domingo, 12 de septiembre de 2010

Para empezar el largo camino de la unidad de la izquierda canaria.


Desde siempre me he considerado un optimista, hasta en las peores circunstancias trato de ver el vaso medio lleno. En la política hago igual, aunque los vientos conservadores campen a sus anchas creo en la imperiosa necesidad de generar una respuesta organizada de izquierdas que construya un nuevo discurso y prácticas que generen nuevas dinámicas en nuestro país isleño.
A pesar de ese optimismo que trato de aplicar debemos de reconocer que los casi continuos retrocesos de la izquierda canaria en las últimas convocatorias electorales han favorecido cierto proceso de decantación en el seno de muchas organizaciones políticas que, a modo de gigantesco cedazo, ha ido poco a poco dejando a muchas de ellas con una escasa militancia real. En realidad en gran parte se constituyen tan sólo un pequeño núcleo duro encabezado por un líder rodeado por algunos seguidores irredentos. Dentro de estos pequeños grupos los fracasos políticos siempre se achacan al exterior (nadie va a cuestionar al líder), la clave siempre está en un pueblo que está a la espera una misteriosa señal para salir en tromba a votar por cualquier opción y cuanto más pura y dura sea esta mejor que mejor. Sin embargo al seguir esa propuesta se suele conseguir un nuevo talegazo y la puesta en marcha del siguiente proceso de decantación política donde se desprenden nuevos militantes de la organización y los sedimentos restantes son cada vez menos pero más y más compactos, más aislados de la realidad. Precisamente el aislamiento con respecto a la sociedad es un factor fundamental a tener en cuenta a la hora de ver las enormes dificultades para un proceso de unidad de la izquierda en Canarias, provocando que las filias y fobias personales sean los prioritarios a la hora de realizar la acción política.
No quiero engañar a nadie hablando de una fórmula mágica para evitar que esta situación de marginalidad de la izquierda canaria se prolongue. Considero que sólo se puede llegar a la ciudadanía a través de la cercanía con la gente, el trabajo, la honradez, la seriedad, el ejercicio de la democracia interna, una buena comunicación externa y la pluralidad. Todo se basa en llegar a la gente de verdad, a sus problemas más cotidianos que normalmente tienen que ver con muchos de los grandes problemas de la humanidad basados en la explotación del hombre y de la naturaleza, el desconocimiento, la falta de libertad o una democracia manipulada que deja mucho que desear. Resolver estos problemas y ofrecer las herramientas a la sociedad para que ejerzan sus derechos es el camino adecuado para la construcción de un pueblo.
Estoy convencido de que en Canarias existen organizaciones que están consiguiendo, a través de esas simples premisas, llegar cada vez a más gente especialmente en el ámbito municipal. Sí se puede es un buen ejemplo de ello, de ese trabajo cercano, desde el municipio, que no se para nunca, que ofrece alternativas viables. Hemos optado por iniciar este interesante proceso en Tenerife, en aquellos municipios donde teníamos un trabajo previo y una presencia real. Gentes procedentes de diferentes ámbitos y sensibilidades dentro de la izquierda, unos más verdes, otras más rojas o más nacionalistas pero habitantes al fin y al cabo de una casa común, con todas las dificultades y las ventajas. Aún así si queremos lograr el cambio profundo que Canarias necesita vamos a tener que poner toda la carne en el asador
Creo que la mayor parte de mis amigos y compañeros saben que siempre, a lo largo de los años, he apostado por la unidad de acción de la izquierda como la mejor herramienta para lograr una transformación efectiva de la sociedad en la que vivo. Mi experiencia personal en el Sindicato de Estudiantes Canario no ha hecho más que autoafirmarme en esa idea. La historia contemporánea también nos puede ilustrar este camino con decenas de ejemplos exitosos de procesos unitarios. Se puede repasar fácilmente el éxito obtenido por el FLN de Argelia, la Unidad Popular de Chile, el Frente Sandinista de Nicaragua, el Movimiento 26 de Julio en Cuba o más recientemente el Frente Amplio en Uruguay. Todos han sido procesos diversos en realidades diversas pero que demuestran la efectividad de la unidad de acción. En Canarias el breve pero intenso proceso de la Unión del Pueblo Canario sigue siendo uno de los principales paradigmas de gran parte de nuestra izquierda, que diferente sería todo de haber continuado la UPC su camino. A lo mejor peco de ingenuo y de simplista pero siempre he creído que la unidad por sí misma genera un efecto muy positivo en las organizaciones que lo ponen en práctica, es como un reconstituyente y revitalizante natural para la izquierda.
