Adrián
Savoie nació en una sociedad donde buena parte de la
intelectualidad, de la burguesía urbana y amplios sectores de la
clase obrera se sentían cada vez más abandonados e ignorados por un
modelo de monarquía sustentado en los viejos poderes caciquiles. Un
régimen que sistemáticamente trataban de bloquear cualquier tipo de
cambio o avance social.
Nacido
a finales del siglo XIX, en 1889, en una capital comercial del
atlántico, como era Santa Cruz de Tenerife. Era hijo de Manuel
Marcelino Savoie Labra, que llegó a ser Fundador de la Cámara de
Comercio tinerfeña, además de síndico en el ayuntamiento
capitalino durante la I República, y Tomasa Benítez García (1).
Una familia burguesa, ligada al comercio internacional, de raíces
europeas, que se pudo permitir dar una formación amplia a sus hijos.
En
ese contexto acomodado se desarrollaron los primeros años de Adrián,
en una sociedad donde los ideales republicanos y modernistas
avanzaban, muy presentes en su propia familia, frente a los modos
propios del Antiguo Régimen, que trataban de pervivir a toda costa.
Con
apenas trece años aparece en la prensa, como un alumno destacado de
la escuela de segunda enseñanza ubicada en Ireneo González, donde
obtiene matrícula de honor en compañía de otros alumnos con
ilustres apellidos de la burguesía tinerfeña como Romeu, Ravina,
Maffiotte, Hardisson o Guimerá (2).
Al
terminar sus estudios comienza a mostrar un claro interés por la
política y el modelo de sociedad en el que vive. Tiene diecisiete
años cuando su nombre aparece, en compañía de su hermano mayor,
Manuel, en la visita a la cárcel de numerosos representantes del
Partido Republicano Federal, como los jefes de los comités, Patricio
Estévanez y José Suárez Guerra, en repulsa por la detención de
Santiago García Cruz, periodista de mismos ideales que era director
del periódico El Progreso (3). Este medio había publicado en la
portada de su edición del 26 de junio de 1906 un artículo de
Francisco Pi y Margal, titulado “El hombre y el soldado”. En ese
escrito se hacía una clara crítica al uso de la violencia contra el
pueblo: “Estás
en la verdad, joven soldado; nadie padece más que tú violencia. El
rey extiende sobre ti su cetro, el coronel su bastón, el capitán su
espada; hasta el cabo tiene sobre ti su vara. (…) Mas tú dispones
de armas, tú y cuantos gimen bajo el mismo yugo. ¿Cómo las blandes
contra un pueblo inerme?”. El director de El Progreso fue sometido
a un juicio militar y mantenido en prisión hasta julio de ese mismo
año (4), lo que, como vemos, genera una gran indignación de los
sectores del republicanismo insular.
Al
año siguiente, en 1907, es señalado como tesorero de la nueva
asociación, denominada Juventud Republicana tinerfeña. Esta entidad
estará presidida por el joven periodista Leoncio Rodríguez, con la
vicepresidencia de Ramiro Maldonado, secretario general, Francisco
Martínez Viera y vicesecretario contador, Rubens Marichal (5), que
posteriormente llegaría a ser diputado en la II República. Abrieron
un emblemático local en la Calle Ruiz de Padrón de Santa Cruz de
Tenerife, junto a la Plaza del Príncipe, donde desarrollaron una
intensa actividad social y cultural.
Los
hermanos Savoie ligan su republicanismo a valores como el laicismo y
el librepensamiento, en este sentido son firmantes en favor del
Congreso de Librepensamiento, que se iba a celebrar en Praga en el
año 1907 (6). Como ha señalado Juan Avilés, “en
las décadas finales del siglo XIX los ideales del liberalismo
progresista eran también los de la masonería” (7), que también
tiene una destacada presencia en el republicanismo isleño.
