domingo, 12 de abril de 2020

Gabriel Mejías Fragoso otro hijo de la generación gomera del Altavoz



Solo dos gomeros formaban parte del enorme listado de nombres del memorial que se realizó en el cementerio del Este de Madrid en recuerdo de los más de tres mil fusilados por el franquismo en ese lugar, Gabriel Mejías, de Agulo, y su cuñado Guillermo Ascanio, de Vallehermoso.
La existencia de ambos quedó marcada por un proceso intenso de toma de conciencia política y social que se vivió en el Norte de La Gomera en la década de los años treinta. En este momento histórico cristalizó toda una generación de jóvenes de la pequeña burguesía insular que plasmaron sus pensamientos y sus inquietudes en la Agrupación Juvenil Gomera y su medio de expresión, El Altavoz. Este medio se edita en papel entre 1930 y 1931, manifestando con sátira y fuerza la visión de una Isla que sufría con dureza los efectos de la crisis del 29, la decadencia política del final de la dictadura de Primo de Rivera y una realidad económica centrada en las mermadas exportaciones plataneras (1).
Gabriel nace en la localidad de Agulo el 24 de octubre de 1905, en el seno de una familia de la pequeña burguesía local que le permite realizar estudios fuera de la Isla, culminando la licenciatura de Farmacia en la Facultad de Medicina de Madrid en los últimos años de la década de los veinte, tal como se plasma en una breve crónica de sociedad de La Gaceta de Tenerife de 1927 (2).

En esos años permanece también en Tenerife, Isla en la que coincide con otros jóvenes gomeros con firmes convicciones sociales y alto valor intelectual, como el poeta Pedro García Cabrera, Ulises Herrera o Guillermo Ascanio. Uno de sus colaboradores, Juan Pedro Ascanio, explicó a los autores del libro El Fogueo que “al calor de la efervescencia estudiantil que se produjo en el periodo final de la Dictadura de Primo de Rivera, entre los estudiantes gomeros surgió la idea de la formación de una “Agrupación Juvenil Gomera” con la pretensión de contribuir al progreso de su isla natal y erradicar de ella los males de su aislamiento secular” (3).

En 1928, con sus estudios terminados, se instala en Tenerife, en donde pone en marcha en el barrio lagunero de Taco una industria destinada al envasado de la popular bebida Orange Crush (4). Un año después abre una farmacia en el número 89 de la santacrucera Rambla Pulido, que será también un centro de parte de la actividad política de la izquierda en la isla en la primera mitad de la siguiente década (5).

Su sobrino Eladio Méndez Ascanio recuerda en el libro “Guillermo Ascanio Comandante del Batallón Canarias” como con siete años fue a Tenerife a recibir tratamiento médico contra la anemia. Visitó la farmacia, que era conocida como farmacia Eladio, indicando que Gabriel y su compañera residían en el piso superior y que en el kiosko La Paz participaba en amplias tertulias con su cuñado Guillermo (6)

En Tenerife la comunidad gomera de jóvenes, unidos por unas mismas convicciones y una visión similar de la realidad toma forma en El Altavoz, medio de corto recorrido, pero que no fue olvidado en los momentos de la represión. Su primer número, el 10 de agosto de 1930, dedica un intenso editorial en el que se plasman sus críticas al caciquismo y definen ideas estrechamente vinculadas al socialismo y a la defensa de un sindicalismo independiente (7).


