miércoles, 14 de agosto de 2024

Una pequeña labor de "arqueología" sobre la familia Cabrera García en Vallehermoso

Mi abuela Sara Cabrera García nos dejó en 2011, con 85 años cumplidos, nietos y bisnietos. Su vida fue la de una mujer adelantada a su época, que siempre mantuvo la curiosidad por el mundo que le rodeaba.

En 2010 le hicimos un merecido homenaje a su trayectoria vital y profesional, un sentido momento de familia, hecho gracias a la colaboración del Museo Arqueológico del Puerto de la Cruz, donde tuvimos la oportunidad de rescatar recuerdos y momentos de su vida que hoy me apetece compartir, con algunas de las imágenes usadas en ese día.

En su libro “Mar de recuerdos”, decía: “Nací en la playa de Vallehermoso, en La Gomera, el 12 de mayo de 1926, siendo segunda de seis hermanos. Mi casa estaba tan cerca del mar que a pesar de haberla protegido con un rompeolas de hormigón, sería machacada continuamente por el gran oleaje” (1).

En las últimas navidades nos fue regalando textos y fotos comentadas en las que plasmaba lo que había aprendido en la Escuela Literaria, de la mano de la gran Antonia Molinero. Esa memoria de vida la guardamos como oro en paño.
En sus textos nos contaba de esa niña de cabellos rubios nacida en La Gomera, de sus hermanos y hermana, como en esta foto con su hermano Pipin. Su padre, Nicolás Cabrera, era exportador de plátanos, que desde el valle salían por toneladas a través del pescante, rumbo a Reino Unido a través de la todopoderosa Fyffes. 
Nicolás Cabrera a finales de los años veinte
De Nicolás hay rastro en la prensa, que en numerosas ocasiones lo mencionan como "exportador de frutos". Era un hombre sensible y con formación, como se muestra en la foto en la que posa con un libro en las manos o en los pocos libros de su biblioteca que nos han llegado al presente, libros infantiles y unos hijos, también las mujeres, a los que se animó a formarse. Sara recuerda que "mis padres se preocuparon siempre por mi formación. Las primeras letras las aprendí con un maestro que bajaba a darnos la clase al reducido número de niños que vivíamos allí" (2).
En 1917 forma parte de la creación del Casino de Vallehermoso, en la plaza de Rodríguez Lázaro, donde ocupará el puesto de secretario. El centro además pretendía poner en marcha "una buena biblioteca" (3).
El sábado 29 de octubre de 1921 la Junta de gobierno de la Audiencia provincial, procedió a la renovación de los jueces municipales, en los distintos pueblos de esta isla y la Gomera y el Hierro, nombrando a Nicolás Cabrera juez municipal de Vallehermoso (4).
En 1922, José Bethencourt Padilla, poeta y masón, relató en la Voz de Junonia, medio gomero anticaciquil, una excusión a su pueblo en el que el padre de mi abuela se encargó de recibir al periodista, que dejó plasmadas sus sensaciones de esta forma: "Una íntima merienda, que bien pudiéramos llamarla, una bella filigrana, toda llena de ritmos románticos, nos esperaba en casa de Nicolás Cabrera García, amigo intachable y puro como la sonrisa de su alma de artista. ¿Para qué nombrar la rica variación de dulces y licores, el café, los tabacos, etc?" (5). 
En 1924 fue nombrado recaudador del Cabildo recién constituido, junto con otros representantes de los municipios para que "queden garantizados los sagrados derechos de la Corporación" (6). En 1928 se le elije para ocupar el cargo de concejal suplente en el Ayuntamiento de su pueblo natal (7).
De su biblioteca infantil conservo varios libros regalados por mi abuela cuando ya me veía como un apasionado por la historia y el pasado familiar. El sello del empaquetado y el del año muestra la fecha en la que se compró ese libro, el ilusionante año de 1931, al inicio de la II República.