En
esos años, a caballo entre finales del siglo XIX y los primeros del
XX, la fuerte tensión insularista por la capitalidad del
Archipiélago, entre Gran Canaria y Tenerife, llega a casi todos los
sectores sociales. El Partido Republicano tinerfeño no es ajeno a
esa situación, siendo especialmente beligerante con el papel de
Fernando de León y Castillo, muy ligado a la monarquía borbónica y
una de las más destacadas figuras políticas del momento en
Canarias. Adrián Savoie firmará uno de los telegramas, junto con
otros muchos responsables de su organización política y de los
sectores de la sociedad tinerfeña, en contra de los manejos del
líder conservador en favor de reforzar el papel de Las Palmas de
Gran Canaria frente a Tenerife (8). Poco después manifestarán
públicamente su visión sobre el pleito insular, diciendo: “no
nos cansaremos de repetirlo, está claramente manifestado el odio con
que León y Castillo, el cacique teldeño, ha distinguido siempre a
esta tierra tinerfeña” (9).
En
1910, ante la cercanía de un nuevo período electoral, en los
salones de Juventud Republicana se celebra una asamblea para abordar
la reconfiguración del partido en Tenerife y La Gomera, ejerciendo
Agustín Estrada y Emilio Calzadilla como presidentes de mesa. Adrián
Savoie fue nombrado en esa sesión como responsable de una de las
comisiones de distrito (10). A finales de ese año también se le
elige como secretario de la Junta municipal del partido político en
la capital tinerfeña, nombrándose como presidentes a José G.
Martín Briganty y Alfonso Delgado Lorenzo (11).
El
Partido Republicano manifiesta en ese año su total apoyo con
Alejandro Lerroux, donde numerosos firmantes apoyan al político
español manifestando que si “Lerroux está a plena dignidad. A
plena dignidad están con él los radicales de Tenerife” (12). Es
bastante evidente la forma en la que el republicanismo progresista
enlaza con esa percepción insular, como isla que estaba siendo
atacada en los acuerdos y las gestiones de los principales
gobernantes, ligados a la monarquía.
La
Juventud Republicana logra atraer a perfiles que años después
tendrán un papel destacado, aunque ligados a otros partidos. Es el
caso de Fernando Arozena Quintero, elegido presidente en 1911,
mientras Adrián recibe el cargo de vocal (13). Fernando, años
después, transitará al socialismo en los años posteriores y
llegará a presidente del Cabildo en la etapa final de la II
República, siendo duramente represaliado.
Adrián
Savoie seguirá muy activo, siendo parte de la Juventud Republicana y
el Partido Republicano en distintas responsabilidades. En 1914
deciden crear la "Liga
anticlerical española-Delegación de Tenerife", en un acto
donde “se
congregaron numerosos elementos anticlericales” en la sede de
Juventud Republicana, donde “se expusieron propósitos a realizar
que, de llevarse a la práctica modificarán, innegablemente, las
costumbres religiosas introducidas en este pueblo de algún tiempo a
esta fecha”. Siendo elegida una comisión ejecutiva formada por
Joaquín Fernández Pajares, Francisco
González Trujillo, José Martínez del Pino, Francisco Martínez
Viera, Bernardo Más, Manuel Rojas y finalmente, Adrián Savoie (14).
Tal y como refleja la prensa “uno de los primeros proyectos que
abordará la "Liga anticlerical", será la construcción de
un edificio que destinará a "Institución de enseñanza laica",
cuya falta se echa tanto de ver en un pueblo tan liberal como el
nuestro” (15), aunque su recorrido parece no ir mucho más allá de
ese año, al menos en la prensa.