En esos mismos años se casa con Amelia Ascanio Moreno, hermana de su compañero de lucha y militancia en El Altavoz, Guillermo Ascanio, y de la maestra Blanca Ascanio. Con su compañera tiene un hijo, que morirá a los pocos meses de nacer, justo un día antes de la proclamación de la Segunda República (8).
Gabriel Mejías no detiene su actividad en su desarrollo personal, educativo y profesional, animado por la efervescencia política del momento forma parte activa de la Unión General de Trabajadores y del PSOE en Santa Cruz de Tenerife. Los días 12, 13 y 14 de noviembre de 1931 participa como vocal de la agrupación socialista de la capital tinerfeña en el Congreso Regional de la UGT, celebrado en el Hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, al que asistieron más de 120 delegados (9).
En diciembre de ese año se celebra, nuevamente en la capital Gran Canaria, el Congreso Obrero Regional Canario. El el periódico En Marcha se indica que nuestro protagonista participa en nombre de la Federación Obrera de Vallehermoso (10). A raíz de ese congreso firmará junto a Juan Rodríguez Doreste, Juan Pedro Ascanio, Pedro Padrón, Gerardo Martín o Manuel Padrón un manifiesto que publican en el medio obrero, Espartaco. Señalan de este encuentro de más de cien delegados de todo el Archipiélago, de diversas tendencias, que “el acuerdo primordial del Congreso, constituido por más de cien delegados que representaban a más de cuarenta mil trabajadores, fue la constitución de un FRENTE ÚNICO sindical, prescindiendo para ello de las distintas ideologías políticas que sustentan los trabajadores” (11).
Desde finales de 1931 su compañero Pedro García Cabrera dirige un nuevo medio escrito, El Socialista. En febrero de 1932, durante el I Congreso Insular de Agrupaciones Socialistas (12), es designado Presidente de la Agrupación de Jurados Mixtos, visitando el 9 de marzo de ese mismo año la villa de Güímar en compañía del diputado socialista por Badajoz, Francisco Núñez, García Cabrera y el presidente del Comité de Agrupaciones Socialistas, Augusto Cuevas Pinto (13).
El 21 de marzo de 1932 se celebra un Consejo de Guerra contra Bernardino Afonso y Juan Pedro Ascanio, que también fue colaborador en El Altavoz y uno de los fundadores del PCE en Tenerife, siendo aprobada la sentencia en abril del mismo año, en la que se les condena a un año de “prisión correccional, con accesorias, como autores de un delito de Injurias al Instituto de la Guardia Civil” (14). Afortunadamente los reclusos no cumplen la condena completa y en septiembre de 1932 la prensa recoge el decreto del Ministerio de la Guerra por el que se concede la libertad provisional a propuesta de la Junta de disciplina de la Prisión provincial de Santa Cruz de Tenerife (15). Gabriel Mejías, tal como publica la prensa de la época, se ofrece a darle trabajo a los penados en caso de que se les conceda la libertad provisional (16).
A pesar de residir en la capital tinerfeña en este periodo, Mejías no abandona su vínculo con La Gomera. En septiembre de 1932, junto con otro de los fundadores de El Altavoz, Ulises Herrera, mantiene un encuentro con el Gobernador Civil para abordar la situación que vivía la Isla, en especial por parte de las federaciones obreras (17). La situación en La Gomera era de creciente conflictividad y social, con paros obreros vinculados a la ausencia de obras fundamentales para la isla, como las carreteras. La visita al Gobernador Civil se repite, con similares protagonistas, en agosto de 1933, donde en representación de las federaciones obreras afectas a la UGT se preocupan por las obras de la carretera que unía San Sebastián con Vallehermoso (18)


La tensión social seguirá creciendo, hasta detonar en los graves incidentes denominados popularmente como “sucesos de Hermigua”, el 22 de marzo de 1933, donde tras una huelga se producen enfrentamientos entre obreros y guardias civiles que acaban con dos miembros de las fuerzas armadas y un sindicalista muerto, siendo detenidas treinta y cinco personas a consecuencia de la represión desatada, uno de ellos será el mencionado Ulises Herrera (19).
Gabriel Mejías forma parte del Comité Propresos de Hermigua, dentro de la Asamblea Socialista de Santa Cruz, ocupando el cargo de tesorero y siendo su farmacia un punto de recaudación de los fondos para los represaliados y sus familiares. Comparte las labores con viejos amigos como Pedro García Cabrera y con destacadas figuras intelectuales como el poeta Domingo López Torres o los abogados implicados en la defensa de los acusados, José Arozena y Benigno Mascareño. En la prensa el comité realizará llamamientos para “invitar a todos los ciudadanos y simpatizantes con la causa liberal y democrática a que acudan con frecuencia a visitar a nuestros hermanos desvalidos, llevándoles palabras de aliento y consuelo, que es pan de los espíritus, y prueba más justificada de que no están solos” (20).
Mientras su actividad política y sindical se incrementa, Mejías también tiene tiempo para convertirse en masón, otro de los espacios que causan mayor fobia para el régimen que se conformará a partir de 1936. Lo hace integrándose en la logia Añaza 270, al menos entre 1932 y 1936 (21).
Entre 1934 y 1935 Gabriel Mejías realiza varios viajes con destino Madrid, vinculados a su papel político. En abril de 1934 lo hará con su compañera Amelia, en septiembre de 1935 lo hace también con su cuñado, Guillermo Ascanio, y su suegra, Elina Moreno, a bordo del vapor Villa de Madrid, quedándose desde ese momento en la capital española, ya que en la prensa se refleja el traspaso de su farmacia en los primeros meses de 1936 (22)(23).