Estoy convencido que en Tenerife a día de hoy Sí se puede está en una línea decidida a favor de la unidad, una postura que se mantiene desde sus inicios, igual que las organizaciones que lo integraron en un principio. En este sentido las reuniones y los acercamientos activos con diferentes partidos, colectivos y personas en busca de estrategias comunes ha sido una de nuestras señas de identidad.
Hace unos meses ofrecimos a los compañeros y compañeras de Izquierda Unida en Tenerife a integrarse plenamente en Sí se puede manteniendo su entidad como organización soberana y trabajo como partido diferenciado. Esta propuesta creo que fue mal interpretada por parte de algunos ya que para elaborarla se partía de un análisis previo de la actual situación de ambas organizaciones y de los propios procesos internos que se viven en el seno de IU.
La verdad que abrir tú casa para compartirla plenamente en pie de igualdad, ofreciendo trabajo codo con codo con mucha gente que siempre compartimos tantas y tantas luchas diferentes no me parece una agresión, más bien una señal de confianza. Más aún cuando incluso se apuesta por hacer desde Sí se puede campaña clara a favor de IU en los comicios estatales y europeos, donde no tenemos actualmente intención de presentarnos.
Izquierda Unida, inmersa dentro de un interesante proceso de refundación, ha sido en si misma un ejemplo de esa unidad de la que hablo. Precisamente ha sido la progresiva ruptura de la pluralidad interna entre diversas facciones dentro de la federación uno de los factores a tener muy en cuenta en su actual proceso de retroceso electoral, creo que los compas de IU estarán bastante de acuerdo conmigo. A los mismos compañeros que hablan de “absorciones” u “opas hostiles” habría que preguntarles si valoran de igual manera el de su propio proceso de refundación donde invitan a múltiples organizaciones a sumarse en una casa común, me imagino que no, yo al menos no lo veo así.
Está claro que un proceso unitario bien planteado genera ilusión y mejora los resultados de cualquier partido y de darse en 2011 estoy convencido de que se daría un susto aún mayor al poder del que ya vamos a dar. Pero para ello debemos partir de unas premisas honestas y una voluntad clara de unidad. En estos meses se han realizado esfuerzos en ese camino, desde diversos lugares y con distintos motivos, movimientos que a mí al menos me despiertan grandes simpatías.

Un momento especial
Canarias asiste a una situación política, económica y social excepcional. La crisis del capitalismo nos ha golpeado con enorme dureza, dejando más a la luz si cabe nuestra absoluta dependencia, el eje de nuestra debilidad. Las cifras de descontento ciudadano con la clase dirigente son de record a medida que el paro, la marginación y la precariedad aumentan. Además en las últimas décadas empieza a surgir un sector de la sociedad cada día más crítico con el modelo de desarrollo que se quiere aplicar en Canarias, dispuestos a plantar cara a los grandes planes del desarrollismo en estas Islas cueste lo que cueste.
Los tres grandes partidos se encuentran en una difícil coyuntura, la falta de recursos económicos para las principales instituciones isleñas generan enormes fricciones entre los distintos niveles del poder local, insular y nacional que han facilitado sonadas rupturas como la del Marqués de La Oliva en el PP o el goteo de afiliados de CC a otras formaciones.
