
Un par de zapatos parecen poca cosa en estos días, sin embargo, en Irak, donde unos simples zapatos se convierten en mudos testigos de calles y aceras bañadas de sangre y dolor, se pueden transformar en toda una imagen poderosa.
Los zapatos iraquíes comparten más bien poco con sus compañeros italianos, más acostumbrados a suelos de mármol o el parquet calentito, tampoco tienen nada que ver con los náuticos que caminan sobre cubiertas de yates o veleros, poco o nada comparten con los zapatos de tacón de pasarela o de alfombra roja…en humildad recuerdan a la sandalia de plástico de nuestros pescadores, a las lonas de las gentes del campo o a la recia bota de trabajo.
Poca atención les prestamos a los zapatos iraquíes, de vez en cuando los vemos en las noticias, silenciosos y abandonados, al lado de un charco de sangre o chamuscados por el fuego.
Por desgracia ya son 655.000 los pares de zapatos que no podrán acompañar a sus dueños/as en Irak por culpa de una guerra realizada con mentiras y pagada con petróleo.
Hace apenas unas horas, dos zapatos iraquíes han ocupado los noticieros de medio mundo, convirtiéndose en un símbolo para millones de humildes del planeta, esos zapatos van a ayudar a que mucha gente recuerde los ocho años del gobierno Bush como uno de los momentos políticos más oscuros e infectos de la historia de ese Imperio.
Esos dos zapatos iraquíes, zapatos de periodista, de joven, de civil… representan el punto y final para un mal gobernante, pero pueden ser el punto de inicio para que muchos zapatos más se muevan por el planeta, ayer en las calles de Bagdad y Basora miles de personas los lucían en sus manos como un nuevo símbolo, humilde, pero símbolo al fin y al cabo.
3 comentarios:
He leido este comentario que has realizado y considero que tienes toda la razon del mundo. Considero que el problema actual es, que para mover la sensibilidad de las personas todavia tengamos que recurrir a extravagancias y a penas de carcel.Es triste que los medios de comunicacion solamente solamente se mueven con estos hechos y no con la realidad de la calle
fmalgosa.blogspot.com
Cierto compañero, por desgracia un periodista tiene que recurrir a algo tan llamativo como lanzar sus zapatos al presidente de la primera potencia planetaria y acabar con sus huesos rotos en la carcel para que se vuelva a prestar atención a lo que ocurre en Irak. Vivimos una época bastante extraña ¿no te parece?.
En el mundo y sobre todo en la zona de Africa los problemas humanitarios son de una cuantia que sobrepasan la la dignidad del hombre y sigilosamente los ocultamos hasta que algun periodista hace un comentario y casi por error alguna agencia de noticias le da publicidad, deberiamos todos hacer fuerza para que los gobiernos y las agencias de noticias airearan estos acontecimientos.
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