En Madrid, Gabriel Mejías y su familia vivirán con intensidad la campaña del Frente Popular, los días del golpe del verano de 1936 y la posterior guerra. Sigue siendo un miembro activo del mundo político, formando parte como vocal, en representación del Frente Popular, de la nueva junta del Colegio de Farmacéuticos en agosto de 1936 (24). Su compañera y su cuñado Guillermo se integran activamente en las labores de defensa de la capital republicana frente a las tropas fascistas. Como podemos ver en el Diario Oficial del Ministerio de Defensa, nuestro protagonista también tendrá que desarrollar labores militares, siendo nombrado Mayor sanitario desde finales de 1936 (25).
Como es normal la familia vive con preocupación el desarrollo del conflicto bélico y las noticias sobre el incremento de la violencia bélica entorno a Madrid. A finales de agosto de 1936 los Junkers alemanes sueltan sus primeras bombas sobre la capital, el 8 de septiembre la prensa tinerfeña publica un telegrama dirigido a sus familiares y amistades:  "Farmacia Trujillo. Bien, noticias. Gabriel Mejías" (26).  
Los investigadores de la memoria, Ricardo García Luis y Manuel Torres Vera, apuntan que en la detención de Gabriel fue clave el papel de un falangista de Hermigua, que comprobó, una vez acabada la Guerra, que "paseaba tranquilamente por las calles" (27).
Amelia Ascanio y Gabriel Mejías en El Escorial 1935

La represión también cae sobre Gabriel Mejías, que es detenido junto con sus familiares en los primeros días tras la victoria franquista. Su nieto relató en un blog los siguientes recuerdos familiares de esos días: “Desafortunadamente mi abuelo materno Comandante Gabriel Megías (sic) Fragoso tuvo la oportunidad de salir hacia Francia pero decidió quedarse en Madrid a luchar”... “él buscó asilo en la embajada de Mejico (sic) pero fue tomado preso y fusilado. Mi pobre abuela Amelia Ascanio, siendo una persona humilde de Vallehermoso, La Gomera, la metieron presa y purgó 5 años de prisión por el simple hecho de ser su esposa” (28).
Tal como relata Pedro Medina Sanabria, en el rápido proceso por el que fue asesinado se realizó una consulta el 12 de abril de 1939 a Juan Barceló, Comandante del Puesto de la Guardia Civil de Vallehermoso, que comenta que “en el tiempo que residió en este pueblo observó buena conducta en su vida privada y mala conducta en su vida social. Era de ideas comunistas, siendo dirigente de las ideas marxistas en esta localidad; hacía activa propaganda entre estos vecinos de dichas ideas; al iniciarse el Glorioso Movimiento Nacional se encontraba residiendo en Madrid, ignorándose la actitud que tomó con respecto a él. Está considerado como elemento muy destacado y peligroso” (29).
Presos republicanos en la prisión de Porlier. Madrid
Carlos Fernández, en su trabajo sobre el PCE en los primeros años del franquismo, señala que Gabriel fue llevado a la prisión madrileña de Porlier en compañía de Guillermo Ascanio, donde comparte su existencia con otros líderes comunistas como Eugenio Mesón, secretario de las Juventudes Socialistas Unificadas. Tanto la familia de Gabriel como la de su cuñado colaborarán en el envío de dinero, libros y alimento a sus parientes presos, además de dar apoyo a la esposa de Eugenio, Juana Doñas. Jacinto Mejías, tío de Gabriel, y un auxiliar de farmacia que trabajó con él, al que salvó de una checa, llamado Luis García, harán de grupo de apoyo logístico en esta necesaria solidaridad (30).  
El 9 de junio de 1939 el Consejo de Guerra Permanente Nº12 de Madrid lo sentencia a pena de muerte, como autor de un "delito de adhesión a la rebelión" (31). Entre abril y diciembre de 1939 Gabriel permanece encarcelado, hasta que el día 4 de diciembre es trasladado junto a veintidós presos más a las tapias del cementerio del Este de Madrid, donde es fusilado, la misma suerte correrá en 1941 su cuñado Guillermo (32). Su compañera Amelia permanecerá presa con su hijo de tres años, con el que posteriormente emigrará a Venezuela en el año 1944, en donde se refugiará junto a su hermana Blanca (33).
El asesinato de Gabriel no detiene a los franquistas. En junio de 1941, el Boletín Oficial del Estado publica que "Guillermo González-Arnao y García Rendueles, Juez Instructor Provincial de Responsabilidades Políticas número tres de Madrid" incoa un expediente de responsabilidades políticas contra alguien que ya había ejecutado (34). A ese se añade un episodio final de la represión con el embargo de los bienes y de una sanción de 50.000 pesetas sobre los herederos de Gabriel, afectando a la propiedad de una farmacia ubicada en la madrileña calle de Alcalá Nº 104, valorada en 250.000 pesetas de la época, curiosamente esta publicación coincide con el momento en el que su mujer y su hijo abandonaron el país rumbo a un largo exilio (35). El 11 de marzo de 1944 a las once de la mañana se producirá la "venta en pública subasta, y por segunda vez", de su farmacia (36), una cruel despedida para una de tantas familias exiliadas.