En el caso del PSOE, que formalmente pudiera ser vista como una posible alternativa por sectores “progresistas”, actualmente vive un proceso de profunda quiebra interna entre sectores pactistas con CC, auspiciados desde Madrid, frente a una escasa e incipiente respuesta crítica con la línea oficial. Una tensión que se hace evidente cuando uno sigue la estela de “cadáveres” políticos -más o menos vivos- que esta organización ha ido dejando a su paso por diversos municipios. A la hora de la verdad la evidencia es que el PSOE, allí donde gobierna durante un tiempo prolongado, actúa de la misma forma caciquil y corrupta que las otras dos grandes formaciones, teniendo múltiples ejemplos de ello en nuestra geografía isleña. A ello debemos de sumar el desgaste de los últimos años del gobierno de Zapatero y las medidas antisociales que están tomando.
A nivel local es destacable el aumento del descontento ciudadano ante unas instituciones que se han visto debilitadas por la crisis económica. Esta situación de recorte de presupuestos, por primera vez en mucho tiempo, les impide la compra a gran escala de votos que se daba poco antes de cada elección en forma de convenios de empleo masivos, inauguraciones, fiestas y comilonas varias. También debemos tener en cuenta, para señalar la excepcional debilidad de una clase política dominante, que actualmente las encuestas ofrecen un significativo descrédito entre la opinión pública de los principales partidos, que por desgracia suelen tener como única respuesta el abstencionismo galopante. Ante esto debemos y podemos ofrecer alternativas.

Premisas de un optimista para la unidad.
Tenemos que dar una respuesta a este panorama sombrío. Cuando la gente de izquierdas -sin carnet de partido- habla un poco se hace patente que casi todo el mundo tiene claro que la unidad es necesaria. Sin embargo considero que sería un error y un engaño ofrecer nuevamente a la ciudadanía un proceso “formalmente unitario” que finaliza al minuto siguiente de contabilizarse la última papeleta electoral. Eso no es unidad, es una simple coalición para sacar votos, idénticas a las que puedan conformarse entre las organizaciones de la derecha.
Apuesto por hablar de todo y con todos, sumar a todas las organizaciones serias que se puedan interesar en un frente común político ecosocialista, valorar el nombre o nombres que se deben de adoptar si ese es el principal escollo...pero si de verdad hablamos de cambio debe ser un cambio real, sentido y orgánico. En esa línea creo necesario un esfuerzo por llevar el proceso mucho más allá de las ejecutivas de los partidos o las dirigencias. A pesar de constituirse ejecutivas comunes, que sirvan para coordinar el día a día, también debemos apostar por asambleas unitarias de militantes donde se tomen las grandes decisiones y acuerdos democráticamente. Unas grandes asambleas donde, aunque se trasladen opiniones de organizaciones, haya que convencer con argumentos a una militancia común que va a dar la cara y que no puede ni debe ser vista como un rebaño que va a apoyar en masa a sus líderes ciegamente. En Sí se puede hemos tenido esto muy claro desde el comienzo y desde 2007 hasta ahora ya hemos desarrollado más de siete grandes asambleas que han sido la principal voz del partido, la próxima de ellas en octubre.
Este asamblearismo tan ligado históricamente a las ideas de izquierda puede ayudar a evitar algunos de los efectos perniciosos de la decantación de la que hablaba anteriormente, que hace que una organización de cinco personas tenga la misma capacidad de decisión que un colectivo de doscientos en base a su franquicia personal que se vende a cambio de un puesto de salida, una corrupción de la acción política que dice muy poco a favor de la izquierda. No puede valer más la marca que el grupo. Yo apuesto por sumar, sumar de verdad, pensando mucho más allá de mayo de 2011, convenciendo a todos, empezando por nosotros y nosotras ¬¬-la izquierda de Tenerife- para llegar al conjunto de nuestra sociedad, pensando en una transformación real de nuestra sociedad. Mucho más complejo que repartir nombres en una lista y establecer un breve programa, como se ha hecho en ocasiones anteriores con los resultados que ya conocemos, pero que produce un cambio de acción que estoy convencido que los ciudadanos pueden percibir positivamente. Al fin y al cabo se trata de ser claros en la apuesta por la unidad, de demostrar una voluntad de trabajo conjunto perdurable que sólo se puede fraguar mediante un esfuerzo militante unitario, que ayude a acabar con las suspicacias y las rencillas personales.
