Fernando Álvarez Astorga regresó al campo de prisioneros de La Isleta lleno de moratones y “despavorido, con la mirada huidiza como un animal acorralado”, así lo recuerda Juan Rodríguez Doreste en sus memorias (1). Aunque parezca increíble tuvo suerte, de los 41 presos trasladados según los registros oficiales, solo once regresaron con vida a la prisión (2). Era finales de enero de 1937. Menos de un año antes había sido nombrado candidato por Las Palmas por Alianza Obrera, dentro del espacio del Frente Popular, para ser uno de los compromisarios isleños en las elecciones que elegirían al presidente de la II República. La suya fue la segunda candidatura más votada en su Isla, con 41.482 votos (3). Había nacido en Barco de Valdeorra (Orense) en 1900 (4), aunque buena parte de su vida la hizo en la capital grancanaria. Su padre, Alejandro Álvarez, fue Magistrado, lo que le había permitido estudiar y tener una juventud tranquila. Su vida se vio marcada por la participación social y sin...
A los presos de Fyffes les sorprendía ver entre los muros de la prisión a hombres como Lucas Martín Espino, un intelectual pacífico, bien relacionado y muy reconocido en su pueblo, Icod, donde fue alcalde buena parte de la etapa republicana. Daba igual, sufrió el castigo y la depuración por sus ideales, muriendo un 9 de noviembre de 1950 en una dictadura que lo quiso borrar del recuerdo, pero que no pudo. Esta figura recuerda a tantas otras de su generación, que parecía querer vivir diez vidas en una y lo hizo abierto a las influencias y sensibilidades más avanzadas de su época. Habiendo nacido en Icod en 1880, aunque su familia tenía posibilidades, no era nada fácil que hubiera podido estudiar y además con tanto éxito. Lucas Martín mostró desde niño gran interés por la ciencia y los estudios, eso le permitió que en 1899 se presentara por libre a los exámenes del Instituto de Canarias, emplazado en La Laguna. De allí siguió toda una serie de años de formación en las universidades de...