre en Irak. Vivimos una época bastante extraña ¿no te parece?.

Francisco Malgosa dijo...

En el mundo y sobre todo en la zona de Africa los problemas humanitarios son de una cuantia que sobrepasan la la dignidad del hombre y sigilosamente los ocultamos hasta que algun periodista hace un comentario y casi por error alguna agencia de noticias le da publicidad, deberiamos todos hacer fuerza para que los gobiernos y las agencias de noticias airearan estos acontecimientos.