Junto a estos debemos ser honestos y establecer criterios lo más realistas posibles para elegir a los que nos van a representar en las instituciones en base a su trabajo y su trayectoria. No creo que debamos aplicar de forma camaleónica el mismo modelo de coalición a todos los ámbitos, sin tener en cuenta la presencia real de cada partido en este sentido cada organización deba ser autónoma en su ámbito local para establecer las alianzas o estrategias más adecuadas. La presentación de candidaturas fantasmas, sin apenas presencia real sobre el terreno ni el más mínimo trabajo municipal es un claro ejemplo de lo que no se debe hacer en la izquierda alternativa si quiere aspirar a ganarse el respeto ciudadano, aunque por desgracia sea una mala maña frecuente.
Muy importante es también que se haga un ejercicio de prudencia, evitando especialmente declaraciones públicas contra cualquier organización, especialmente si hablamos de unidad y supuestamente se apuesta por la misma. Sinceramente me choca escuchar algunas entrevistas donde se habla de los positivo de la unidad mientras al mismo tiempo se lanzan todo tipo de acusaciones infundadas más o menos veladas contra otras organizaciones, algo que en nada ayuda a este proceso, a menos que el interés sea precisamente que no exista unidad. Ese tipo de “bipolaridad” política sólo sirve para satisfacer las pulsiones y odios personales contra determinadas personas, lo que tiene muy poco de político.
No debemos planear este objetivo de unidad como algo inmediato y global, como si en mayo de 2011 se acabara el mundo. Démonos la posibilidad de adaptarlo y modelarlo según los ritmos de las organizaciones, las circunstancias o los espacios. Hagamos las cosas bien, paso a paso pero siempre en el mismo camino, aplicando mucha pedagogía dentro y fuera del proceso. Hay que romper muchas viejas rencillas y desconfianzas que únicamente saltarán en pedazos con el trabajo del día a día, con la acción conjunta. Pongamos todo sobre la mesa, con voluntad y ganas, para eso cuenten conmigo lo que haga falta, estoy convencido que muchos y muchas más están también por la labor. Vamos a darles un susto de verdad a los caciques y sus amigos.

Empezando con los pies en el suelo. Por unos acuerdos de mínimos.
Veo los comicios de 2011 con cierta esperanza. Creo que si hacemos correctamente nuestro trabajo podemos avanzar de forma importante en el ámbito municipal, se dan las condiciones para ello, incluso con novedades muy importantes en determinados municipios que podrían significar cambios de poder donde Sí se puede jugaría un papel destacado. Esta percepción lo es aún más cuando en Santa Cruz donde varias encuestas de otras organizaciones políticas auguran nuestra irrupción en el panorama político municipal gracias al excelente trabajo realizado.
A pesar de ello creo que debemos hacer todo lo posible por que al menos en la Santa Cruz y La Laguna, donde las organizaciones de izquierdas tenemos grandes dificultades para llegar a más de medio millón de personas, se establezcan acuerdos que ayuden a la entrada de nuevas voces críticas en ambos ayuntamientos, los principales de la Isla, que puedan acabar con décadas de caciquismo.
Considero que al margen de las conversaciones abiertas a nivel insular es fundamental que los comités locales de las formaciones interesadas en este proceso unitario se animen a establecer un marco de negociación propio que al menos consiga acuerdos locales, si no existen posibilidades en otros ámbitos. Como expresé anteriormente la elección de candidatos, listas o nombres considero que debería hacerse manteniendo unos criterios lo más objetivos posibles en base al conocimiento público, trayectorias personales, trabajo realizado, vinculación con el municipio... además de contarse en todo momento con órganos comunes de decisión. Tal vez este acuerdo fuera más sencillo de conseguir y posiblemente tendría unos efectos políticos considerables, especialmente en Santa Cruz, además de ayudar en un proceso más en el medio plazo donde acuerdos sean más amplios.