Como
tantos otros jóvenes de su generación, Adrián mostrará gran
interés por distintos aspectos sociales y culturales, incluyendo el
deporte. Las fuerzas políticas, en especial la de izquierdas, logran
una importante presencia en distintos ámbitos, uno es el mundo del
fútbol, donde personas ligadas a las fuerzas republicanas,
socialistas y anarquistas, serán frecuentes. Savoie es uno de los
vocales elegidos en la directiva del Tenerife Sporting Club,
presidido en esa época por Juan A. Núñez (16). El fútbol tendrá
un creciente papel en la sociedad tinerfeña. Los clubes se crean y
se transforman con rapidez, siendo Adrián Savoie un habitual en
diversas labores directivas relativas a este deporte. En 1924 fue
elegido vocal de la
Sociedad Salamanca F. C., club presidido en esos años por Jacinto
Casariego (17), aunque al año siguiente será elegido presidente y
ocupará la mesa presidencial en el banquete de homenaje al jugador
Raúl Molowny (18). Junto al Iberia y al Fomento, clubes que también
tienen raíces vinculadas a las organizaciones republicanas y
sindicales, suspenden su presencia en el campeonato “hasta tanto no
estén hechas las reglamentaciones indicadas, la constitución legal
etc”, siendo uno de los tres firmantes de esa declaración pública
(19). También ocupará la dirección del Salamanca hasta 1929, año
en el que renuncia de forma fulminante a este papel (20). En 1934, en
plena República, fue nombrado presidente de la Federación Tinerfeña
de Fútbol, donde como le acompañan como vicepresidente, Alfonso
González Campos; secretario, José Arozarena; vocales, Juan Labory y
Ángel Molowny (21).
Durante
la I Guerra Mundial, igual que otros sectores de la burguesía
republicana progresista, mantendrá un claro apoyo a las fuerzas
aliadas, en especial a las francesas y a los belgas. Es uno de los
encargados de ofrecer un homenaje al General Joseph
Jacques Césaire Joffre, destacado militar francés y cara visible de
la
derrota alemana en la batalla del Marne, en 1914
(22). Igualmente su nombre aparecerá en una “velada musical que en
la hermosa quinta propiedad de Mr. Bellamy en el barrio de Salamanca”
destinada a dar apoyo a la Cruz Roja británica y belga, en los
últimos momentos de la Guerra (23).
Dos
de las visitas de Lerroux a Tenerife serán momentos notables para el
republicanismo isleño y en ambas estará muy presente Adrián
Savoie. La primera sucede en 1915, donde numerosos asistentes
acudieron a escucharlo en la terraza del Hotel Pino de Oro de Santa
Cruz.
La segunda visita será en 1922, en la que se celebró otro destacado
acto, esta vez en el
hotel Villa Benítez, con un banquete al que concurrieron 150
comensales, entre ellos numerosos de La Laguna (24). La foto de
familia, en la que los líderes del partido rodean a su jefe máximo,
muestran a nuestro protagonista en un lugar destacado, justo a su
diestra.
En
esos años las tensiones políticas van tomando cierta fuerza. En
1924, a raíz de un agitado pleno en la capital tinerfeña, donde
acude como público, es detenido junto a Fortunato Benítez y
Marcelino Albertos por escándalo público (25).
Su
intensa actividad política y social se completa con la pertenencia a
la Sociedad Cultural Echeide, donde ejerció de vocal (26).
En
julio de 1929 es elegido vicepresidente de Juventud Republicana (27).
Es un momento clave, la Dictadura de Primo de Rivera y los escándalos
del rey Alfonso XIII han generado una creciente respuesta política y
social. Los grupos republicanos y los sectores obreros se fortalecen,
de modo que a finales de 1930 los capitanes Galán
y García Hernández proclamaron la República en Jaca, aunque este
proceso es rápidamente desmontado por las fuerzas militares
monárquicas. Entre los detenidos están muchos de los líderes
republicanos, entre ellos Niceto Alcalá Zamora. Con motivo del
aniversario de la primera República, los repreblicanos tinerfeños
escriben un telegrama dirigido al líder preso en la cárcel Modelo de
Madrid. En el dicen: “En aniversario glorioso, republicanos
Tenerife envíanle fervoroso saludo, esperando libertad José
Naveiras, Antonio Lara, Ramón Gil Roldán, Andrés Orozco, Rubens
Marichal, Santiago García Cruz, Fernando Arozena, Antonio Delgado
Lorenzo, Arturo López de Vergara, Manuel Savoie, Adrián Savoie…”
(28).