En la década de los años veinte Nicolás se casa con Alicia García Barroso, originaria del mismo pueblo y profesión, con la que tendrán una notable descendencia.
Alicia García Barroso ejerciendo ya de abuela en la década de los sesenta
Alicia era hija de Ramón García Ascanio, un republicano represaliado a principios del siglo anterior por el cacique local, que vio como era detenido de forma injusta apenas siendo una niña (8).
La Guerra Civil trajo dificultades a la familia, dedicada a una actividad que era difícil de mantener en un pueblo muy castigado por la represión y donde muchos jóvenes fueron presos o movilizados para una lucha que no entendían. En esa época tuvieron que recurrir en la playa de Vallehermoso a contratar a un profesor. Se trataba de un catedrático de historia represaliado por los franquistas, que en 1938 acabó parando en ese lugar olvidado, ya que no podía ejercer en las Escuelas Nacionales. Se trataba de Valentín Zamora y su clase era de unos doce alumnos "mezclados chicos y chicas, cosa prohibida en los colegios de esa época" (9).
Mi abuela Sara fue adelantada a su época y logró. Alojándose en la casa de su tía en Santa Cruz, en la calle Santa Rosa de Lima, se formó en la Escuela de Comercio tinerfeña, saliendo por primera vez de su islita "después de estar tres días en un barco desde La Gomera a Tenerife". Eran el San Juan Nepomuceno y el Sancho II, barcos de fruta que le permitían ir gratis hasta la capital.  Como ella misma dice, su padre "pensó en la conveniencia de que estudiara una carrera aunque fuera corta", a pesar de la precaria situación familiar. Tenían cartilla de familia numerosa, lo que permitía tener matricula gratuita (10). Allí, además de estudiar, también encontró a su amor en otro hijo de La Gomera, Benjamín Ascanio.
Mi abuela junto a sus hermanas Alita (derecha) y Ana Luisa (en el suelo), a su izquierda, de luto, su madre Alicia
La Gomera siguió siendo su lugar de vacaciones y de numerosas visitas, donde la playa de Vallehermoso no podía faltar, aunque poco a poco se acabara comiendo la casa familiar. 

En la playa con su marido, Benjamín Ascanio y sus hijos mayores, Sara Alicia y Juan Pedro




Fuentes utilizadas 

1. Cabrera García, Sara. Mar de recuerdos. La Laguna. 2010 p.11
2. Idem p11
3. La Prensa. 14 de mayo 1917 p1
4. El Progreso. 31 de octubre 1921 p1
5. La Voz de Junonia. 1 de septiembre 1922. p2
6. La Voz de Junonia. 12 de febrero de 1924 p1
7. La Prensa. 17 de junio 1928. p1
8. Ascanio Gómez, Rubens. Ramón García Ascanio y el caciquismo gomero: https://latadelgofio.blogspot.com/2022/06/ramon-garcia-ascanio-y-el-caciquismo.html
9. Cabrera García, Sara. Op cit p35
10. Idem p73




 








sábado, 10 de agosto de 2024

La generación gomera del Altavoz

Un caciquismo de siglos asfixiaba a La Gomera, pero en agosto de 1930 un grupo de jóvenes quiso alzar la voz contra el abandono histórico de la Isla. Eran Pedro García Cabrera, Guillermo Ascanio Moreno, Juan Pedro Ascanio, Gabriel Mejías y Ulises Herrera. Los tres primeros vinculados a Vallehermoso, Gabriel a Agulo y el último a Hermigua. También de este pueblo eran los hermanos Pablo y Fernando Ascanio, igualmente ligados a este medio.

Fueron los creadores de un periódico histórico, Altavoz, medio de difusión de la denominada Agrupación Juvenil Gomera, ligado inicialmente al Partido Republicano Radical Socialista, aunque con una clara voluntad de unificar a las distintas sensibilidades de la izquierda insular, aunque sus miembros irían posteriormente entre el socialismo y el comunismo.

Los mayores de este grupo estaban a punto de cumplir veinticinco años, el más joven solo tenía dieciséis. Eran parte de una juventud con formación e ideales, con valores republicanos, dispuesta a dar pasos para cambiar la realidad.

El diez de agosto de 1930 salió a la luz el primer número de Altavoz. Guillermo Ascanio y Ulises Herrera acababan de regresar de Barcelona, donde habían presenciado el auge de las fuerzas sindicales y de la izquierda, algo que posiblemente influyó en este primer impulso del nuevo medio.

El joven Ulises es el encargado de definir en su primer número el sentido de este medio, que para ellos era “el producto de una orientación sana, concreta y definida de un ideal político que pugna por estos principios: Que la Democracia y la Libertad, sean en todo momento, la luz viva que anime el espíritu de todo hombre que quiera elevarse, por sentimiento del derecho, a la categoría de ciudadano”. Además son claros en afirmar que darán apoyo a “ese frente único izquierdista y liberal en cuya eficacia ciframos toda la ilusión de nuestra fe revolucionaria y conceptual. Frente que, si en magnitud nominal no tiene adeptos, en moral y selección, abruma por la probidad de sus intenciones y por lo perfecto de la obra a realizar”.

El decenario nace “con la pretensión de contribuir al progreso de La Gomera y erradicar de ella los males de su aislamiento secular”, una tarea más que difícil y que además tendría una dura respuesta de parte de las autoridades políticas de la Isla y de la justicia.