Vivimos momentos complicados, esperemos que podamos mirar más allá de nuestras simpatías o antipatías personales y sepamos poner la acción política de izquierdas en un lugar más limpio. Estoy convencido que muchos se sentirán identificados con esto, a ti, amigo o amiga te pido que también hagas tu propia labor, que ayudes a pensar en la unidad, que la animes, que la fomentes, que ayudes a que nos sentemos, a que hablemos, a que avancemos. Ya es hora.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Historias breves sobre niños de Eduardo Galeano


Conocí a Galeano en un breve recopilatorio de autores latinoamericanos que me “obligaron” a leer en el instituto a los 15 años. Me sorprendió y me enganchó su forma sencilla, fresca y cercana de hablar de las grandes cuestiones que preocupan a la gente. Galeano es una señal de la humanidad, como ese disco que vuela en la entrañas de la sonda espacial Voyager I que pretendía trasmitir a otras civilizaciones de la galaxia que en la Tierra éramos seres inteligentes.
Galeano es un intelectual con mayúsculas, sin miedo a hablar claro de cuestiones que los grandes medios consideran tabú. Un intelectual que a parte de escribir fantásticamente bien se remanga la camisa para participar en todas las grandes luchas de este planeta asolado de hambre, guerra y miseria. Sí, me encanta este escritor, me llega muy dentro lo que dice y lo que piensa, que en gran parte es lo que yo mismo pienso. A continuación les dejo algunos breves cuentos de Galeano, si lo conocen seguro que lo disfrutarán, si por un casual es la primera vez que oyen hablar de él te animo a que lo busques en las librerías, acabarás hechizad@.

NIÑOS
Día tras día se niega a los niños el derecho de ser niños. El mundo trata a los niños pobres como si fueran basura. El mundo trata a los niños ricos como si fueran dinero. Y a los del medio, a los que no son ni pobres ni ricos, el mundo los tiene bien ataditos a la pata del televisor para que desde muy temprano acepten como destino la vida prisionera.
Hoy voy a contarles a mí modo y manera, algunas historias de niños que les rinden homenaje.
El viaje.
Oriol Valls, un médico que se ocupa de los recién nacidos en un hospital de Barcelona, dice que el primer gesto humano, es el abrazo. Al principio de sus días los bebés, los recién nacidos, mueven los brazos como… como buscando a alguien. Y otros médicos, especialistas en los ya vividos, dicen que al fin de sus días los viejos mueren moviendo los brazos… como buscando a alguien. Y así, así es la cosa. Por muchas palabras que le pongamos y por muchas vueltas que le demos al asunto… entre dos aleteos, transcurre el viaje.
Ventana sobre lo prohibido.
El hijo de Pilar y Daniel Wainberg fue bautizado en la costanera. Y en el bautismo le enseñaron lo sagrado:
Recibió una caracola… “Para que aprendas a amar el agua”;
Abrieron la jaula de un pájaro preso… “Para que aprendas a amar el aire”;
Le dieron una flor de malvón… “Para que aprendas a amar la tierra”…
Y también le dieron una botellita cerrada… “No la abras nunca, nunca, para que aprendas a amar el misterio”.
Duérmete mi niño.
Los más famosos cuentos infantiles, la literatura para niños escrita por los adultos, son obras terroristas que bien merecen figurar en el arsenal de los adultos contra las huestes de la gente menuda. Hansel y Gretel te advierten: “Serás abandonado por tus padres”. Caperucita Roja te informa que cada desconocido puede ser un lobo que te comerá. La Cenicienta te obliga a desconfiar de las madrastras y de las hermanastras… y así sucesivamente… los niños siguen siendo desde temprano entrenados para el terror: “Vendrá el ogro, y el ogro te devorará si no obedeces, si haces lo que no debes, si ejercitas tu Libertad”.
El arte para las niñas.