En sus 34 años de vida Gabriel fue un claro ejemplo de una generación comprometida que vivió varias vidas en una sola. Del equipo del Altavoz todos sufrieron prisión y la más brutal represión, siendo Guillermo y Gabriel los dos únicos gomeros que compartieron suerte en las tapias de la muerte del cementerio de Madrid, memoria que ahora algunos quieren borrar.

Fotos: Agradecer las imágenes facilitadas por su nieta, Eva De Denghy, y el blog de Miguel Ángel Megías Ascanio 
Fuentes consultadas
  1. Reyes García, Ignacio. Estudio preliminar. La razón comunista. Santa Cruz de Tenerife. 2006. P. 20.
  2. La Gaceta de Tenerife : diario católico de información: Año XV Número 4139 - 1927 enero 4 P2
  3. García Luis, R. y Torres Vera.M. (1986). Vallehermoso “El Fogueo”. La Laguna. Ed. Amilcar Cabral, P.39.
  4. El Progreso : diario republicano: Año XXV Número 7348 - 1929 septiembre 17 p1
  5. VV.AA. Guillermo Ascanio Comandante del Batallón Canarias. Santa Cruz de Tenerife. 2007. P.p. 22-23.
  6. Reyes García, Ignacio. Estudio preliminar. La razón comunista. Santa Cruz de Tenerife. 2006. P.19-20.
  7. La prensa : diario republicano: Año XXI Número 4559 - 1931 Abril 14 P3
  8. Suárez Bosa, Miguel. El movimiento obrero en las Canarias Orientales. Cuadernos Canarios de Ciencias Sociales. Madrid. 1990. P.p: 107-108.
  9. En Marcha. 9 de enero 1932. p3
  10. Espartaco. 19 de diciembre 1931. p3
  11. Brito, Oswaldo. Historia del Movimiento Obrero Canario. Madrid. 1980. P.p. 256-257.
  12. La Prensa : diario republicano: Año XXII Número 6672 - 1932 Marzo 16 p2.
  13. La Gaceta de Tenerife. 7 de abril de 1932. p.10
  14. Ascanio Gómez, Rubens. Aproximación a la figura de Juan Pedro Ascanio. http://latadelgofio.blogspot.com/2017/11/aproximacion-la-figura-de-juan-pedro.html
  15. La Prensa : diario republicano: Año XXII Número 6756 - 1932 Junio 23 P6.
  16. La Gaceta de Tenerife : diario católico de información: Año 7179 Número - 1932 septiembre 18 p7.
  17. La prensa : diario republicano: Año XXIV Número 9034 - 1933 Agosto 22 P3.
  18. Cabrera Acosta, M.A. (1991). La II República en las Canarias Occidentales. La Laguna. CCPC. P.399.
  19. Idem. Pp 402-403.
  20. Paz Sánchez, Manuel de. Historia de la francmasonería en Canarias (1739-1936). Tomo 2. Santa Cruz de Tenerife. 2008. P.399.
  21. La Prensa : diario republicano: Año XXIV Número 9221 - 1934 Abril 01 p1.
  22. La Prensa : diario republicano: Año XXV Número 9631 - 1935 Septiembre 05 p3.
  23. La Libertad: La Libertad - Año XVIII Número 5101 - 1936 agosto 5 (05/08/1936) P7.
  24. Diario Oficial del Ministerio de Defensa. 3 de febrero 1938. p331
  25. Gaceta de Tenerife. 8 de septiembre 1936. p2
  26. Cabrera Acosta, Miguel Ángel. (2000) La Guerra Civil en Canarias.  Francisco Lemus Editor. p131
  27. 44 fotos de cómo los republicanos españoles fueron humillados por Francia en las arenas de sus campos de concentración: La Memoria al servicio de la Justicia. Día 116: http://todoslosrostros.blogspot.com/2015/04/44-fotos-de-como-los-republicanos.html
  28. Medina Sanabria, Pedro. Gabriel Mejías Fragoso, elemento muy destacado y peligroso: https://pedromedinasanabria.wordpress.com/2017/11/11/gabriel-mejias-fragoso-elemento-muy-destacado-y-peligroso/
  29. Fernández Rodríguez, Carlos. Lo otros camaradas: El PCE en los orígenes del franquismo 1939-1945. Zaragoza. 2020. pp153-154  
  30. BOE 14 de enero 1944. P.379
  31. https://www.madrid.es/UnidadWeb/Contenidos/Navegaciones/Memoria_Historica/Memoria_HIstorica/ListFusPosguerra(CronologYAlfabetico).pdf
  32. Ascanio Gómez, Rubens. Blanca Ascanio Moreno, la condena de una maestra comprometida. La Prensa de El Día. 10 de marzo de 2019 P.3.
  33. BOE 19 de junio 1941. P2529
  34. BOE 15 de febrero 1944. P.763