Un ejemplo de estos procesos son los referidos a dos números de noviembre de 1930, conservados en el archivo de la Audiencia Provincial. Uno es el seguido contra Guillermo Ascanio, por rebelión y provocación, por uno de sus artículos en el medio gomero el día 10. Será el titulado "De Barcelona. Panorama político español", donde mientras realiza estudios en la capital catalana propugnará acciones de organización social y política que superen el marco político vigente en ese momento. El otro es de la edición del día 30, en el que Pablo Ascanio Dávila, que había sido alcalde de San Sebastián de La Gomera, se querella contra Pedro García Cabrera, al que señala como director del periódico, por un artículo donde se critica el robo de fondos públicos. Ambos procesos culminan sin consecuencias, al menos en un primer momento.

Altavoz se editaba en Tenerife, en la imprenta de Robustiano Toledo situada en la calle Bethencourt Alfonso, número 18 de la capital. Este maestro era también administrador de otro referente de la prensa obrerista del momento, Obreros de la Cultura.

El recorrido de Altavoz no será largo, la falta de recursos económicos acabó con su existencia en diciembre de 1930. En sus apenas cinco meses de vida ayudó a cohesionar el incipiente movimiento sindical y político que florecería con la II República en La Gomera. Las federaciones obreras, el movimiento cultural y la ampliación de las bases republicanas, socialistas y comunistas, convirtieron a la Isla en protagonista de momentos de resistencia social, como los Sucesos de Hermigua o el Fogueo de Vallehermoso. Los amplios sectores de trabajadores sin empleo o con trabajos precarios, los numerosos jornaleros de las plataneras, los trabajadores del mar, además de distintos sectores juveniles de la pequeña burguesía isleña irán sumándose en este proceso, en el que tantas veces Altavoz insistió. Como recordó años después Juan Pedro Ascanio fue “un creador de conciencia de los gomeros, catalizador de las propias rebeldías, organizador político y social”.

Sus promotores originales tendrán una importante labor durante la etapa de la II República y por ello también serán señalados duramente por las autoridades franquistas. Guillermo Ascanio y Gabriel Mejías lograrán sobrevivir a la Guerra Civil, siendo parte activa de la defensa del Madrid republicano. Ambos fueron fusilados en las tapias del Cementerio del Este en 1941. Ulises Herrera también estaba fuera de Canarias cuando el golpe del 18 de julio de 1936, su camino lo llevará junto a varios cientos de miles de personas más a un largo exilio. Pablo y Fernando Ascanio fueron asesinados tras ser detenidos en Fyffes. Pedro García Cabrera y Juan Pedro Ascanio fueron apresados en Tenerife. El primero era concejal socialista en la capital tinerfeña y el segundo hacía la mili mientras formaba parte del PCE. Ambos vivirán años de prisión y peripecias que le llevaron al primero a participar en la fuga de republicanos de Villa Cisneros y el segundo se fuga del Batallón de Trabajadores 180, en el Norte de África, permaneciendo posteriormente largos años en centros de internamiento franceses y en el exilio.

La semilla del Altavoz se mantiene todavía en la memoria y en el recuerdo de una Isla que aún, hoy en día, sigue con la esperanza de encontrar naranjas en la mar y vivir sus ideales con total libertad.

Fuentes consultadas

Archivo Histórico Provincial de Tenerife. Ficha 327. Número de la Audiencia 685 Número de Juzgado 224. 14 de noviembre 1930.

Archivo Histórico Provincial de Tenerife. Ficha 666. 159 Nº Juzgado: 52. 6 de abril 1931.

Ascanio Gómez, Rubens. Gabriel Mejías Fragoso otro hijo de la generación gomera del Altavoz: https://latadelgofio.blogspot.com/2020/04/gabriel-mejias-fragoso-otro-hijo-de-la.html

Ascanio Gómez, Rubens. Guillermo Ascanio, un gomero revolucionario: https://latadelgofio.blogspot.com/2012/07/guillermo-ascanio-moreno-un-gomero.html

Ascanio Gómez, Rubens. Un breve proceso contra Guillermo Ascanio por “inducción y provocación a la rebelión”: https://latadelgofio.blogspot.com/2023/08/un-breve-proceso-contra-guillermo.html

Ascanio Gómez, Rubens. Revisitando la figura de Juan Pedro Ascanio García, un comunista inquieto: https://latadelgofio.blogspot.com/2023/10/revisitando-la-figura-de-juan-pedro.html

VVAA. Islas Raíces. Islas Canarias. 2005. pp256-257

García Luis, R. y Torres Vera. M. (1986). Vallehermoso “El Fogueo”. La Laguna. Ed. Amilcar Cabral. Pp 39-40

El Altavoz de Canarias: https://elaltavozdecanarias.wordpress.com/