Mi buen amigo Onelio Jorge Cardoso, escritor cubano, hombre sabroso, escritor jugoso… Me contó lo que le ocurrió una vez, que una madre le pidió desesperada…”Auxilio”, porque la nena, la hija, chiquita, se negaba a comer. Tenía los puñitos cerrados, la boca cerradísima, la nariz fruncida.. y no comía y no había manera de que comiera. Y entonces la madre le dijo: “Onelio, tu que eres escritor, un escritor tan simpático… a ver si consigues que la niña coma… cuéntale un cuento Onelio, sé bueno… llevo horas aquí con ésta cuchara y la sopa se enfría… y nada…” Y Onelio con toda su sabiduría y su paciencia se acercó a la niña y le contó un cuento… al estilo de los cuentos que los adultos contamos a los niños… Había una vez una pajarita que no quería comer la comidita. Y la mamita le decía: Abre el piquito pajarita para comer la comidita porque sino te vas a quedar cortita y flaquita, en lugar de ser una pajarita bien crecidita… y entonces pajarita, por favor, abre el piquito para comer tu comidita…., pero la pajarita seguía con el piquito cerradito, cerradito y se negaba… Y ahí la niña interrumpió y dijo: “Qué pajarita de mierdita”.
La cultura del terror.
La extorsión, el insulto, la amenaza, el coscorrón, la bofetada, la paliza, el azote, el cuarto oscuro, la ducha helada, el ayuno obligatorio, la comida obligatoria, la prohibición de salir, la prohibición de decir lo que se piensa, la prohibición de hacer lo que se siente y la humillación pública, son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia. Para castigo de la desobediencia y escarmiento de la libertad, la tradición familiar perpetúa una cultura del terror que humilla a la mujer, enseña a los hijos a mentir y contagia la peste del miedo.
En Chile, me comenta, Andrés Rodriguez: “Los derechos humanos, tendrían que empezar por casa”.
Ventana sobre el castigo.
Era Navidad. Y un señor suizo había regalado un reloj suizo a su hijo suizo. El niño desarmó el reloj sobre la cama… y estaba jugando con las agujas, el resorte, el cristal, la corona… y todos los demás engranajitos, cuando el papá lo descubrió y le propinó tremenda paliza.
Hasta entonces Nicole Ruan y su hermanito habían sido enemigos. Pero desde aquella navidad, la primera navidad que ella recuerda, los dos fueron por siempre amigos. Quizás ella supo entonces, que también ella sería castigada a lo largo de sus años… porque en lugar de preguntar la hora a los relojes… iba a preguntarles cómo son por dentro.
El pequeño Rey zaparrastroso.
Lejos de los demás, lejos de todos, el chiquilin se sentaba cada tarde a la sombra de la enramada y con la espalda apoyada contra el tronco, echado, con su perro siempre al lado acompañándolo… el perro con las orejitas bien paradas… se ponía a mover las manos. Contra el pecho la mano derecha bailaba como rascando el pecho, mientras la otra mano, la izquierda, se abría y se cerraba en pulsaciones rápidas… Así siempre, siempre lo mismo.
Un día le regalaron una guitarra. El la recibió. La miró… lustrosa, linda de tocar… probó las seis cuerdas a lo largo del diapasón y pensó: “Que suerte, ahora tengo dos”.
El maestro.
Los alumnos del Sexto Grado, en una Escuela de Montevideo, organizaron un concurso de Novelas. Participaron todos. Todos escribieron novelas en aquél concurso dónde yo fuí uno de los tres jurados; los otros dos eran: el Maestro, el Maestro Oscar, puños raídos, sueldo de faquir… y una alumna que era la delegada de los concursantes. A la ceremonia de premiación se prohibió la entrada de todos los adultos, con excepción del Maestro, yo, que era miembro del jurado y los niños que eran los participantes en el concurso. Todos fueron premiados. Hubo un premio para cada trabajo y con el premio una pequeña explicación de los méritos del trabajo presentado. Y cada premio fue celebrado con una ovación por todos los niños de la clase… y hubo lluvia de confetis y de serpentinas… y al final, me quedé conversando con los chiquilines, y el maestro me dijo, el Maestro Oscar me dijo: -Nos llevamos tan bien, que me dan ganas de dejarlos a todos, repetidores.
Y una nena, venida del interior, de un pueblito del interior me dijo que ella cuando llegó en los primeros tiempos era muy callada, no había manera de sacarle una palabra de la boca, y ahora…, me dijo, el problema es que no me puedo callar, hablo todo el el tiempo… y yo al Maestro Oscar lo quiero muuuucho, muuuchísimo, porque él me enseñó a perder el miedo de equivocarme.