Con
la llegada de la II República crecen las ansias colectivas de avance
político. El viejo republicanismo tinerfeño se divide y aparece el
Partido Republicano Radical Socialista, con posiciones más
izquierdistas, donde es elegido contador de la nueva organización
(29). Al año siguiente fue nombrado tesorero de la misma formación
(30), que no tendrá el desarrollo que se esperaba, ante la destacada
labor de socialistas, la importante presencia anarquista y el aguante
de los viejos sectores del republicanismo. En 1933 la Asamblea del
nuevo Partido lo designa para desarrollar la ponencia encargada de
detallar los problemas de la Isla y la Provincia. En ese equipo
estará acompañado de destacadas figuras del republicanismo, como
Luis Rodríguez Figueroa, Adolfo Hernández o Isidro Navarro (31),
dos de ellos asesinados tras el golpe franquista.
En
los últimos meses de la II República el Partido Republicano Radical
Socialista se alía con Izquierda Republicana y forma parte de la
candidatura que conforma el Frente Popular, que se hará con la
victoria en las urnas en febrero de 1936. En abril, José Carlos
Schwartz y él son elegidos por aclamación como compromisarios para
las elecciones en la asamblea de Izquierda Republicana (32). La
prensa explica que en las elecciones celebradas el 26 de abril
“fueron elegidos los siguientes señores: don José Carlos
Schwartz, don Pedro García Cabrera, don Domingo Rodríguez Sanfiel y
don José Miguel Pérez y Pérez, por las mayorías; y don Lucio
Illada y don Adrián Savoie, por las minorías” (33), saliendo en
mayo rumbo a la capital española en el vapor “Villa de Madrid”
(34), regresando poco después junto al socialista Pedro García
Cabrera (35), tras participar de la elección presidencial.
En
el mes de junio es nombrado concejal de Santa Cruz de Tenerife por el
Gobernador Civil, Manuel Vázquez Moro. No sabe que a la democracia
le queda menos de un mes. Le acompañan entre las nuevas
designaciones, Marcos
Jiménez, Juan Toledo, el poeta Domingo López Torres y José Núñez
(36), siendo elegido para formar parte de la Comisión de Gobernación
(37).
Según los expedientes de responsabilidades políticas, desarrollados
durante la Dictadura, dirá que “durante su corta permanencia a
dicha corporación fue de oposición a la iniciativa de los elementos
extremistas que la integraban” y asegura, al menos eso explica a
sus captores, que “interesó del Gobernador Civil fuera relevado en
su cargo de concejal por la repulsión que le causaba la actuación
de los dirigentes del Frente Popular”, además afirma que se limitó
“a cumplir sus obligaciones puramente administrativas y sin
actuación política alguna” (38). La tardía designación le
permite no verse implicado en la moción contra el papel del General
Franco o en el traslado de las banderas de Nelson de la Iglesia de La
Concepción al museo municipal, acciones que dejarán un reguero de
desaparecidos poco después.
Como le sucedió a
tantos otros compañeros, el 18 de julio de 1936, con el golpe
militar y reaccionario, Adrián Savoie sufrirá la consecuente
persecución política, igual que el resto de sus compañeros
republicanos. En septiembre de 1939, el listado del proceso de
responsabilidades políticas seguidos contra el último gobierno
republicano es desolador. El alcalde y compañero de partido, José
Carlos Schwartz, ha sido asesinado, igual que José María Martín
Díaz, también de Izquierda Republicana. Los socialistas Oscar
Pestana Ramos, Domingo López Torres y Santiago Albertos Hernández
sufrirán la misma suerte de los anteriores. Pedro García Cabrera
estaba preso, la comunista Isabel González huida y escondida por
sus amistades, Nicolás Mingorance logró huir a Chile, mientras que
el comunista Francisco Rodríguez Guanche, que fue intercambiado a la
“zona roja” en 1938, permanecía desaparecido, dato que a día de
hoy no ha variado.
