miércoles, 27 de mayo de 2009
Tenerife y los alcaldes del subsuelo.
Aunque lo parezca no pretendo hacer un alegato sobre la corrupción urbanística en las Islas al calor del escándalo de Arrecife. Me quiero referir a una tragedia también muy nuestra, como estos corruptos, pero que afectó a unos políticos honrados, que creían en unos hermosos ideales y que fueron asesinados por ellos.
En algún momento de octubre del año 1936 una serie de militantes de izquierda tinerfeños fueron sacados de una prisión por las tristemente famosas “brigadas del amanecer” y trasladados en un largo trayecto hasta las Cañadas del Teide, hasta una cueva ubicada en el lugar conocido como Bucio de Maja donde fueron asesinados.
En esa oquedad del Parque Nacional del Teide, en un entorno que sirvió durante años para campo de tiro del ejército y que ahora es parte de un “Bien Patrimonio de la Humanidad”, se cree que se encuentren los cuerpos de varios militantes de la CNT, del diputado Luis Rodríguez Figueroa, concejales del Ayuntamiento capitalino y los dos últimos alcaldes republicanos de Santa Cruz de Tenerife y Buenavista, José Carlos Schwartz Hernández y Antonio Camejo Francisco.
Sus cuerpos yacen desde hace más de setenta años en el subsuelo de esa oquedad volcánica, viendo pasar lustros y gobiernos sin que nadie los recuerde o casi nadie. Son los alcaldes del subsuelo que gobiernan los municipios del olvido y la rabia. Son los alcaldes que desde unas pocas organizaciones sociales y políticas se quiere devolver a sus familias, a sus pueblos.
En unas Islas donde la República transcurrió de forma pacífica los fascistas se dedicaron a dejar un reguero de muerte, destierro y persecución que se cebó con militantes de las organizaciones de izquierda y cargos públicos leales del gobierno legítimo. No les perdonaban sus ideas y las combatieron con sangre.
En el 2006, el año del setenta aniversario de esta matanza, el pleno del Ayuntamiento de La Orotava votó por mayoría investigar y rescatar a estas personas de su cárcel de tierra y se espera que en breve se empiece con el trabajo. “Misteriosamente” a ese pleno el concejal del PP villero se ausentó del pleno, toda una parábola de una sociedad donde algunos pocos siguen actuando y sintiéndose como vencedores.
Me resulta curiosa la idea de que estas personas descansen junto a uno de los lugares con más simbolismo para los canarios y canarias. En ese mismo lugar, unos pocos siglos antes los guanches escondían piezas cerámicas y molinos que eran ofrecidas para pedir el favor de los espíritus y la calma en el Echeyde, la boca del infierno. Tal vez la mejor forma de calmar nuestros espíritus dañados por tantas décadas de silencio sea con un ritual contrario, basado en la exhumación, en liberarlos de sus cadenas de piedra y tierra.
En enero del 2008 los compañeros y compañeras de Iniciativa por la Orotava subieron hasta Bucio de Maja para homenajear a estas personas con rosas rojas y memoria, mucha memoria que allí arriba es probablemente lo que más falta les hace.
Muchos somos los que deseamos que en breve se inicien las esperadas excavaciones y que todos regresen al lugar que unos fanáticos quisieron arrebatarles, sólo espero que ese día sus cuerpos sean llevados por calles donde el recuerdo de los que instigaron su muerte y sus símbolos no esté presente. Ojala que rumbo al cementerio el exalcalde de Izquierda Republicana del ayuntamiento capitalino no pase cerca de la Clínica San Juan de Dios, donde el alcalde usurpador en la jornada del 18 de julio de 1936, el coronel de la Guardia Civil Juan Vara Terán recibió una calle en el año 1973, poco antes de morir el dictador y que la escasa memoria histórica del actual alcalde ha “perdonado”.
Como siempre unos han quedado tan a la vista mientras que otros siguen escondidos a la fuerza.
Me gustaría que visiten además este texto elaborado por Agapito de Cruz sobre esta misma cuestión de Bucio de Maja y la memoria histórica, es un artículo certero, necesario e imprescindible como su autor.
http://canariasinsurgente.typepad.com/almacen/2008/02/bucio-de-maja-1.html
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