La función del arte.
Diego no conocía la mar. Y su padre, Santiago Kovadloff, lo llevó a descubrirla. Viajaron al Sur, donde ella, la mar, escondida tras los altos medanos, los estaba esperando. Y cuando el padre y el hijo alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, la mar… estalló ante sus ojos. Y fue tanta su inmensidad y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Y cuando por fin consiguió hablar, tartamudeando, le pidió, al padre le pidió: -Ayudame a mirar.
Pájaros prohibidos.
Por increíble que parezca, la principal cárcel de la dictadura militar uruguaya, se llamaba Libertad. Y por increíble que parezca, estaba prohibido en esa cárcel llamada Libertad, que los presos dibujaran o recibieran dibujos de mariposas, estrellas, parejas y pájaros.
Uno de los presos, Didaskó Pérez, maestro de escuela, preso por tener, como dijo el oficial que lo detuvo…preso por tener “ideas ideológicas”, recibió un domingo la visita de su hija Milay de cinco años. La hija le trajo un dibujo de pájaros. Como los pájaros estaban prohibidos, la censura se lo rompió; los censores rompieron el dibujo a la entrada de la cárcel.
Al domingo siguiente Milay trajo un dibujo de árboles… como los árboles no estaban prohibidos… el dibujo, pasó. Y el padre le preguntó: -Esas frutas, esas frutas de colores que hay… ¿Qué son?, ¿Naranjas, limones, manzanas?, ¿Qué son?. Y la niña lo hizo callar: -Shhh, bobo, ¿No vés que son ojos? Los ojos de los pájaros que te traje a escondidas.
La abuela.
La abuela Raquel estaba ciega cuando murió. Pero algún tiempo después, en el sueño de Elena, la abuela veía. Y en el sueño, la abuela no tenía un montón de años, no era un puñado de cansados huesitos. Era nueva. La abuela era nueva en el sueño de la nieta. Tenía, la abuela, cuatro años. Y era una emigrante entre otros emigrantes, que estaba llegando, al cabo de una larga travesía por la mar, desde la remota Besarabia. Y en el sueño, la abuela pedía a la nieta que la alzara, porque quería ver el Puerto de Buenos Aires. Y así, la abuela, en brazos de la nieta, conoció el lugar donde iba a pasar todos los días de su vida.
El monstruo amigo mío.
Yo al principio no lo quería, porque creía que me iba a comer un pié. Los monstruos son agarradores de mujeres, que se llevan una mujer en cada hombro, y si son monstruos viejitos, se cansan y tiran a una de las mujeres en la cuneta del camino. Pero este monstruo, el amigo mío, no agarra mujeres ni nada. Todos le tienen miedo porque el pobre no sabe hablar, pero él es bueno. El problema es que es tan, pero tan grande que los gigantes le llegan al tobillo. Viene y me visita. En el cielo no vive, porque si viviera en el cielo como Dios, se caería. Es demasiado grande para vivir en el cielo. Hay otros monstruos, no tan grandes, que viven en Plutón, o en el infinito, o en el piranfinito, pero él vive en el África. Y de ahí viene y me visita. Ahora, cualquier día de estos va a aparecer ¿Eh?. Va a venir, caminando por el mar, va a venir, convertido en un guerrero que más inmenso no puede ser y echando fuego por la boca, y de un solo soplido va a reventar la cárcel donde lo tienen preso a mi papá y me lo va a traer en la uña del dedo chiquito y yo me lo voy a meter a mi cuarto, por la ventana me lo voy a meter y yo le voy a decir: “Hola” y el monstruo se va a volver al África despacito por la mar y entonces mi papá va a salir a comprarme caramelos y chocolatines y una nena. Y se va a conseguir un caballo de verdad y vamos a salir a galope por la tierra. Mi papá y yo. Yo agarrado de la cola del caballo al galope, lejos. Y después, cuando mi papá sea chiquito, yo le voy a contar la historia del monstruo amigo mío, para que mi papá se duerma cuando llegue la noche.