Antonio Padrón Jorge (señalado con el número dos) recordaba con añoranza las fiestas del Cristo de hace 85 años. Era uno de esos 321 jóvenes canarios que ese mes de septiembre de 1939 formaba parte del Batallón de Trabajadores 180, presos gubernativos que no había hecho o no habían terminado la mili. Ya habían pasado tres años en las cárceles franquistas por ser militantes, activistas o simplemente defender la legalidad del gobierno nacido de las urnas en febrero de 1936. Habían perdido amigos por el camino y sufrido por el mal trago de sus familiares. Ahora estaban pagando sus culpas, en el protectorado español en Marruecos, realizando trabajos forzados sin sentido, pero no les quebraron ni el ánimo ni el espíritu, al menos a algunos de ellos. Sede de las Juventudes Comunistas laguneras en la década de los ochenta Antonio era miembro de las Juventudes Comunistas, organización que crearon en La Laguna en 1934. Según recuerda otro de sus miembros, Elio Rodríguez, todo surge "en e...