El miedo a las
represalias personales o a graves sanciones económicas, hará que al
igual que otros antiguos miembros de las fuerzas y sindicatos
republicanos, trate de adaptarse al nuevo tiempo político y
congraciarse con el régimen, donando ropa para los combatientes o
participando del aguinaldo de los soldados nacionales, en diciembre
de 1936 (39). No servirá de mucho. Al franquismo no le interesan
esas tímidas muestras de presunta simpatía, para ellos es culpable
de defender la democracia. En 1939 se desarrolla un extenso
expediente de Responsabilidades Políticas en el que Adrián Savoie
es señalado como comerciante, soltero, que vivía en la calle
General Ramos Serrano Nº10. En su declaración en el juzgado afirma
ser padre de un hijo reconocido, de diecisiete años de edad, nacido
fuera del matrimonio. El informe solicitado a los responsables
locales de Falange dice que “desde muy joven era un ferviente
político republicano” y sus amistades “en su mayoría son de sus
mismos ideales”, manifestando además que era “aficionado a
juergas y diversiones”, aunque no lo consideran “peligroso para
la paz”, pero sí, “indiferente por la Causa Nacional” (40).
El proceso busca economía
con la que, por un lado, penalizar a cualquier oposición que se
quiera articular contra el franquismo, por otro, saquear los recursos
económicos y el escaso patrimonio de los perdedores de la Guerra,
para tratar de recuperar una economía totalmente destrozada por el
conflicto bélico. Adrián debe declarar que solo tiene una cuenta en
la Caja de Ahorros y Monte de Piedad con 180,08 pesetas (41) y afirma
no tener deudas ni propiedades. En el Boletín Oficial del Estado de
27 de febrero de 1940, Mauro
Sánchez Hernández, Licenciado en Derecho y Secretario del Tribunal
Regional de Responsabilidades Políticas de Las Palmas, confirma una
sanción contra Adrián de 2.000 pesetas (42), una cantidad
considerable, aunque menor que la que recayó sobre su hermano Manuel
(43).
La
situación que viven debió impactar notablemente sobre Adrián y su
familia. Su vida política y social se detuvo de golpe. Se han
incautado del poco dinero que había logrado ahorrar trabajando en la
casa Elder, estaba señalado y condenado a pagar una fuerte sanción.
Tal vez la suma de todo hace que, apenas un año después de la
sentencia, decida acabar con su vida, tal y como recuerda la memoria
familiar, el 15 de enero de 1941 (44), tenía 51 años. Fue una
víctima silenciosa más del nuevo régimen.
Fotos: Grupo Fotos Antiguas de Tenerife
Fuentes
utilizadas
Manuel
José Guillermo Savoie Benítez:
https://ancestors.familysearch.org/en/LZN1-HVX/manuel-jose-guillermo-savoie-benitez-1887-1949
Diario
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Millares,
Yuri. El hombre y el soldado”, de Pi y Margall:
https://pellagofio.es/hemeroteca/periodicos-canarios/el-hombre-y-el-soldado-y-pi-y-margall-procesado/
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de Tenerife. 26 de mayo de 1936 p2
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Prensa. 3 de julio de 1936 p3
AHPSCT
Expediente de Responsabilidades Políticas de Manuel Guadalupe Pérez
y otros. ES.05.AHPLP/TRRPC.AHPLP-0295//003015108
Gaceta
de Tenerife. 26 de diciembre de 1936 p4
AHPSCT
Expediente de Responsabilidades Políticas de Manuel Guadalupe Pérez
y otros. ES.05.AHPLP/TRRPC.AHPLP-0295//003015108
Idem
BOLETÍN
OFICIAL DEL ESTADO 27 febrero 1940
p1023
Medina
Sanabria, Pedro. 995.657
Pesetas en 1868 Multas del Tribunal de Responsabilidades Políticas:
https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2010/10/19/995-657-pesetas-en-1868-multas-del-tribunal-de-responsabilidades-politicas/
Rivas,
Ramiro. Tenerife, del Frente Popular al 18 de julio
p261